La guerra de las manzanas

21/01/2011
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

La manzana es una fruta muy saludable, con fuertes dosis de vitamina C, azúcares y pectina (sustancia que, según las investigaciones más recientes, inhibe el desarrollo del cáncer). Al margen de sus cualidades alimenticias, a la manzana se le asocia con distintos acontecimientos –ficticios o reales– que han afectado de diversas formas al mundo. Baste mencionar que fue la manzana que Eva entregó a Adán y que éste comió, la causa –indirecta– de los males del mundo. Y cómo olvidar el cuento de los hermanos Grimm, Blancanieves y los siete enanos, en el que la reina, cegada de envidia por la belleza de Blancanieves, obliga a ésta a comer una manzana envenenada, que la deja inconsciente, como si estuviera muerta, hasta que un príncipe la rescata y logra que despierte.

En el terreno de la ciencia, la manzana que cayó en la cabeza de Isaac Newton, es responsable –también de manera indirecta– de la ley de la gravitación universal. Cuentan que Newton, cuando recibió el impacto de la manzana exclamó: “¿por qué la manzana siempre desciende perpendicularmente hasta llegar al suelo?”

 En el ámbito de los negocios, la manzana también ha dado mucho de qué hablar, sea porque es el emblema de la empresa que crearon los Beatles en 1968 –para invertir una parte de sus enormes ingresos, tratando de lidiar con las autoridades fiscales–, o bien porque también es el símbolo de la corporación de computadoras, iPods, iPhones, iPads y iTunes que hacen las delicias de chicos y grandes. Cierto, la manzana de Apple Corps –la empresa de los Beatles– es verde y redonda, en tanto la de Apple Inc. –la de las compus y otros gadgets– es una manzana mordida en el lado superior derecho, generalmente de color blancuzco-gris. Aun cuando la empresa de los Beatles antecedió a la de Steve Jobs, se podía anticipar una disputa entre ambas, en particular porque, a pesar de que en sus orígenes tenían giros distintos –una, dedicada sobre todo a la música, y la otra abocada especialmente a la computación–, a medida que los avances tecnológicos y la posibilidad de bajar música para escucharla en los gadgets de novedad se convirtieron en el pan de cada día, era inevitable el choque de trenes. Al final, sin embargo, todo parece indicar que se impuso la lógica del mercado siguiendo aquella máxima que dice que “si no puedes con el enemigo, ¡únetele!”, o mejor todavía: “¡deja que te compren!”

Actividades empresariales de los Beatles

Es evidente que el éxito de los Beatles en los años 60, se tradujo en ingresos millonarios para la agrupación. Siendo nacionales de un país civilizado, es decir, uno en el que todos pagan impuestos, los Beatles corrían el riesgo de que el fisco inglés se quedara, por la vía de la tributación, con gran parte de las ganancias del grupo, de hecho, los ingresos de la banda eran gravados, por las autoridades fiscales, a una tasa del 90%, esto porque las autoridades de la Gran Bretaña privilegiaban descargas fiscales a las empresas por encima de los ingresos individuales.1 De ahí que Brian Epstein, su representante, ideara opciones encaminadas a invertir esos recursos en actividades lucrativas.

 

Epstein no era un hombre de negocios experimentado ni estaba relacionado con el mundo de la música, fuera de la sección musical de la tienda departamental de sus padres que él administraba hasta antes de su célebre visita a la Caverna, donde conoció al cuarteto de Liverpool. Sin embargo, dado su entusiasmo, se ganó la confianza de los integrantes del grupo, quienes, tras la firma de un convenio mediante el cual Epstein formalmente fungiría como representante de la banda por cinco años (de 1962 a 1967), estuvieron de acuerdo en otorgarle el 25% de sus ingresos netos. A cambio de esta generosa asignación de recursos, Brian Epstein resolvería cualquier requerimiento que George, Paul, John y Ringo pudieran tener, a través de la empresa Nems Ltd., misma que el representante de los Beatles creó un poco después de conocerlos.2 Si bien otros artistas firmaron con Nems, la devoción y la atención que Epstein prodigaba a los Beatles era evidente.

