México en el Festival de Friburgo con el tema universal de la migración

<I>Norteado</I>, de la inmigración reprimida al cine que logra sonreír

17/03/2010
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Friburgo, Suiza.- El nuevo cine mexicano llega con paso firme al Festival de Friburgo, Suiza (13 al 20 de marzo). Dos de sus películas participan en la competición internacional aspirando a uno de los ocho premios principales que ofrece la muestra. Ellas son “Perpetuum Mobile” de Nicolás Pereda y “Norteado” (1) de Rigoberto Perezcano. Ambas, expresión de un renovado cine azteca, “en plena etapa de expansión y crecimiento”, como lo explica Perezcano.
 
Joven realizador de Zaachila, Oaxaca – Estado sur oriental del país- , con una experiencia de casi quince años entre estudio y trabajo en el campo visual, el director de “Norteado” ofrece al público helvético su primer largo metraje de ficción.
 
En el cual la realidad, la poesía y el amor, se entrelazan en una historia simple y profunda al mismo tiempo. La de Andrés, quien como millones de sus conciudadanos sueña con atravesar la frontera norte para llegar al “El Dorado” norteamericano.
 

Rigoberto Perezcano. Foto Sergio Ferrari
 
Luego de un primer fracaso en su intento, retorna a Tijuana donde se desarrolla una relación de amistad-amor con dos mujeres que lo protegen en su desventura.
 
La escena final de “Norteado” es un canto a la imaginación humana. Andrés, auxiliado por un amigo, intenta cruzar la frontera escondido en un sofá. Cae el telón, la sala se ilumina y la imagen da lugar a las palabras en esta entrevista exclusiva.
 
P: ¿Finalmente Andrés logra entrar a territorio norteamericano?
 
Rigoberto Perezcano: Es la pregunta clave. La del “millón” como decimos nosotros.
Queda completamente abierto. Hay una frase famosa que dice que el hambre agudiza la imaginación. Hay miles de maneras diversas y creativas que mis paisanos, mi gente, mi pueblo, buscan para vencer esa barrera de seguridad nacional que les impide cruzar la frontera con Estados Unidos. Hay gente que ha pasado escondida en camas; otros en refrigeradoras; en carros...La creatividad no tiene límites.
 
Mi misión como director es tratar de sugerir, no dar respuestas terminadas. Debemos ser muy sutiles en lo que enseñamos. Y trato de asumir el estado de ánimo, la subjetividad, de miles de inmigrantes que se largan a la aventura sin saber realmente si van a poder cruzar esa frontera convertida hoy en muro.
 
P: ¿Por qué dentro de un sofá? ¿Tiene una simbología especial?
 
R.P: Andrés dentro del sofá es la representación de un objeto de decoración o de trabajo. Y traduce un doble sentimiento muy fuerte. El de la risa, al principio. Y luego, cuando se va alejando de esos seres que ha comenzado a amar, el de una profunda nostalgia. Lo del sofá se basa en una historia verídica, apenas adaptada en cuanto el tipo de mueble utilizado para hacerlo más visible.
 
 P: ¿El cruce, la nueva realidad, según su visión implica una cierta despersonalización humana del inmigrante?
 
R.P: Sin duda alguna es así. El inmigrante se convierte en un objeto extraño dentro de la cultura en la que va a vivir. Modifica muchísimo lo que deja atrás. Le obliga a aceptar nuevas normas y códigos. Es lo que se vive cotidianamente con los emigrantes mexicanos y latinoamericanos en general. Muchos de ellos regresan a sus pueblos de origen, 15 o 20 años después, y ya no logran reinsertarse a la realidad de donde salieron. Son profundamente distintos. Seres modificados, cambiados.
 
 P: ¿Pudo presentar la película a un público inmigrante?
 
R.P: Sí, en Los Ángeles. Y gustó mucho. Ahora se trata de presentarla en un festival de cine mexicano que se hace justo al otro lado del nuevo muro. Me encantaría poder asistir. Incluso sería interesante de hacer algo paralelo, en el mismo momento, del lado mexicano.
 
P: ¿Cuál es el elemento que permite a un público como el suizo, a miles de kilómetros del escenario, compenetrarse tanto con la trama?
 
R.P: Desde que comencé con la película sabía que mi gran reto como realizador era sugerir caminos narrativos. Y me comprometí – y así lo declaré- que “Norteado” no se iba a parecer a ninguna otra película existente sobre el tema de la migración, aunque respeto a fondo todo lo hecho hasta ahora.
 
Lo que tiene mi filme y comunica, no sólo en México sino también internacionalmente, es el lenguaje profundo pero que incorpora el humor y la ironía. Viene de una visión ancestral: a los mexicanos nos gusta mucho reírnos de nuestra propia tragedia. Comicidad involuntaria, humor respetuoso. No quería hacer una película tremendista ni dramática, consciente que la migración misma implica ya un drama tremendo.
 
P: Ese nuevo cine mexicano impresiona por su profundidad y al mismo tiempo por su “minimalismo”, es decir los recursos escasos que se emplean para expresar esos contenidos. ¿Es correcta esta percepción?
 
R.P: Absolutamente cierta. Los que hacemos cine en México – y diría en Latinoamérica en general- intentamos de lograrlo con los menores recursos posibles. Porque sabemos que de lo contrario, podría cortársenos la libertad esencial de producir, que en mi caso, necesito tanto. Si algo marca al actual cine en mi país es la gran diversidad de realizadores. Pero todos coincidimos en hacer películas más baratas, con menos recursos y con más libertad creativa.
 
P: ¿Cómo definiría al actual momento del cine en su país?
 
R.P.: Pienso que es el mejor momento. Por la gran diversidad de cineastas. Lo que abre una ventana amplia a nivel internacional. Sea con documentales o con ficciones.
 
 P: ¿Y su visión del cine latinoamericano?
 
R.P.: Un momento brillante. Se ve la gran necesidad que tenemos, de contar algo profundo. El continente necesitaba en su momento explotar a través de los medios cinematográficos. Y lo está logrando.
 
 P: Para terminar... ¿cuál es su sentimiento de estar hoy presentando “Norteado” en este Festival en Suiza?
 
R.P.: Representa una enorme alegría y un gran honor. Friburgo ya es un festival conocido en México porque muchas se sus películas se han proyectado y han sido premiadas. Para mí es un reto muy grande presentar el tema migratorio en un país donde también hay una inmigración muy grande.
 
- Sergio Ferrari, en colaboración con swissinfo.ch
 
Nota
 
(1) Norteado, en el lenguaje popular mexicano tiene dos sentidos. El de perdido, o confundido. Y el de alguien muy interesado por el norte. El título de la película, según su director, incluye ambos sentidos.
https://www.alainet.org/en/node/140106
Subscribe to America Latina en Movimiento - RSS