Al cumplirse tres años del inicio de conversaciones formales entre el Gobierno Nacional y las FARC, podemos decir que las mismas han avanzado sustancialmente, pero todavía tienen pendientes varios puntos que son ampliamente sensibles para las dos delegaciones. En los actuales momentos podríamos decir que, si bien no hay crisis en las mismas, sí parecen estar en una especie de empantanamiento y eso explicaría la presencia, como una especie de ‘enviado especial presidencial’ de Enrique Santos a La Habana a proponer el rediseño de la dinámica de las mismas, porque si no es poco probable que se cumpla el plazo establecido del 23 de Marzo del 2016 para la firma del acuerdo final.

Veamos en qué se ha avanzado, para luego señalar los temas pendientes y valorar de esa manera lo acá planteado –aclarando que para quienes por principio no están de acuerdo que estas conversaciones se llevaran a cabo, ningún argumento vale-.

Los acuerdos construidos: Uno, se logró un acuerdo sobre el tema de desarrollo agrario integral; dos, se logró acuerdo sobre participación social y política; tres, un acuerdo sobre lucha contra las drogas ilícitas –en relación con estos tres primeros acuerdos parciales quedaron consignadas 28 salvedades, sobre las cuales volverán las dos delegaciones-; cuarto, en relación con el tema de víctimas, se acordaron diez principios que orientan la discusión del mismo,  invitaron a La Habana un total de sesenta víctimas que se reunieron con la Mesa de Conversaciones en pleno, se creó la Comisión de Esclarecimiento Histórico y de Víctimas –cuyo informe final ya conoce el país-, se acordó la creación de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición y se acordó una Jurisdicción Especial para la Paz – al que la delegación del Gobierno le hizo algunas objeciones, que son objeto de análisis y búsqueda de acuerdos en este momento-. Adicionalmente, a solicitud de la Mesa de Conversaciones, se han realizado nueve Foros de Participación Social, organizados por la Oficina de Naciones Unidas en Colombia y el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional, que ha permitido a miles de colombianos hacer propuestas sobre los temas de la agenda que han sido tomadas muy en serio; el Presidente Santos y el jefe de las FARC se comprometieron, en una decisión audaz,  a establecer una fecha para firmar el Acuerdo Final y dos meses después iniciar el proceso de dejación de armas -algunos, de manera  distorsionadora insisten en decir que las FARC no van a entregar las armas, cuando es claro que serán depositadas bajo la protección terceros países o la ONU y serán sacadas de circulación-.

Los temas pendientes: están por resolverse dos temas, el de terminación del conflicto y el de implementación, verificación y refrendación de los acuerdos. El de terminación del conflicto está concebido como un “proceso integral y simultáneo” y conlleva el cese bilateral y definitivo de hostilidades y la dejación de armas –aspectos sobre los cuales hay avances en la subcomisión militar-; el combate del Estado contra las organizaciones criminales, especialmente las que atentan contra los defensores de derechos humanos y las garantías de seguridad; las reformas institucionales del Estado para prepararse a implementar los acuerdos; la reincorporación de los miembros de las FARC en la vida civil, en lo económico, lo político y lo social, de acuerdo a sus intereses; la definición de la situación jurídica de los miembros de las FARC actualmente detenidos, entre otros. Y el de la implementación, verificación y refrendación que implica que las dos delegaciones se pongan de acuerdo acerca del procedimiento que se va a utilizar para la refrendación, tema nada fácil cuando se conoce de antemano ciertas preferencias por cada una de las dos delegaciones, e igualmente cómo será el proceso de implementación de los acuerdos y su seguimiento, que se supondría el Gobierno considera es un tema de su exclusiva competencia, pero sobre el cual seguramente la delegación de las FARC querrá incidir. Estamos en el tramo final, pero no hemos llegado a la meta.

- Alejo Vargas Velásquez es Profesor Universidad Nacional (Colombia) n