 Así, si alguno de los integrantes del grupo quería comprar un coche o una casa, bastaba con que lo solicitara a Nems, y la empresa se hacía cargo. Los integrantes de los Beatles carecían de experiencia en los negocios y era mucho más cómodo dejar que Nems y Epstein asumieran este tipo de tareas. Esto explica por qué en medio de la llamada beatlemanía los miembros del grupo realizaron tan pocas inversiones.

Northern Songs, ATV y Michael Jackson

Con todo, no está de más recordar que en 1963 nació Northern Songs, empresa fundada por los Beatles, Brian Epstein, y el editor de música Dick James para publicar la música escrita por John Lennon y Paul McCartney. La empresa también publicó las primeras canciones de George Harrison y de Ringo Starr. En 1965, debido a las disposiciones tributarias tan onerosas de la Gran Bretaña –ya referidas–, se tomó la decisión de convertir a Northern Songs en una empresa pública, para lo cual fue reorganizada, de manera que Lennon y McCartney, cada uno, adquirieron el 15% de sus acciones, Brian Epstein el 7.5%, James y su socio Emmanuel Charles Silver el 37.5%, y el resto fue cotizado en la Bolsa de Valores de Londres. A la muerte de Epstein, John y Paul buscaron renegociar su participación en Norhern Songs para lo cual se reunieron con James en un encuentro muy ríspido que derivó en que éste vendiera sus acciones a la empresa británica Associated TeleVision (ATV). Esto, en otras palabras, significaba que las canciones escritas por Lennon y McCartney no eran legalmente suyas, y aun cuando intentaron impedir la compra por parte de ATV, no tuvieron éxito.3

Puesto que el contrato que mantenían con Northern Songs estipulaba que John Lennon y Paul McCartney debían seguir produciendo canciones hasta 1973, ambos decidieron vender sus acciones a ATV en octubre de 1969 a razón de 3.5 millones de libras esterlinas, en tanto George Harrison y Ringo Starr optaron por mantenerlas en la misma corporación.4 Así, ATV mantuvo el control de la mayor parte del catálogo de las canciones de los Beatles hasta 1985, cuando la empresa fue puesta a la venta.

Unos años antes, entre 1981 y 1983, Paul McCartney estableció una importante relación profesional con Michael Jackson, de manera que ambos grabaron tres canciones, dos para el disco de McCartney, Pipes of Peace, y uno para el celebrado disco de Jackson, Thriller. En el primer caso, McCartney y Jackson grabaron Say, Say, Say y The Man, en tanto que para el disco Thriller, produjeron The Girl Is Mine.

Durante la grabación de Say, Say, Say –entre mayo y septiembre de 1981– que fue escrita por ambos músicos, Jackson se alojó en la casa de Paul y Linda en Londres. En ese marco, Jackson y McCartney entablaron amistad y se cuenta que una noche Paul mostró a Michael un catálogo de todas las canciones cuyos derechos poseía, explicando a Jackson que esa era una buena inversión, dado que cada vez que alguien grababa o interpretaba dicha canciones, McCartney recibía regalías. También existe la versión de que Jackson, impresionado con lo que McCartney le dijo, replicó: “algún día compraré las canciones que tú y Lennon escribieron”, y que Paul simplemente lo tomó como un

Pues bien, en noviembre de 1984, cuando se anunció que el catálogo de los Beatles en posesión de ATC sería puesto a la venta, Jackson decidió participar en la subasta. Michael comentaba en ese entonces: “yo me considero músico y también hombre de negocios y tanto Paul como yo conocemos lo difícil que es el mundo empresarial y la importancia de publicar, de las regalías y de la dignidad de escribir canciones”.6 Sobre este episodio existen numerosas versiones, incluyendo una que señala que Michael procedió a hacer una oferta por el catálogo de las canciones de los Beatles sin consultar a McCartney. Hay otra que refiere que la propia Yoko Ono motivó a Jackson a adquirir el citado catálogo. Y hay una más según la cual McCartney trató de convencer a Yoko de participar de manera conjunta en la puja, para evitar que Jackson ganara. Sin embargo, según Brian Southall, quien desarrolló una documentada investigación en torno a todos los errores que llevaron a que Lennon y McCartney y/o sus herederos perdieran los derechos sobre las canciones que escribieron, el abogado de Michael Jackson habló tanto con McCartney como con Yoko pidiéndoles que hicieran una oferta en la subasta, a lo que ambos se negaron. Southall explica que McCartney consideraba que el precio que tendría que pagar por el catálogo era demasiado alto. En el caso de Yoko, ella no quería quedarse con el copyright de canciones de “otros Beatles”.7 Así, la mesa estaba puesta para que Michael Jackson participara en la subasta y ganara.

