El cambio de paradigma

26/12/2010
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
El gobierno cubano prepara una nueva forma para su sociedad. Su ideal de socialismo de 50 años se sustituye al borde de la quiebra económica. Para superar la crisis la Isla se aleja de los esfuerzos colectivos y seguridades del socialismo de futuro. Una vez más un país tropieza con las dificultades para construir el socialismo, tarea donde Cuba sigue siendo la principal experiencia.  
 
El presidente Raúl Castro habló con franqueza en la Asamblea Nacional del Poder Popular sobre los problemas de la economía y el ‘Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución’ (1). Expresó: “Es necesario cambiar la mentalidad de los cuadros y de todos los compatriotas al encarar el nuevo escenario que comienza a delinearse. Se trata sencillamente de transformar conceptos erróneos e insostenibles acerca del Socialismo, muy enraizados en amplios sectores de la población durante años, como consecuencia del excesivo enfoque paternalista, idealista e igualitarista que instituyó la Revolución en aras de la justicia social”. Habló de “la necesidad y la urgencia de introducir cambios estratégicos en el funcionamiento de la economía, con el propósito de hacer sustentable e irreversible el Socialismo en Cuba”. “Muchos cubanos confundimos el socialismo con las gratuidades y subsidios, la igualdad con el igualitarismo, no pocos identificamos la libreta de abastecimientos como un logro social que nunca debiera suprimirse”. Pero precisó: “Nadie debe llamarse a engaño, los Lineamientos señalan el rumbo hacia el futuro socialista, ajustado a las condiciones de Cuba, no al pasado capitalista y neocolonial derrocado por la Revolución. La planificación y no el libre mercado será el rasgo distintivo de la economía y no se permitirá […] la concentración de la propiedad”. Advirtió: “O rectificamos o ya se acabó el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos”, “se está jugando la vida de la Revolución.”
 
Cómo se llegó a esta situación. Raúl reconoce errores. “la ausencia de una cultura económica en la población, incluidos no pocos cuadros de dirección, los cuales, evidenciando una ignorancia supina en la materia, al enfrentar problemas cotidianos adoptan o proponen decisiones sin detenerse un instante a valorar sus efectos y los gastos que se generan, ni si existen recursos asignados en el plan y el presupuesto con ese destino”. Se pasó a propiedad estatal casi toda la actividad económica del país. Se dio información inexacta, se mintió y engañó, se acostumbró durante 50 años a esconder las fallas con secretismos, se abultaron las plantillas de funcionarios. No se actuó pese a que se veía que se iba a un descalabro. En 1976 Fidel expresó “lucharemos denodadamente por elevar la eficiencia de la economía, ahorrar recursos, reducir gastos no esenciales, aumentar las exportaciones y crear en cada ciudadano una conciencia económica”. En 1986 Fidel insistió. “Mucha gente no entiende que el Estado Socialista, ningún Estado, ningún sistema puede dar lo que no tiene, y mucho menos va a tener si no se produce; si se está dando dinero sin respaldo productivo. Estoy seguro de que las plantillas infladas, el exceso de dinero entregado a la gente, los inventarios ociosos, los despilfarros, tienen que ver mucho con el gran número de empresas irrentables que hay en el país […]”. Raúl reconoce hoy que Fidel “hizo lo que le correspondía […] y los demás no supimos asegurar y consolidar el avance en pos de esos objetivos”, “no fuimos suficientemente exigentes ante violaciones y errores de carácter económico cometidos por algunos dirigentes y también demoramos en rectificar decisiones que no tuvieron el efecto esperado pero supervivieron.”
El educado pueblo cubano con sus peculiaridades tampoco se comprometió con ese modelo de socialismo fraterno y riguroso que buscaba la justicia, con el estilo de vida sencillo que otros después que perdieron añoran.   
 
