Rupturas en las ciencias sociales
20/05/2012
- Opinión
La visita de Ernesto Laclau a Ecuador ha permitido revisar nuevamente el manejo de los conceptos políticos. Para él está claro que el “populismo” no es algo peyorativo. La movilización de masas enfrenta al institucionalismo que no responde a sus demandas; así como bajo el presidencialismo latinoamericano, son los líderes fuertes quienes garantizan los cambios. Son las derechas las que califican como “populistas” y “autoritarios” a los gobiernos de izquierda latinoamericanos, que han dejado de responder a sus intereses.
No tanto porque lo diga Laclau, sino porque la realidad de los procesos latinoamericanos de la actualidad así lo marcan, en la región también las ciencias sociales viven una época de rupturas, pues los viejos conceptos y teorías han dejado de responder a las nuevas condiciones creadas por los gobiernos de la nueva izquierda.
Hay una ciencia social que persiste en la incomprensión de la nueva era que vive América Latina, que analiza los fenómenos bajo viejos conceptos y parámetros, o que resulta funcional a los intereses de las derechas políticas e incluso a ciertas visiones norteamericanas. Es un tipo de ciencia social que, además, formulada o manejada por viejas izquierdas, frustradas porque los gobiernos que analizan ya no se ajustan a sus esquemas sobre el poder, el capitalismo o su visión sobre las “clases subalternas”, se vuelve engañosa para quienes confían en sus tesis y argumentos.
De manera que en Argentina, Bolivia, ECUADOR y Venezuela, para resaltar a los países donde los procesos transformadores están mejor consolidados, también en las ciencias sociales se refleja una batalla por las ideas. Y en Ecuador, cierta politología conceptual y a veces meramente periodística, ha abandonado toda rigurosidad basada en fundamentos históricos.
Lo cierto es que los gobiernos de la nueva izquierda han marcado un nuevo ciclo histórico en América Latina. No se trata solo de un momento “postneoliberal”, con refuerzo del Estado y de las políticas sociales, pero que sigue en el mismo marco del capitalismo, como algunos investigadores plantean. Peor aún de gobiernos “populistas”, que ejercitan un “hiperpresidencialismo” que afecta la “institucionalidad” y que, incluso manifiestan una “deriva” o “peligro autoritario”. Y mucho menos que, por tanto, se viva bajo regímenes que “atentan” contra las libertades, “violan” derechos o “criminalizan” las protestas sociales. ¿No es eso lo que piensan las derechas?
Publicado en El Telégrafo, Ecuador, lunes 21 de mayo de 2012
- Juan J. Paz y Miño Cepeda, historiador ecuatoriano, es coordinador del Taller de Historia Económica. http://puce.the.pazymino.com
https://www.alainet.org/en/node/158112
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