A diferencia de los Beatles, cuando el grupo se encontraba en su apogeo y George, Paul, John y Ringo mostraban poco interés por hacer negocios, Jackson, desde temprana edad, tuvo un marcado interés por invertir parte de sus ganancias en actividades lucrativas. En el momento en que ATV anunció la venta del catálogo de las canciones de los Beatles, surgieron rumores sobre el precio de la transacción, que iba desde los 39 hasta los 60 millones de dólares. Jackson, aconsejado por su representante y abogado, John G. Branca –responsable de reunir el millón de dólares que costó la producción del célebre video de la canción Thriller–, sugirió la suma de 46 millones de dólares para contender por el catálogo de referencia.8 Al final, en medio de la puja, Jackson accedió a elevar su propuesta a 47 mil 500 millones para quedarse con los derechos de unas 250 canciones de Lennon y McCartney y también algunas de Elvis Presley y Little Richard. En unos cuantos años, el valor del catálogo de los Beatles se elevó a 400 millones de dólares, asegurando el futuro financiero de Michael Jackson, inclusive en los momentos en que más problemas económicos enfrentó, en parte por su excéntrico estilo de vida. En 1995, Jackson vendió el 50% de las acciones que adquirió de ATV a Sony Music por 150 millones de dólares. Esta venta permitió también la creación de Sony/ATV. Cabe destacar que el catálogo de las canciones de Michael Jackson no es parte de Sony/ATV sino que se le administra por separado.

De Northern Songs a Apple Corps

En los años 60, la mercancía alusiva a los Beatles –dirigida especialmente a adolescentes– generaba millones de dólares o libras, y este fenómeno era algo nuevo en la historia de la música popular, puesto que el éxito de un cantante o agrupación solía medirse en función de los discos que vendía. La mercadotecnia de aquellos años no era como hoy, donde la memorabilia puede producir tantos o más ingresos que la música y/o los conciertos en que participan las celebridades del rock, el pop y otros. Hoy los sitios de subastas como eBay cotizan cuatro muñecos de los Beatles que la empresa Remco dio a conocer en 1964, en mil 200 dólares, pero en aquellos años, cuando eran la novedad, costaban unos cuantos dólares: pocos se habrían imaginado que el valor de estos souvenirs podría alcanzar precios tan altos.9

Para poner en contexto la visión de negocios que tenían los jóvenes integrantes de los Beatles, es importante destacar la camaradería que imperó en el grupo, especialmente en la primera mitad de la década de los 60, porque las decisiones que se tomaban, generalmente eran por consenso, aunque también esto inhibía cualquier iniciativa individual que pudiera dañar la manera en que los miembros del cuarteto de Liverpool echaban a andar una u otra iniciativas. También es cierto que las giras que realizaba la banda, resultaban agotadoras, y que cuando éstas terminaron en 1966, George, Paul, John y Ringo tuvieron más tiempo para pensar en otros proyectos, como los financieros, por ejemplo.

A finales de ese año, los asesores financieros de la banda, comenzaron a explorar opciones de inversión. Estos explicaron a los integrantes de los Beatles que tendrían que pagar impuestos anuales por la cantidad de tres millones de libras esterlinas, a menos que invirtieran en algún negocio.10

La creación de Beatles and Co. en abril de 1967 fue la primera iniciativa encaminada a generar una estructura financiera para el grupo. Cierto, previamente existía Beatles Ltd., sólo que la novedosa entidad permitiría que cada integrante fuera dueño del 5% de las acciones, en tanto una nueva empresa que vendría a ser Apple Corps propiedad de los Beatles, tendría el control del 80% restante de las acciones de Beatles and Co.11

