Venezuela

Trivialidades de un chavista trasnochado

Yldefonso Finol

28/01/2015

Opinión

^-A ⁺A

Yo no quiero que mi gobierno gaste recursos (ni pauten publicidad) en televisoras que lean el Tarot, predigan horóscopos, imiten la TV basura, y usen a la mujer como carne de cañón. ¿Dónde me quejo? ¿Dónde ejerzo la participación protagónica? ¿Dónde hago valer mi enésima parte del poder popular?

Ni apoyé ni apoyo ni apoyaré nunca la entrega de dólares casi regalados a importadores parasitarios, comisionistas corruptos, ni falsos viajeros raspacupos. Los burócratas que reparten los dólares sudados por la clase obrera petrolera no tienen autoridad moral ni política para decidir sobre esos dineros de la nación.

Los cupos en dólares con tarjeta de crédito son una aberración capitalista, discriminatoria de los más humildes que no poseen ese instrumento financiero, y alcahueta de los bancos. Todos quienes fomentaron esta sangría deben estar presos. Esta valoración vale igual para los que monopolizaron las licencias de importación cobrando coimas y entregando parte del negocio al paramilitarismo colombiano.

A propósito de esta plaga, son ellos quienes manejan el desastre de la extracción de combustible y la mafiosa operación internacional contra nuestro signo monetario, a través de “casas de cambio” que imponen un peso colombiano a 15 por bolívar, cuando el tipo de cambio oficial es de 195; todo con una pequeña ayuda del gobierno neogranadino y corruptos uniformados venezolanos.

Los chavistas que hemos largado el moño trabajando y luchando, no somos responsables del caos desatado en los aeropuertos y las líneas aéreas, deploramos lo que ocurre en Conviasa a la vista del país y el mundo. Llevo seis meses buscando un pasaje para Buenos Aires, donde mi hijo debe viajar por estudios, me han pedido hasta cien mil bolos bajo cuerda, como me niego al jaleo, pues viajan otros.

Nos resulta extraño ver tantos opositores entaparados y oportunistas sin compromiso, ocupando cargos públicos importantes, incluso en el servicio exterior, lo que de por sí constituye un récord internacional, tratándose de personas que ni siquiera residen en el país y llevan años desligados de nuestra realidad. Pero bien apadrinados, carajo!

No se debió dejar entrar al país a los ex presidentes Pastrana, Piñera y Calderón, creo que fue una muestra de debilidad y lograron su encomienda de provocadores; pero, ya que así se decidió, propongo que los dejen visitar “sus” presos, y a cambio, en un gesto de reciprocidad, las irritadas Cancillerías de Colombia y Chile, me autoricen a visitar los seis mil detenidos políticos (sobrevivientes) que viven hacinados, maltratados, torturados y aislados en las cárceles colombianas, igual para ver a mis hermanos mapuches apresados por la oligarquía racista chilena.

Soy contrario a los certámenes de belleza, pero a la bellísima y carismática Migbelis Castellanos no le perdonaron en el pantanal mayamero haberse mostrado leal, al negarse a declarar contra el Gobierno por el problema del desabastecimiento. Sin duda fue la mejor, seguida de Jamaica.

Un nuevo desertor en filas militares –supuestamente- bolivarianas. Ya hay varios en Estados Unidos, viviendo como millonarios con lo robado al erario nacional. ¿Cuántos quedarán por ahí esperando algún despecho para destaparse?

Esas zonas económicas especiales y cierta seducción por la inversión extranjera me chispean de neoliberalismo. Cómo ganaron la batalla los camaleones.

El pragmatismo sustituyó hace rato la vigilancia revolucionaria. He allí el problema.

Yldefonso Finol

Chavista Trasnochado

Sólo la verdad histórica forma pueblos libres.

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