Un elefante en el bazar

Jorge Majfud

31/05/2010

Opinión

^-A ⁺A

A proposito de

http://www.cnn.com/2010/WORLD/meast/05/31/gaza.protest/index.html?hpt=T1

En mi modesta opinión, pocos han hecho tanto daño al pueblo judío alrededor del mundo como el gobierno israelí. De igual forma que el peor enemigo del islam y del pueblo musulmán son los extremistas islámicos.

Tal vez nadie ha hecho más por alimentar un creciente sentimiento antisemita en el mundo que este tipo de ataques seguidos por los clásicos reclamos de la ONU al mejor estilo Condorito de “exijo una explicación”.

Así como el antisemitismo contemporáneo confunde, deliberadamente o no, el judaísmo con Israel y a éste con su gobierno, aquellos judíos que acusan de antisemitismo a toda crítica contra el gobierno israelí practican y alientan la misma confusión.

Pero tal vez la mayoría de los judíos alrededor del mundo en el fondo les cuesta hacer la distinción entre el judaísmo y el gobierno israelí o las políticas de Estado de ese país porque están atrapados en una red de símbolos secuestrados, y toman partido sin opciones, en la urgencia de sobrevivir en un mundo crecientemente hostil.

Así, una crítica a uno es vista como una crítica y un ataque al otro, porque la asociación y la confusión de cosas diferentes que parecen iguales es la principal estrategia política de aquellos que sostienen un poder por mucho tiempo.

La única unión, la más básica de todas las uniones (la humanidad) es la que se fractura y desangra por esta máquina de dividir, propulsada por el odio y los intereses políticos de todos los colores, de todas las banderas y de todas las religiones.

Las únicas diferencias que deberíamos conservar y potenciar, aquellas que enriquecen a la humanidad (la diversidad) son las que sufren por esta máquina de aplastar lo diferente, propulsada por las eternas excusas de la defensa propia, de la búsqueda de la paz y por el verdadero e incuestionable interés del egoísmo.

Pero la historia demuestra que esto no siempre fue así, que judíos y musulmanes supieron convivir en prosperidad por siglos en una misma ciudad, en una misma provincia.

Tal vez ahí, en alguna parte de la historia, acurrucada y con miedo, radique alguna esperanza a tanto dolor repetido, de un lado y del otro, que es lo único que comparten todos y cada uno.

https://www.alainet.org/en/node/141795