Este episodio coincidió con diversos problemas que enfrentaban tanto Epstein como Nems, atribuibles al estilo de vida del representante de los Beatles incluyendo su homosexualidad y el consumo creciente de estupefacientes. El cuarteto de Liverpool estaba al tanto de que otros artistas menos exitosos, habían asegurado contratos más lucrativos que los que Epstein les había conseguido, pese a lo cual, y aun con el próximo vencimiento del contrato signado por ambas partes, ninguno de los miembros del grupo externó su deseo de despedir a Epstein –el contrato vencía en agosto de 1967–. Así que en lugar de reclamar a Epstein por su desordenada vida personal y los malos contratos que suscribió para los Beatles, éstos se dedicaron a planear las inversiones en un negocio que fuera digno complemento de la imagen del grupo, y que además incrementara la seguridad financiera de cada uno de sus integrantes Y en esas estaban, cuando justamente en ese mes, el día 27, Epstein fue encontrado muerto debido a una sobredosis de estupefacientes. Este trágico suceso aceleró la suerte de la naciente Apple Corps dado que la lealtad que los Beatles tenían hacia Nems, ya no tenía tanto sentido sin Epstein. Así, Apple Corps empezó a materializarse a través de proyectos como la película Magical Mistery Tour que fue filmada y editada de manera muy accidentada en diversas locaciones entre septiembre y noviembre de ese año.12

Con todo, Apple Corps carecía de una estructura formal, y de personal de base y, de hecho, en sus primeros meses de vida, no tenía sede ni oficinas. Pese a estas importantes carencias, también en noviembre de 1967, los Beatles anunciaron a los medios la creación de la Apple Boutique –donde, en palabras de Ringo Starr, se vendían “calzoncillos baratos”–, que probó ser un gran generador de pérdidas, pero que junto con el establecimiento de Apple Tailoring, dejaba entrever que pese a su desconocimiento sobre cómo hacer negocios, el cuarteto de Liverpool estaba decidido a involucrarse en el mundo empresarial.

Así las cosas, en enero de 1968, Apple Corps comenzó a operar, teniendo como punta de lanza a Apple Records, pero incluyendo tambiéndivisiones de electrónica, películas, editoriales, etcétera. Los 60 eran momentos de euforia “revolucionaria” o, al menos, contestaria, y en ese marco los Beatles anunciaron que se pretendía que Apple Records apoyara a nuevos talentos, quienes únicamente deberían presentarse en las oficinas de la flamante empresa para recibir el apoyo que necesitaban, en lugar de implorar oportunidades a otras corporaciones que seguramente no les harían caso. Como era de esperar, cientos de personas acudían a la Apple Records para solicitar recursos que utilizarían en diversos proyectos musicales. Muchos de ellos obtuvieron lo que pidieron, y ya no regresaron.

Asimismo, los empleados de la corporación incurrían de manera abusiva en gastos de todo tipo con cargo a la empresa. Tuvo que pasar algún tiempo antes de que Apple Corps empezara a operar de manera apropiada. A ello había que sumar las fuertes tensiones imperantes en el grupo, que dejaban entrever su disolución.

El noveno disco de estudio de los Beatles, conocido como The White Album fue el primero del grupo lanzado bajo el sello de Apple Records y se estima que vendió 30 millones de copias en todo el mundo. De ahí en adelante, las producciones discográficas del cuarteto de Liverpool, aparecerían igualmente bajo ese sello. Pero cuando la agrupación se desintegró, surgieron nuevos problemas.

Como es sabido, en 1970 los miembros de los Beatles decidieron seguir otros senderos en el mundo de la música y en consecuencia, Apple Corps quedó inmersa en un gran caos que sólo se pudo solventar luego de varios años de litigios en los tribunales. Cuando legalmente la sociedad de los Beatles quedó disuelta en 1975, se planteó la posibilidad de poner fin también a Apple Corps, aunque esto no sucedió y se optó por mantenerla, aunque liquidando todas sus divisiones. Así, a la fecha, la propiedad de la empresa sigue recayendo en los Beatles sobrevivientes (McCartney y Starr) y en los herederos de John Lennon y George Harrison. Pero la historia de los problemas de la empresa, esta vez con terceros, continuaría.