El Proyecto de Lineamientos es un modelo social diferente. Limita la propiedad estatal a los medios de producción fundamentales y crea una clase de empresarios con derecho a contratar personas. Cesa a quinientos mil funcionarios públicos y establece el trabajo por cuenta propia como una alternativa de empleo y elevación de la oferta de bienes y servicios a la población. En el campo apunta a asignar nuevas tierras a los productores agropecuarios eficientes que han logrado resultados destacados en la utilización intensiva de los suelos que trabajan. Para ahorrar en la importación de alimentos busca potenciar las fuerzas productivas en el campo eliminando las diversas trabas existentes. Reconoce ingresos justos y razonables para los productores agropecuarios, sin que se impongan precios abusivos a la población. Se compromete a compensar a los campesinos por sus inversiones en el caso de ser necesarias sus tierras al Estado. Concentra las actividades del Estado en lo decisivo desligándose de lo secundario, privilegiando las inversiones en las actividades de más rápida recuperación. Concibe el trabajo independiente como una fuente de ingresos tributarios. Fija como objetivos el incremento de las exportaciones de bienes y servicios, el fin de los incumplimientos y sobregiros, la reducción de gastos superfluos, la promoción del ahorro. Determina que el salario en los puestos de dirección debe estar en correspondencia con la importancia y jerarquía de los cargos. Conserva y mejora la educación y salud gratuitas. Asegura la protección mínima de la asistencia social a las personas impedidas de trabajar y cambia los subsidios a los productos por a las personas que lo necesiten. Los Lineamientos se fundamentan en la planificación y excluyen el libre mercado y la concentración de la propiedad.   
 
Raúl enmarca este cambio en los problemas teóricos del socialismo. Cita a Fidel que dijo en 2005: “Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo”. Agrega Raúl: “Si bien hemos contado con el legado teórico marxista leninista, donde científicamente está demostrada la factibilidad del socialismo y la experiencia práctica de los intentos de su construcción en otros países, la edificación de la nueva sociedad en el orden económico es, en mi modesta opinión, también un trayecto hacia lo ignoto -hacia lo desconocido-, por lo cual cada paso debe meditarse profundamente y ser planificado antes del próximo, donde los errores se corrijan oportuna y rápidamente para no dejarle la solución al tiempo, que los acrecentará y al final nos pasará la factura aún más costosa.”
 
La experiencia cubana presenta problemas y abre reflexiones. ¿Cuándo en un país hay socialismo? ¿Qué proceso es socialista y no socialdemócrata? La dispersión existente es amplia, China dice que camina al socialismo, pero la diferencia con la Cuba de 50 años es enorme.
 
Quizás hoy no hay ningún pueblo en condiciones de asumir el camino estrecho y duro del socialismo, la publicidad del consumismo capitalista ha tenido un éxito enorme. No obstante se debe tener claro lo que necesita el socialismo de futuro: Solidaridad, Sostenibilidad, Consumo racional, Explotación planificada de los recursos. Con estos criterios se puede entender si una política va o no hacia la civilización que necesita la humanidad.
 
El despido de quinientos mil personas, el campo para los privados exitosos, el derecho a contratar trabajadores para empresarios que buscan beneficios personales, son medidas de corrección para impedir que se hunda la Revolución.
 
Es un deber del gobierno cubano rectificar; y de cada socialista de futuro entender que constituye un distanciamiento forzado del modelo de relación fraterna que exige la alternativa al fascismo poscapitalista.  
 
Cuba enseña con sus éxitos, errores y rectificaciones. La historia continúa.           
 
Referencia
 
1 Ver Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la clausura del Sexto Período Ordinario de Sesiones de la Séptima Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 18 de diciembre de 2010, “Año 52 de la Revolución”. http://www.cubadebate.cu/raul-castro-ruz/2010/12/18/raul-castro-discurso-en-la-asamblea-nacional/
 
- Rómulo Pardo Silva, www.malpublicados.blogspot.com
https://www.alainet.org/en/node/146542?language=es
Subscribe to America Latina en Movimiento - RSS