Asesinato de Facundo Cabral debe ser esclarecido
08/07/2011
- Opinión
El día de hoy Guatemala suma otro hecho a su tragedia. Tristemente en nuestro país, uno entre todos los que llevaba en su corazón y en su tristeza pero también en su esperanza Facundo Cabral, mi hermano, mi amigo, nuestro poeta, nuestra voz, nuestra canción, es asesinado. Lo lloro, lo lloramos y a todos los hombres y mujeres sensatas de Guatemala nos indigna su muerte.
Expreso ante este suceso mi más enérgica condena y exijo al gobierno y a las autoridades correspondientes la inmediata, profunda y estricta investigación para dar con los autores materiales y mediatos de este cobarde hecho. Por la forma en que ocurrió el asesinato, ninguna duda queda que fue una acción profesionalmente planificada y ejecutada. Este abominable crimen debe ser totalmente esclarecido por las siguientes razones:
1. Facundo Cabral, era un hombre de profundas convicciones y comprometido con la causa de los pueblos; crítico del estatus quo histórico de la mayoría de pueblos latinoamericanos: hambre, pobreza, injusticia social, exclusión, discriminación, criminalización, genocidio. Actuación que en nuestro país ha sido perseguida y eliminada como práctica de Estado y de poderes recalcitrantes en muchos momentos de la historia. Hasta ahora no ha sido totalmente erradicada y es latente.
2. Guatemala hoy vive un proceso electoral en el cual se juegan muchos intereses tanto tradicionales como obscuros. Un crimen de este tipo pretendería con mayor fuerza mostrar una realidad social que se caracteriza por la violencia exacerbada y la incapacidad del Estado de encararla. Es propicio a una mayor indignación y por lo tanto a elevar la expectativa sobre propuestas electorales acordes con el uso de la fuerza y la violencia para, en teoría, enfrentarla.
Si fuera alguna de estas razones las que motivó este asesinato es aún más reprochable. No se puede seguir actuando como en el pasado, es decir irrespetando los fundamentales derechos humanos, el de la libre expresión del pensamiento en este caso, y ninguna muerte, absolutamente ninguna puede ser usada con fines aviesos.
Guatemala atraviesa momentos críticos que demandan acciones que van más allá de los discursos. Nadie sensato tiene que sacar provecho de esta tragedia, de una situación en la que son las personas las que se juegan la vida, y el país, la gobernabilidad, la democracia y las garantías a los derechos humanos fundamentales.
Hoy más que nunca se debe tomar conciencia de la necesidad de encarar la violencia y la impunidad, tanto la que hoy tiene en vilo al país y que obviamente tiene responsables como la que ha prevalecido sobre los crímenes del pasado. Ninguna duda cabe que el sistema de impunidad y la violencia de hoy tienen una conexión indiscutible con la impunidad y la violencia del pasado.
Me solidarizo en este momento de tristeza e indignación con la familia del extraordinario Facundo Cabral, con el pueblo argentino, con los millones de latinoamericanos que le acogieron en su corazón, el fue de los que llevó siempre consigo, hasta esta hora trágica, también el dolor de los guatemaltecos, particularmente el del pueblo Maya. Él era de los nuestros y será de los de siempre: un HOMBRE de Paz.
Rigoberta Menchú Tum
Premio Nobel de la Paz
https://www.alainet.org/en/node/151099?language=es
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