Una de las disputas más célebres de Apple Corps fue con la empresa EMI y Capitol –ésta última, encargada de distribuir los discos de los Beatles en Estados Unidos–, por el tema de las regalías que la(s) segunda(s) presumiblemente debía(n) a la primera. El litigio comenzó en 1979 y se basó en, el caso de la querella contra EMI, en la falta de transparencia en torno a los ingresos obtenidos a través de sus artistas. Los Beatles sobrevivientes y los herederos alegaban que había un adeudo de 10 millones de libras esterlinas. En 1991, nuevamente EMI fue demandada para evitar que diera a conocer un paquete con dos álbumes de los Beatles. Y en 2005, otra vez los Beatles sobrevivientes y los herederos llevaron a EMI a los tribunales, de nueva cuenta por el tema del adeudo de regalías aunque por un valor de 30 millones de libras que se descubrió tras una auditoría de los estados contables de Apple Corps. Las partes llegaron a un acuerdo mutuo en 2007, sin que se conozcan los detalles.13 

Salvada esa querella, Apple Corps se enfrentaría a otra muy importante, esta vez con la corporación Apple Inc. que iría más allá del logotipo de esta empresa, aunque valdría la pena referir por qué la corporación de compus y gadgets de novedad que tiene su sede en Cupertino, California, utiliza una manzana mordida como emblema. Los más pragmáticos sugerirían cambiar de logotipo y ya. Pero como se verá a continuación, la guerra de las manzanas no fue sólo por manzanas.

Steve Jobs y el logo frutal

Para entender la historia de la empresa de la manzana mordida es necesario hablar de su creador, Steve Jobs. Un dato a destacar es que los íconos de la computación, los programas de cómputo y las redes sociales, incursionaron en cada una de esas áreas siendo muy jóvenes. William “Bill” Gates, por ejemplo, logró registrar la marca “Microsoft” a la edad de 21 años en Nuevo México. El joven maravilla de moda, Mark Zuckerberg, dio a conocer Facebook en 2004, cuando tenía 20 años de edad. En el caso de Steve Jobs (quien nació en el mismo año que Gates, esto es, en 1955), fundó, a los 21 años, la empresa Apple –en abril de 1976– al lado de Steve Wozniak (que contaba con 26 años) y Ron Wayne. Estos jóvenes se propusieron producir computadoras a bajo costo en módulos de plástico, en lugar de las cajas metálicas que en ese tiempo albergaban a las microcomputadoras. Otra aportación importante de Apple al mundo de la computación, fue la creación de sistemas operativos muy sencillos y que, a la postre, serían adoptados por las empresas de las “PCs.” Desde su nacimiento y hasta 2007, la empresa se denominó Apple Computer, pero dada su expansión al mercado de productos electrónicos y sobre todo gadgets, cambió su nombre desde entonces por el de Apple Inc.

El éxito de la empresa, a pesar de las pésimas decisiones que tomó en la década de los 90, se atribuye a dos factores: el cuidado estético de sus productos y buenas campañas publicitarias que llevan a que los consumidores se mantengan, en general, fieles a la corporación. Para los especialistas en el sector se considera que un momento clave en el despunte de la empresa aconteció en 1984, gracias a un anuncio comercial dirigido por el cineasta Ridley Scott y transmitido en el tercer cuarto del Super Bowl XVIII. El comercial, dirigido contra la principal empresa competidora de Apple en ese tiempo, esto es, IBM, recurrió a la novela 1984 de George Orwell, evocando un futuro en el que un “hermano mayor” –léase IBM– dictaba los pensamientos de las personas, restringiendo su libertad de elegir. Gracias a este anuncio, los productos de Apple, en particular la célebre Macintosh, ganaron notoriedad entre los consumidores potenciales.14

Por supuesto que el mercado que más le interesaba dominar a Apple Computer era el de las corporaciones y su conquista la logró justamente con la computadora Macitonsh, de manera que hacia 1988 ya había vendido su primer millón de estos artefactos, y el 70% de ellos eran adquiridos por empresas, las que valoraban la facilidad con que se les podía utilizar.15

Como es por todos conocido, las grandes empresas suelen verse involucradas en querellas jurídicas por plagios y Apple Computer no fue la excepción. Xerox Corporation demandó a la corporación de la manzana mordida en 1989 argumentando que el software de Macintosh usaba tecnología patentada por aquella. Si bien Apple Computer reconoció que se había basado en la plataforma de Xerox, argumentó en los tribunales que gastó muchos recursos para adaptar esa tecnología en beneficio de Macintosh, ganando el juicio. Claro que no tuvo tanta suerte cuando demandó a Microsoft y Hewlett-Packard por violaciones al copyright desarrollado por Apple Computers. En este caso, los tribunales resolvieron que no bastaba con que existieran similitudes en la “apariencia” sino que era necesario que se contara con aspectos “específicos” detallados en los programas originales por sus creadores, a fin de poder tener protección legal (increíble ¿no?).

