No puede ser que todos quienes hemos dado apoyo revolucionario a la Venezuela popular y democrática gestada con el liderazgo de Hugo Chávez desde 1999 nos crucemos de brazos y asistamos impasibles a la destrucción terrorista de los derechos sociales de millones de ciudadanos mediante el uso de criminales procedimientos como los utilizados por los conspiradores fascista, patrocinados por los poderes imperiales y plutocráticos de las grandes petroleras del mundo.

Hay que reaccionar ya.

Después de 12 personas quemadas vivas, 8 linchamientos, 92 muertos, cientos de negocios saqueados, 35 centros de salud atacados (algunos quemados), 24 colegios acosados con intento de incendios, 186 vehículos quemados, 31 edificios destruidos, miles de millones en pérdidas y cientos de miles de personas afectadas, es inadmisible que aun sigamos permitiendo, todos, que unos criminales se den el lujo de hasta tirarle excrementos en la cara a quienes representan la autoridad del Estado.

Para cualquier persona del mundo debe resultar inadmisible ver un encapuchado con una molotov en la mano tratando de quemar vivo a uno o varios soldados sin que reciba su merecido.

Por el bien de la revolución y de los derechos e integridad de millones de personas, Guevara, Smolanski, Requesen, Capriles, Machado, Tintori, Otero y Borges deben ser encarcelados, para la preservación de la vida de venezolanos, para proteger a los niños, para preservar la naturaleza, el orden, la limpieza y la convivencia de las ciudades. En fin, para garantizar la paz y la armonía social.

No es con terrorismo (degollando a sus compatriotas, usando helicópteros para lanzarle granadas a sus adversarios, sin importarles bebés y niños, con racismo, quemando a sus semejantes, pidiendo la intervención militar norteamericana), como se construye una sociedad justa y democrática.

Son esas circunstancias las que llevan a convocar a miles de internacionalistas para que acompañemos de manera más efectiva a Venezuela, a su pueblo y a su gobierno legítimo frente a la cruel arremetida de las bandas ultraderechistas y de los gobiernos autoritarios de la región coordinados desde la Secretaria General de la OEA.

Hay que dar forma ya a una Brigada internacionalista bolivariana que se coloque al lado del pueblo de Bolívar y de sus milicias organizadas.

Manos a la obra.