Este viernes,  después de varias reuniones de la llamada sociedad civil, así como las diversas mesas de discusiones de alto nivel gubernamental, empresarial y las asambleas de movimientos sociales, se instalará la Cumbre de los presidentes para ver si llegan a una declaración final de la ya predeclaracion elaborada con antelación como se acostumbran en estas Cumbres.

En definitiva, hay varias agendas donde algunos puntos se cruzaran, otros entran en coherencia lógica y otras en disonancias. En todos priman diferentes enfoques de cómo entender el proyecto sobre las Américas del que estamos hablando.

El proceso no es fácil. Es complejo y llegar a acuerdos hegemónicos será tarea difícil cuando hay muchas diferencias políticas, ideológicas en la perspectiva del modelo sociohumanitario a construir ante la crisis que vive el planeta.

Lo cierto es que estas Américas no están hegemonizadas ya por el “DESTINO MANIFIESTO” o por “EL GRAN GARROTE”, ni tampoco por la implantación de las democracias representativas impuestas con el surgimiento de la OEA hace cincuenta años atrás, ni tampoco por las dictaduras neoliberales de la década perdidas de los ochenta y noventa del siglo XX.

Esta humanidad ha dicho basta…y echado a andar

Estamos viviendo una extraordinaria experiencia desde el alba del siglo XXI donde ha quedado evidenciado que ya no somos el patio trasero del viejo y renovado Tío San, como lo había vaticinado unos de los más extraordinarios líderes políticos del siglo XX, me refiero a Fidel Castro Ruz cuando en 1962, en la declaración de La Habana expreso: “Ahora, esta masa anónima, esta América de color, sombría, taciturna, que canta en todo el continente con una misma tristeza y desengaño, ahora esta masa es la que empieza a entrar definitivamente en su propia historia, la empieza a escribir con su sangre, la empieza a sufrir y a morir. Porque ahora, por los campos y las montañas de América, por las faldas de sus sierras, por sus llanuras y sus selvas, entre la soledad, o en el tráfico de las ciudades, o en las costas de los grandes océanos y ríos, se empieza a estremecer este mundo lleno de razones, con los puños calientes de deseos de morir por lo suyo, de conquistar sus derechos casi 500 años burlados por unos y por otros. Ahora, sí, la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados de América Latina, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia” .

Cuba, pese a invasiones bloqueos y deslealtades, logró victoriosamente mantener la llama de la esperanza de los desamparados de América Latina y el Caribe. Cuba fue el ejemplo para que el General Torrijos intentara construir una Panamá autónoma, al igual que Allende en Chile, Maurice Bishop en Granada y el Frente Sandinista de Liberación Nacional en la misma Nicaragua. Pero todos esos esfuerzos para construir la otra América posible para esa época se convirtieron en “amenazas inusuales” para Estados Unidos y fueron aplastadas,  en el caso de la Granada de Bishop y el Chile de Allende, con un baño de sangre como el que ahora aspira para Venezuela el asesino mexicano y expresidente de México,  Felipe Calderón.

¿Alianza para la prosperidad?

Como todo sabemos aún la agenda de estas Cumbres la siguen elaborando las altas elites o cúpulas que aun pretenden dirigir los destinos de más de 500 millones de habitantes. La agenda de esta VII Cumbre estará marcada por un refrescamiento neoliberal llamado Alianza para la Prosperidad, es una combinación de la vieja Alianza para el Progreso y del ALCA. Esta estrategia de “urgencia” se debe a dos aspectos esenciales. El primero es por la indetenible recuperación de las soberanías de los pueblos de nuestro continente y, por otro lado el avance silencioso de China en la búsqueda de recursos naturales, minerales y energéticos, como quedó evidenciado en la Cumbre China-América Latina. Hoy China es el tercer inversionista de América Latina y su presidente, Xi Jinping, quiere aumentar su influencia en la región. Por ello, prometió en enero de este año US$250.000 millones en inversiones en América Latina en los próximos 10 años.

¿Somos o no somos una amenaza?

Al parecer, Estados Unidos va a recular ante el famoso decreto del presidente Obama de declarar a Venezuela como una amenaza. La posición de los países de que integran ALBA, UNASUR, PETROCARIBE, fue contundente en rechazar dicho decreto, pero a ello se le suman el sentimiento planetario de condenar esa actitud generada por la santa alianza de la burguesía cubano americana de Miami y la burguesía radical opositora venezolana. El asesor de seguridad de la Casa Blanca, Ben Rhodes, a pocos minutos de la Cumbre, dijo refiriéndose a que Venezuela constituye una amenaza para Estados Unidos, que el texto de la resolución ejecutiva “es completamente pro forma, es el texto que usamos en órdenes ejecutivas para todo el planeta”.

“Estados Unidos no cree que Venezuela representa alguna amenaza a nuestra seguridad nacional. Honestamente, tenemos un formato con el que elaboramos nuestras órdenes ejecutivas”, agregó durante una conferencia telefónica sobre el próximo viaje del presidente Barack Obama a Jamaica y Panamá. Veremos si esa opinión la ratifica Obama en la Cumbre.