Lo que casi llevó a la ruina a Apple Computer en los 90, no fue la competencia de otros gigantes de la computación y el software, sino las terribles decisiones de sus ejecutivos, entre las cuales se optó por entregar licencias de fabricación a diversas corporaciones, lo que condujo a la aparición de “clones” de las computadoras originales, a un costo enorme para la empresa. Asimismo, Apple Computer incursionó en el mercado con otros productos bastante inútiles (¿alguien recuerda al tristemente célebre Newton, ese aborto de personal digital assistance –PDA– que al final generó temores en la propia empresa de que pudiera dañar el mercado que tenía Macintosh?).

Steve Jobs, quien había abandonado Apple Computer en 1985 luego de una serie de disputas a nivel gerencial, creó otra corporación también en el terreno de las computadoras: NeXT Computer. Las innovaciones que Jobs logró desarrollar en NeXT Computer fueron determinantes para que, tras la crisis que enfrentó Apple Computer en los 90, ésta adquiriera todas las acciones de aquella, logrando así el regreso de Jobs a la corporación de la manzana mordida en 1996, donde ha permanecido al frente hasta el día de hoy.

Pero ¿de dónde le vino a Jobs la idea de llamar a la empresa que co-fundó Apple y en usar el logotipo de la manzana mordida? Hay varios argumentos, algunos que rayan en leyendas urbanas. Por ejemplo, se dice que la manzana es la fruta favorita de Jobs. Otra posibilidad es que los Beatles son su grupo favorito. Pero hay más: cuentan que el padre de Jobs era agricultor y que vendía frutas, entre ellas, manzanas, lo que explicaría por qué es la favorita de este personaje. Tambien se habla de un homenaje de Jobs al científico británico Alan Mathison Turing, a quien se le considera el padre de la computación, y que fue encontrado muerto en su recámara el 8 de junio de 1954. Dado que Turing era homosexual y la legislación británica consideraba la homosexualidad como delito, fue condenado a “castración química” con inyecciones de hormonas para reducir la libido. La otra opción que tenía Turing era ir a la cárcel. Se especula entonces que las consecuencias de esas inyecciones hicieron estragos en su salud y que por ello se suicidó con cianuro. Dado que al lado de la cama en que yacía se encontró una manzana mordida –la que, por cierto, nunca fue revisada para determinar si contenía cianuro o no–, se piensa que decidió quitarse la vida con una manzana envenenada. De hecho algunos de sus biógrafos dicen que como la historia favorita de Turing era Blancanieves, quiso morir imitando el sueño casi mortal de tan célebre personaje. 16 La veracidad de esta historia y el impacto que puede haber tenido en Jobs se corrobora con el logotipo empleado para la microcomputadora Apple II, donde aparece la manzana mordida con la bandera del arcoíris, esto supuestamente para enfatizar que el monitor del ordenador era a color.

Apple vs Apple

El logo de Apple Corps fue una idea de Paul McCartney, quien estaba impresionado con las pinturas sobre manzanas del pintor belga René Magritte –una especie de Martha Chapa, toda proporción guardada. Pero seguramente que en aquellos años, ninguno de los Beatles se imaginaba lo que estaba por venir, y menos que un fabricante de computadoras adoptaría el mismo nombre de su empresa y que, para colmo, utilizaría el logo de la manzana, sólo que mordida (los creadores de Los Simpson fueron más allá: en el séptimo episodio de la vigésima temporada de la serie titulado “Mypods and Boomsticks”, se hace una ingeniosa parodia a la empresa de Steve Jobs –o Steve Mobbs, es decir, “mafioso”–, y el logo que ahí aparece es una manzana mordida por ambos lados).

