Venezuela

Ofensiva contra la patria de Bolívar y Sucre

Idón Moisés Chivi Vargas

10/03/2015

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Barak Obama, el premio nobel de la Paz (paz de los cementerios) ha lanzado una ofensiva política, militar y financiera contra la patria de Bolívar y Sucre.

Desde las usinas del imperio se vienen urdiendo movidas tácticas desde fuera y desde dentro de Venezuela para desgastar al presidente Maduro.

La ofensiva política se vino en envase de oposición, la militar con el golpe planeado desde iueseis y la financiera con el control de las operaciones financieras del gobierno venezolano en los EE.UU.

Que Obama declare que Venezuela es un enemigo de la seguridad nacional de los EE.UU solo puede significar una cosa: Declaratoria de Guerra.

Y si ese es el escenario, América Latina tiene mucho de qué preocuparse y porqué movilizarse para enfrentar la ofensiva del imperio de la muerte.

Por ello, las reacciones del Presidente Evo, de Correa en el Ecuador, Ortega en Nicaragua, de Castro en Cuba, del Secretario General de la OEA no solo constituyen una alarma para los pueblos de Abya Yala, sino que ante todo es el inicio de una contraofensiva revolucionaria para enfrentar dos cercos geográficos, la “Alianza del Pacifico” (Perú, Chile, Colombia y México) y el “Triángulo de Centroamérica” (Honduras, el Salvador y Guatemala).

Como se puede advertir, desde arriba y desde abajo del continente, los EE.UU. han armado un cerco territorial y político con gobiernos “amigos” (títeres) y políticas económicas lineadas al neoliberalismo. No solo eso, Perú recibirá en su territorio a 3.200 marines con armamento pesado para operaciones militares contra “la guerrilla y el narcotráfico “, según señala su orden legislativa de enero pasado.

Para mayor ilustración del significado nefasto de ese desembarco militar, baste recordar que para el caso de Manuel Zelaya en Honduras, con solo 800 marines lograron tumbar un gobierno miembro del ALBA.

Hoy la Patria Grande es víctima de una agresión que nos involucra como gobiernos y como pueblos, los “golpes suaves” han cedido su lugar a la injerencia directa, y que viene en modelos políticos militares.

El bloque continental revolucionario, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Uruguay y Brasil, tienen en sus manos, la oportunidad de infringirle una derrota histórica al imperio más cruel de la historia de la humanidad: el gobierno de los Estados Unidos de Norte América.

Por ello, las respuestas de Raúl Castro, Maduro, Ortega, Morales, y Correa es solo el comienzo de una contraofensiva revolucionaria que deberá aprender del Che, Sandino, Martí, Bolívar y Tupac Katari

El socialismo o es internacionalista o no es socialismo…

América Latina ha comprendido que ser dueño de los recursos naturales no es un hecho cualquiera, constituye la razón misma, el núcleo histórico, la medula espinal de la soberanía y la dignidad de nuestros pueblos.

La convocatoria a declarar en emergencia a los países miembros de la CELAC y la UNASUR, no solo es un acto de derecho internacional, sino el primer mecanismo del socialismo y su naturaleza internacionalista.

Solo el internacionalismo revolucionario, puede derrotar al imperialismo genocida.

Los caminos están marcados, las acciones vienen una detrás de otra.

El imperio no duerme, necesita poner de rodillas a los socialistas, cuyo mal ejemplo está cundiendo por tierras lejanas, pero tierras cuyos pueblos han visto que la dignidad no se mendiga, se toma y se hace a mano y sin permiso…

Como lo dijo presidente Evo: La unidad del pueblo será la derrota del imperio.

Un continente comienza a prenderle fuego al imperialismo norteamericano.

¡Hasta la victoria siempre!

¡Venceremos!

#ObamaYankeeGoHome

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