Morochito Iriza dice que la Laguna de Tacarigua “es mi vida”
- Opinión
Sus conocimientos, adquiridos desde su nacimiento hasta el día de hoy, son vivos y activos transformados en punta de lanza contra el proceso indetenible de ecocidio que viene afectando a este parque nacional durante los últimos 30 años
Hoy atraviesa una delicada situación de salud en la que no ha tenido atención oficial: “Yo no estoy mendigando solidaridad, yo solo he exigido garantía de mi derecho a la salud que está clarito en la Constitución… ahora, aquellos que no la cumplan, traicionan el legado de Chávez”
Héctor Iriza, mejor conocido como “Morochito”, lleva un combate contra una enfermedad que lo tiene convaleciente desde hace algunos meses. En estos días pudimos constatar su mal estado de salud, sin recibir la ayuda oficial y de las instituciones del Estado, desde la Alcaldía de Páez, pasando por Corpomiranda, parque nacional o Ministerio de la Ecología… nadie ha parado bolas a este insigne luchador que es como pocos en el país, que tiene una alta conciencia ecológica consolidada.
Sus conocimientos, adquiridos desde su nacimiento hasta el día de hoy, son vivos y activos transformados en punta de lanza contra el proceso indetenible de ecocidio que viene afectando a este parque nacional durante los últimos 30 años.
En proceso de extinción
Morochito Iriza, cuando aún era un joven activista ecológico, recibió con mucho agrado, hace 41 años, la declaración de Tacarigua como “Parque Nacional”, en 1974, y luego en 1996 el reconocimiento como Sitio Ramsal como reservorio de recursos alimenticios y de biodiversidad decretado por la Unesco. Aun así y con todo eso, nos comenta Morochito que las amenazas no han cesado, más bien se han profundizado y “como duele –argumenta- que se han ido perdiendo algunas especies que habitaban naturalmente”.
Insiste en que los filetes y las lanchas con motores destilando gasolina representan unos de los mayores peligros de la vida de la laguna, que tiene casi 40 hectáreas cubiertas de muchos manglares que a nivel mundial están en extinción, pero que aún existen aquí, comenta Morocho, con sus ojos abiertos pese al malestar que le aqueja.
El agua dulce de la laguna viene del casi desaparecido Río Guapo y de algunos caños como Pitital, San Nicolás y San Ignacio sin dejar de mencionar la quebrada Chaguaramal.
Actualmente, en esta época de sequía, “la boca está seca y eso provoca que a la laguna le entre mucha sal, lo cual resulta un peligro, pues como te dije la otra vez hay que recordar que la laguna tiene un ciclo en el que la boca se cierra y se abre y al dejarla permanentemente abierta, se saliniza y los peces pierden sus propiedades de agua dulce, como el lebranche y la casi extinguida mojarra. Y eso está pasando ahorita. Los demás peligros ya lo venimos denunciado por más de tres décadas, como las construcciones ilegales de casas vacacionales, proyectos turísticos sin estudio de impacto ambiental, que están afectando los humedales y quemando nuestros manglares con los que se alimentan nuestros peces”.
Al sur de la laguna se extiende un área dominada por bosques secos y al norte, un área marina de 20 mil 700 hectáreas. En total, el parque abarca 39 mil 100 hectáreas y unas cuatro mil hectáreas están cubiertas por bosques de manglar que crecen a orillas de la laguna, e incluso forman densas islas hacia el centro. En su sector noroccidental, la laguna se comunica con el mar a través de la boca.
¿Y el Ministerio de Ecología?
Al preguntarle sobre el nuevo Ministerio de Ecología, nos dice “¿qué es eso? Por aquí ni se han acercado, ni siquiera a preguntar la historia de los problemas ecológicos y ambientales que hemos sufrido en la Laguna”.
Nos enseña una cantidad de documentos, desde recortes de periódicos, fotos, documentos de las luchas por los ejidos, etc., y dice: “Chico, algunas veces, quienes llegan a las instituciones creen que se la saben todas y no nos consultan a quienes hemos dado las batallas contra los enemigos del ambiente. No preguntan a quienes tenemos los conocimientos y las historias de nuestros pueblos. Ya tu sabes Chucho, que por aquí vino la Unesco, el IVIC, la UCV con Alex Fergurson y el CENAMB a preguntarme qué pasaba en la laguna y yo les di orientaciones… pero ahora que estamos en revolución ni se acercan… ¡qué vaina Chucho! ‘Tamos jodíos, para los conocimientos ancestrales no funciona la democracia participativa”.
“La salud es un derecho constitucional… pero en mi caso no…”
Con respecto a su estado de salud, nos expresó: “Yo no estoy mendigando solidaridad, yo solo he exigido garantía de mi derecho a la salud que está clarito en la Constitución… ahora, aquellos que no cumplan con la Constitución, desde el poder local, regional y hasta el nacional, están violando la Constitución y traicionando el legado de Chávez. Mira Chucho, todo lo que en mi vida he dado ha sido en defensa de la laguna, lo hice por convicción, todo lo he hecho conscientemente de que si esta laguna la destruyen, también el pueblo no tendrá vida… las pocas fuerzas que me quedan las seguiré usando en la lucha por nuestra Laguna de Tacarigua”.
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