No bien había nacido Apple Computer cuando, en 1978 enfrentó la primera demanda de parte de Apple Corps por el tema del nombre y el logotipo, argumentando que eran marcas registradas de la segunda. El litigio terminó en 1981 cuando Apple Computer pagó unos 80 mil dólares a Apple Corps, comprometiéndose a no invadir el campo de acción de la otra (es decir, Apple Computer no incursionaría en el mundo de la música y Apple Corps no irrumpiría en el terreno de la computación). La siguiente querella tuvo lugar en 1989, luego de que Apple Computer introdujera capacidades de grabación de audio –los famosos archivos MIDI– en sus computadores, con lo que, según Apple Corps se estaba incurriendo en una violación del acuerdo de 1981. Esta querella terminó a favor de Apple Corps cuando la empresa de la manzana mordida accedió a no incluir hardware musical en sus computadoras Macintosh.17

La siguiente controversia fue en 1991, y de nueva cuenta estuvo relacionada con la inclusión, en las computadoras de la corporación de Cupertino, de un sistema para reproducir físicamete material musical. El acuerdo de 1981 otra vez fue invocado y Apple Computer tuvo que desembolsar 26.5 millones de dólares en beneficio de la empresa de los Beatles.

Ciertamente la disputa más severa ocurrió a partir de 2003, cuando el logo de la manzana mordida fue introducido en la tienda de música en línea iTunes. Con el argumento del acuerdo de 1981 bajo el brazo, Apple Corps se fue a los tribunales, pero en esta ocasión no tuvo éxito. Las cortes dieron la razón a la empresa de Steve Jobs, argumentando cláusulas del acuerdo de 1981, según las cuales “las partes reconocen que ciertos bienes y servicios en el ámbito de acción de Apple Computer son capaces de transmitir contenidos en el ámbito de acción de Apple Corps”. Asimismo, la corte ordenó a Apple Corps pagar a Apple Computer los costos legales de esta querella por un monto de dos millones de libras esterlinas, aunque esto quedó pendiente tras el anuncio de los ejecutivos de la empresa de los Beatles de que apelarían el fallo.18

Cabe destacar que esta disputa evitaba que el catálogo de los Beatles estuviera disponible en la tienda iTunes. De ahí que ambas empresas siguieran negociando hasta que finalmente llegaron a un acuerdo en 2007 mediante el cual Apple Inc. quedaría en posesión de todas las marcas registradas relacionadas con Apple y otorgaría licencias de algunas de esas marcas a Apple Corps para su uso. Este acuerdo significa que la empresa de Jobs compró los derechos de marca registrada a la empresa de los Beatles por una suma estimada entre 400 y 500 millones de dólares.19 Con este acuerdo en la bolsa, era sólo cuestión de tiempo antes de que el catálogo de los Beatles, ya remasterizado, estuviera disponible para su venta en iTunes.

Y es que el futuro de la música –la de antaño y la de hoy– no parece que perdurará en un formato físico. Todos los días se comenta que la venta de música en formato físico como los CDs o en los acetatos de colección (sí, todavía existen), está en picada y, en contraste, la que se puede adquirir en línea, va al alza. iTunes tiene una base de 160 millones de usuarios en 23 países que pagan por las canciones que ahí se ofertan y es razonable suponer que el número de compradores seguirá creciendo.20 Con el catálogo de los Beatles disponible en iTunes desde el pasado 17 de noviembre de 2010, se trata de un negocio redondo, dado que el cuarteto de Liverpool, sigue vendiendo a 40 años de la desintegración del grupo, la friolera de 3.3 millones de copias (físicas) al año. De hecho, a una semana de ese suceso, los Beatles ya habían vendido dos millones de canciones y 450 mil álbumes en iTunes. Ante esto, no falta mucho para que los “renegados” que tanto despotrican contra iTunes como AC/DC, Garth Brooks, Kid Rock, Deff Leppard y Bob Seger, sucumban ante la empresa de la manzana mordida.21

Dicen que es mejor un mal acuerdo que no llegar a ninguno. Pero ¿se puede afirmar que el acuerdo entre Apple Corps y Apple Inc. es un mal acuerdo? Después de todo, hasta antes de la millonaria negociación que concluyó en 2007 con Apple Inc., la historia de Apple Corps se podría resumir en tres palabras: un completo desastre. No fue sino hasta años recientes que la empresa se pudo recapitalizar, en gran medida gracias al juego de video The Beatles: Rock Band y a la publicación remasterizada del catálogo de las canciones de los Beatles. Por lo tanto, por primera vez la corporación concebida por los Beatles ahora sí parece estar cumpliendo su cometido y sería un buen momento para destapar una botella de sidra y que tanto Jobs como los ejecutivos de Apple Corps hagan un brindis aderezado con muchas manzanas.

