Salida de Bolivia al mar (II)

15/02/2018
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En Bolivia, ¿cuál fue el pretexto para agredirla? El cobro de 10 centavos por quintal de guano y salitre extraído por una compañía de Antofagasta, de capital anglo-chileno, subsidiaria del consorcio inglés Melbourne and Clarke. La empresa se había negado a pagar el impuesto por más de un año, y el Gobierno boliviano, en ejercicio de su soberanía, decidió rematarla el 14 de febrero de 1879, fecha en que Chile atacó, ocupó e inició su desmembramiento de Bolivia. Transcribimos lo que relata el Dr. Rodolfo Becerra de la Roca:

 

‘No se comprende cómo la intención del cobro de un gravamen de 10 centavos pudo provocar un conflicto bélico que le significó al agresor aumentar su territorio en más de 200 000 kilómetros cuadrados, incluido el peruano, cuajados de fabulosa riqueza milyunanochesca; sorprende que un gravamen dispuesto legalmente, sin transgredir el artículo 4º del Tratado de 1874, como se tiene demostrado, que no se efectivizó, que más bien fue revocado, sirviera de pretexto para apropiarse de un patrimonio ajeno y que ese gravamen aumentado en veinte veces más por el acusador, más otros ingresos que se apoderó del suelo invadido, hubiesen servido a Chile para sostener la invasión y consolidar la conquista de territorios a título de indemnización de guerra, que Chile se engulle como trofeo de su victoria y Bolivia tiene que soportar como castigo eterno'.

 

Chile se había estado preparando para una gran contienda muchos años antes de 1879; había adquirido en Europa las naves de guerra más avanzadas, mientras que los intereses ingleses estaban detrás de la expropiación de que Bolivia iba a ser objeto. El cobro de diez centavos al salitre y el guano extraídos por chilenos e ingleses, al que tenía derecho Bolivia, fueron un simple pretexto.

 

Que la agresión a Bolivia tenía como objeto la anexión y expropiación de sus riquezas lo demuestra el ultimátum que dirigió el señor Abraham Koening, enviado diplomático de Chile en Bolivia, quien se expresó de la manera siguiente el 13 de agosto de 1900:

 

Hace muchos años que mi país desea convertir el Pacto de Tregua en Tratado de Paz, arreglar de una vez por todas sus diferencias con Bolivia. No podemos esperar más, el Gobierno y el pueblo chileno consideran que han esperado con paciencia. Es un error muy esparcido que Bolivia tiene derecho a exigir un puerto en compensación de su litoral. No hay tal cosa. Chile ha ocupado el litoral con el mismo título con que Alemania anexó al Imperio la Alsacia y la Lorena, con el mismo título con el que EE.UU. ha tomado Puerto Rico. Nuestros derechos nacen de la victoria, ley suprema de las naciones. Que el litoral es rico y que vale muchos millones, eso ya lo sabíamos. Lo guardamos porque vale, que si nada valiera no habría interés en su conservación. Terminada la guerra, la nación vencedora impone sus condiciones y exige el pago de los gastos ocasionados. Bolivia fue vencida, no tenía con qué pagar y entregó el litoral. Fue una entrega absoluta, incondicional, perpetua. En consecuencia, Chile no debe nada, no está obligado a nada, mucho menos a la cesión de una zona de terreno y de un puerto'.

 

Que el despojo territorial de Bolivia obedecía a un consciente acto de expropiación y usurpación queda muy claro del ultimátum del agente Koening a Bolivia. Pero además lo confirma el artículo XII del Tratado de 1904, relativo a la solución de controversias que surjan de la interpretación del tratado:

 

‘Todas las cuestiones que llegaren a suscitarse con motivo de la inteligencia o ejecución del presente Tratado, serán sometidas al arbitraje de Su Majestad el Emperador de Alemania'.

 

En los tratados modernos, la solución de controversias se remite a los medios diplomáticos, al arbitraje y a la Corte Internacional de Justicia.

 

A Bolivia se le privó de unos 158 000 km2 de territorio. Esta área equivale a más de 110 veces la antigua Zona del Canal y más de dos veces nuestro territorio nacional. El territorio expropiado es mayor que el más grande país de Centroamérica, Nicaragua, con 130 373 km2, y equivale a más de un tercio del área total de los siete países que conforman Centroamérica.

 

En los territorios arrancados a Bolivia se localizan los yacimientos de cobre más grandes del mundo, que hacen de Chile el primer exportador mundial, así como reservas de salitre, guano, azufre, litio y agua, y a estos se suma la riqueza ictiológica y de los fondos marinos.

 

Julio Yao Villalaz es analista internacional, exasesor de política exterior y diplomático de carrera

 

https://www.alainet.org/en/node/191040
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