Un sistema que realmente no interesa

22/04/2010
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
En este sistema capitalista neoliberal sólo interesa el beneficio de una minoría, no de las personas. Eso explica que quienes más tienen consigan aún más. Con crisis aguda, por ejemplo, las diez principales fortunas españolas han aumentado su patrimonio un 27%. ¡Un buen pellizco!
 
Y se ayuda descaradamente a quienes más tienen. Juan Torres, profesor de economía, nos recuerda que la Unión Europea ha prestado dinero al 1% a los bancos que causaron la crisis. Pero al pueblo griego (que la sufre con dolor) lo presta al 5%. La Unión Europea acecha a sus Estados miembros vigilando el déficit. Pero renuncia a poner una tasa a los bancos causantes de la crisis.
 
Otro parámetro de este sistema es que el beneficio se obtiene como sea. Por ejemplo, fabricando atrozmente destructivas bombas-racimo. Da igual que 110 países hayan acordado prohibir esas bombas por sus letales y permanentes consecuencias para la población civil. Más de 145 entidades financieras de diverso pelaje contribuyen a que ese negocio funcione. Bank of America, JP Morgan Chase, Goldman Sachs, HSBC, Deutsche Bank, Citigroup, Barclays, Capital Group, BlackRock, Temasek Holdings... El inefable BBVA (una de cuyas directrices es no contribuir como banco a fabricar armas destructivas) financia a Lockheed Martín, empresa productora de esas bombas, pasándose por el forro su propia propuesta ética.
 
Todo vale, si hay beneficio, incluido el saqueo. Es la ley del sistema.
 
Paul Romer y George Akerlof escribieron en 1993 Saquear, el hampa económica de la bancarrota con ánimo de lucro, un informe posterior a la severa crisis de las cajas de ahorros en tiempo de Reagan. Ese informe documentaba que muchas pérdidas de esa crisis lo fueron por fraude intencionado.
 
Según Paul Krugman, el fraude al inicio de la crisis actual se concretó en préstamos depredadores y distorsión de riesgos. Se engañó a prestatarios para que aceptaran préstamos complejos y caros que no entendían, mientras la mayoría de entidades financieras no se hacían cargo de los préstamos que concedían sino que los vendían a inversores, sabedoras de que difícilmente los cobrarían.
 
Hoy hay una nueva forma de fraude financiero. La destapada por la Comisión del Mercado de Valores de Estado Unidos. Ha acusado a Goldman Sachs de crear y sacar al mercado valores diseñados con la intención de que fracasen y conseguir mucho dinero con ese fracaso. ¿Incomprensible? Este sistema neoliberal de desregulación, de ingeniería financiera y contabilidad imaginativa (nuevos nombres de estafa y fraude), lo permite y alienta.
 
Pero Goldman no es la única empresa financiera que actúa así. Según ProPublica (web de investigación periodística que ganó un Pulitzer), varios bancos han comercializado inversiones diseñadas para fracasar. Krugman llama a eso saqueo y asegura que gran parte del sector financiero se ha convertido en un chanchullo en el que un puñado de personas engaña y explota a consumidores e inversores.
 
Pero ahora sale al escenario el FMI para alertar de una tercera crisis. Le preocupa la explosión de la deuda adquirida por los Gobiernos para rescatar a la banca y la economía (rescate que reclamó el FMI). Pues hoy el FMI dice que el potencial de la deuda es muy peligroso y puede desestabilizar severamente la economía.
 
¿La deuda puede desestabilizar? ¿No serán más bien los especuladores, los defraudadores, los sinvergüenzas financieros, los saqueadores, los que se oponen a las normas y control de los movimientos financieros? Aparte de sembrar la alarma (que repercute en la economía y da alas a los especuladores), ¿qué hace el FMI para frenar el saqueo y bandidaje en el sector financiero global?
 
Nada. O lo llevan muy en secreto.
 
Con razón un 74% del mundo rechaza el capitalismo. Resultado de una encuesta realizada en 27 países a casi treinta mil personas por encargo de la BBC de Londres a GlobeScam, agencia investigadora internacional de opinión. Muestra suficiente según los parámetros de la moderna sociología.
 
Pero esos treinta mil no están en el meollo de los negocios, no saben de qué va, nos dirán los especuladores, defraudadores, saqueadores y otros responsables de esta crisis.
 
Ése es el maldito problema. Que este sistema sólo beneficia a una minoría. ¿Por qué han de confiar en el capitalismo tres cuartas partes de habitantes de la Tierra que lo sufren?
 
- Xavier Caño Tamayo es periodista y escritor
https://www.alainet.org/en/node/140856
Subscribe to America Latina en Movimiento - RSS