Claro, todo tiene un lado oscuro. En este caso, es evidente que iTunes se convierte en ese Big Brother que todo lo decide, o al menos, que determina dónde adquirir música en formato digital. Jobs podrá argumentar que iTunes es sólo una plataforma para que los amantes de todo tipo de música puedan acceder a ella en un mismo sitio. Pero habrá que analizar más detenidamente si, por ejemplo, la empresa de Carlos Slim, Mixup está en condiciones de competir con esa monstruosa manzana mordida (aunque claro, los Sanborn’s de Slim venden tarjetas prepagadas de iTunes para bajar música desde su portal en línea).

Por otra parte, no hay que olvidar el tema de las regalías. Cierto, con el acuerdo de 2007, Paul McCartney y Ringo Starr más los herederos de John Lennon y George Harrison, pueden hinchar sus bolsillos con millones de dólares. Aun así, de cada canción del catálogo de los Beatles que se vende en iTunes, el 50% de las regalías va a parar a manos de Sony/ATV y el otro 50% a los herederos de Michael Jackson. Lo dicho: nadie sabe para quién trabaja.

Notas

1 Era un sistema tributario verdaderamente draconiano. Véase Stefan Granados (2002), Those Were The Days-The Beatles Apple Organization, London, Cherry Red Books, capítulo 1.

2 Ibid.

3 Brian Southall con Rupert Perry (2008), Northern Songs: The Truw Story of the Beatles Song Publishing Empire, New York, Onmibus Press, pp. 37-68.

4 Ibid.

5 Steve Marinucci (June 27th, 2009), “How Michael Jackson adquired the Beatles catalogue: a short outline”, en National Examiner, disponible en: http://www.examiner.com/beatles-innational/ how-michael-jackson-acquired-the-beatles-catalog-ashort- outline

6 Ibid.

7 Brian Soithall con Rupert Perry, Op. cit., pp. 75-83.

8 Robert Hilburn (September 22, 1985), “The Long and

Winding Road
”, en Los Angeles Times, disponible en http://www.latimes. com/entertainment/news/music/la-et-hilburn-michael-jacksonsep22,0,452154. story?page=4

9 Véase en el sitio de subastas de eBay http://cgi.ebay.com/4- RARE-ORIGINAL-1964-BEATLES-SET-SMALL-DOLLS-/140488 400718?pt=LH_DefaultDomain_2&hash=item20b5c2df4e#ht_ 996wt_905.

10 Stefan Granados, Ibid.

11 Ibid.

12 Ibid.

13 BBC News (16 December 2005), “Beatles sue EMI in royalties row”, disponible en http://news.bbc.co.uk/2/hi/entertainment/ 4535330.stm

14 Michael Dougherty (May 25, 2010), “The History of Apple Inc.”, en Bright Hub, disponible en http://www.brighthub.com/computing/ mac-platform/articles/65346.aspx

15 Véase Apple Computer Inc, disponible en http://www.fundinguniverse. com/company-histories/Apple-Computer-Inc-Company- History.html

16 Sobre las posibles razones por las que Jobs optó por usar una manzana como logotipo de la corporación que co-fundó y preside, véase Carlos Esteban (20 agoto 2007), “Historia del logo de Apple”, disponible en http://www.tengounmac.com/historiadel-logo-de-apple.html

17 Tom Hormby (2007.01.10), “What’s in a name? Apple Corp vs Apple Computer”, disponible en http://lowendmac.com/orchard/07/0110.html

18 Ibid.

19 Ian Paul (September 9, 2009), “The Beatles and iTunes: A Complicated History”, en PC World, disponible en http://www.pcworld.com/article/171643/the_beatles_and_itunes_a_complicated_ history.html

20 Ian Paul (17 November 2010), “The Beatles are on iTunes, So Who’s Next?”, en PC World, disponible en http://www.pcworld. com/article/210917/the_beatles_are_on_itunes_so_whos_next.

html?tk=mod_rel

21 Miguel Michán (16 de noviembre de 2010), “¿Los Beatles muerden finalmente la manzana?”, disponible en http://www.applesfera.com/apple/los-beatles-muerden-finalmente-la-manzana.

 

- María Cristina Rosas es profesora e investigadora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México  

http://www.etcetera.com.mx/articulo.php?articulo=6215

https://www.alainet.org/en/node/146986
Subscribe to America Latina en Movimiento - RSS