Petróleo y misiles en el Atlántico Sur
Una provocación a la inglesa
16/10/2010
- Opinión
El recalentamiento militar desplegado por el Reino Unido en Malvinas significa una agresión a Argentina y una violación al orden jurídico internacional. Explotación de riquezas ajenas y maquinaria bélica, una postal conocida. Si la ONU no actúa con firmeza, una vez más demostrará que, así como está, no sirve para nada.
Las reacciones unánimes de los foros internacionales ante la política colonialista del Reino Unido, que se repiten desde hace décadas, ponen en evidencia que esas estructuras no están a la altura de las circunstancias y deben ser reformadas con urgencia, empezando por la conformación y el funcionamiento del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En ese sentido, la irrupción de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) en el escenario internacional podría significar una instancia a considerar como renovado impulso de los países de la región de cara a esa tarea impostergable.
El canciller argentino, Héctor Timerman, denunció que este país es víctima de “un ataque colonialista” y afirmó que las pruebas de misiles realizadas por el Reino Unido “son una provocación”.
El diplomático calificó como una “escalada militar” los ensayos y aseguró que tiene en su poder “un documento oficial” en el que los ingleses reconocen el uso de la tecnología bélica.
En febrero pasado comenzaron las exploraciones petrolíferas en el archipiélago y, desde hace casi dos semanas, las relaciones entre la Argentina y el Reino Unido alcanzaron un alto nivel de tensión por la decisión británica de realizar pruebas misilísticas en las islas de soberanía argentina y ocupadas ilegalmente por el Reino Unido.
En ese marco la diplomacia argentina se reunió el jueves pasado con Donatus Keith Saint Aimeé, presidente del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, quien también mantuvo un encuentro con la presidenta Cristina Fernández.
“Por primera vez en 28 años la Argentina tiene un documento que dice que se van a disparar misiles desde tierra hacia el mar en las Malvinas”, dijo Timerman.
La Cancillería informó que se presentó una nota ante la Organización Marítima Internacional, en que se pide que el organismo “reclame al gobierno británico las explicaciones que correspondan a los hechos denunciados”. “Se exige a Inglaterra que ratifique o rectifique: ¿está disparando misiles desde hace 28 años o no? Si están disparando misiles, nos reservamos entonces los derechos de accionar ante todos los estamentos”, explicó Timerman.
Además, el diplomático dijo que había enviado otra nota de protesta al Reino Unido, que aún no fue contestada. “Si no es respondida en breve, la daremos por aceptada”, afirmó el canciller.
Por su parte, Saint Aimeé comentó que la recomendación del organismo que preside para las naciones en conflicto “es la misma de siempre. Se trata de lograr que ambas partes se reúnan y reinicien un diálogo”, explicó.
Argentina es, desde 1974, la nación responsable de la seguridad en el Atlántico Sur, y por eso los británicos debieron informar del lanzamiento de misiles tierra-mar.
“Este año hemos tenido dos percances importantes: con los recursos naturales y el petróleo, y ahora el tema de los misiles. La Argentina va a hacer todo lo posible para que esto no vuelva a suceder”, aseguró el canciller.
El gobierno argentino ya había presentado ante las Naciones Unidas su protesta por los ejercicios militares que el Reino Unido se prepara para ejecutar en las Islas Malvinas.
La queja fue trasladada por el embajador Jorge Argüello directamente a Ban Ki-moon, el secretario general de la organización. Un vocero del ministerio de Relaciones Exteriores británico, por su parte, insistió en que se trata de “pruebas de rutina” que “se han llevado a cabo cada seis meses durante los últimos 28 años”. El canciller argentino, Héctor Timerman, sin embargo, aclaró que es la primera vez que la Argentina es advertida sobre este tipo de acciones.
Jorge Argüello le entregó en mano a Ban Ki-moon una copia de la queja que recibió horas atrás la embajadora británica en Buenos Aires, Shan Morgan. Y le pidió que sea distribuida entre los países miembros de la ONU.
“El Gobierno argentino expresa su más formal y enérgica protesta ante la pretensión de realizar ese ejercicio militar y exige al gobierno británico que se abstenga de llevarlo a cabo”, dice la nota en sus primeras líneas, y luego califica los ejercicios militares como “una provocación inaceptable y susceptible de generar una carrera armamentista en la región que se contrapone totalmente a la política argentina de apego a la búsqueda de una solución pacífica de la controversia de conformidad con los llamamientos de la comunidad internacional”.
Un vocero del Foreign Office, según citó la agencia France Press, afirmó también ayer que “son pruebas militares de rutina que se han llevado a cabo cada seis meses durante los últimos 28 años, más recientemente en abril de este año”, y recordó que “siempre se emiten alertas para los barcos con antelación”. Una excusa similar había usado horas atrás el vocero de la embajada en Buenos Aires.
El conflicto bilateral viene sumando decibeles desde hace 15 días, cuando el Servicio de Hidrografía Naval argentino recibió una comunicación de las fuerzas militares británicas en la que se anunciaba “un proyecto de realizar disparos de misiles desde el territorio de las Islas Malvinas”.
La presidenta Cristina Fernández, a través de la red social Twitter, calificó la noticia como “muy grave”, destacó que no existen antecedentes de “similar solicitud por la fuerza de ocupación inglesa” y denunció que se está violando el derecho internacional. Casi al mismo tiempo, el vicecanciller Alberto D´Alotto le entregó una nota de protesta a la embajadora británica.
Argüello explicó, en declaraciones a la radio, que “los misiles van a ser disparados desde territorio argentino y van a caer en aguas o en territorio argentino. Hasta que no se dilucide en la ONU el fondo de la cuestión, la soberanía de las islas, nadie puede decir que el territorio argentino es algo distinto de las Islas Malvinas.” Por orden de Cristina Fernández, el reclamo argentino también se hizo frente a la UNASUR y ante la Organización de Estados Americanos.
Los gobiernos de la región ya empezaron a emitir comunicados de apoyo a la queja argentina. En las últimas horas, los gobiernos de Venezuela y Uruguay repudiaron los ejercicios militares que tiene previsto realizar esta semana el Reino Unido en las Islas Malvinas. El gobierno uruguayo, justamente, le había negado hace dos semanas el ingreso al puerto a un barco británico que viajaba a las Malvinas, el HMS Gloucester D-96, y que pretendía aprovisionarse de víveres y combustible.
Entre tanto, desde la Asamblea Legislativa kelper, el diputado Dick Sawle denunció que la intención de la presidenta argentina es “aumentar la tensión entre los dos países” a través de sus comentarios en Twitter.
La jefa de Estado, en rigor, reclamó que se respeten las resoluciones internacionales que llaman a reabrir la negociación para solucionar el conflicto de soberanía.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Universidad Nacional de la Plata, Argentina.
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