Rusia: una población que agoniza

04/03/2010
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El recurso más importante que poseen los países es su población. La población japonesa es responsable de que pese a la carencia de espacio vital y de recursos naturales, Japón sea una potencia económica de altos vuelos. Los israelíes, gracias a sus polémicas políticas de asentamientos humanos, lograron fundar y mantener al Estado de Israel. Por eso preocupa la debacle demográfica que vive la Federación Rusa, la cual amenaza con dejar despoblado e indefenso al país más grande del mundo.
 
Con una extensión territorial de 17 millones de kilómetros cuadrados, Rusia contaba en 2005 con 143 millones de habitantes, según Naciones Unidas. Considerando las tendencias demográficas actuales, hacia 2030 el país tendrá 128 millones de habitantes, según la misma fuente, o en el peor de los casos, 124 millones, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.
 
No es la primera vez que Rusia padece una crisis demográfica. A principios del siglo XX, tras la Revolución Rusa de 1917, el país vio caer dramáticamente el número de habitantes con que contaba. A continuación, tras la segunda guerra mundial, cuando la Unión Soviética debió soportar sola por varios años los embates de Alemania, el precio que pagó en víctimas fatales fue altísimo, de manera que se produjo una tendencia a la feminización de su población –porque buena parte de los hombres murieron en el frente-, tema abordado, por cierto, en la película Moscú no cree en lágrimas, de Vladímir Menshor.
 
 Sin embargo, la crisis demográfica actual es distinta, porque no es consecuencia de conflictos armados. Cuando la URSS se desintegró en 1991, el proceso transcurrió, en términos generales, sin violencia. Sin embargo, dos tendencias se acentuaron desde entonces en la población rusa: la disminución del número de nacimientos –incluyendo un deterioro en la calidad de vida de los infantes-, y el aumento de la tasa de mortalidad.
 
 Los demógrafos consideran que la tasa ideal de fertilidad –medida en función del número de hijos por mujer- es de 2. 1, porque de esta manera se garantiza un ciclo social de “renovación” generacional de suma importancia para las naciones. De hecho la URSS tenía, en la primera mitad de la década de los 80, una tasa de fertilidad de 2. 2 hijos por mujer. Sin embargo, en 1999 el porcentaje había caído a 1. 17 y apenas recuperó unas décimas en 2005 para ubicarse en 1. 3, cifra que de todas maneras es más baja en un 40 por ciento, que la registrada veinte años atrás.
 
La situación de los niños rusos en la actualidad, también explica el declive demográfico. Es verdad que, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), las condiciones de nutrición y de vacunación, han mejorado significativamente, amén de que lo que UNICEF denomina “pobreza infantil” ha disminuido. Desafortunadamente, la asistencia a escuelas primarias y secundarias ha venido cayendo, lo que, sumado a la existencia de menos niños en el país, plantea un escenario desfavorable en los terrenos social, económico y político de Rusia en el futuro cercano y mediano. En este sentido, el capital humano con que contará Rusia en unos años más, será menor, lo que aunado al aumento de las personas mayores de 65 años –que hacia 2030 representarán la quinta parte de la población- vaticina la imposibilidad de generar los recursos materiales para sostener a las personas de la tercera edad.
 
 Sobre el aumento de la tasa de mortalidad son diversos los factores que la explican. Al respecto, el demógrafo ruso Boris Urlanis, hace una comparación interesante. Según él, en la primera guerra mundial murieron alrededor de un millón 800 mil soldados rusos, y millón y medio de civiles. Este dato lo usa Urlanis para comparar el número de muertes “prematuras” en la Rusia postsoviética, llegando a la terrible conclusión de que, en la actualidad, el número de muertes –léase en “tiempos de paz”- es dos veces más alta que la registrada en aquellos años cuando había un conflicto armado de por medio.
 
¿Cuáles son las causas del incremento en las tasas de mortalidad de la población rusa, en particular de los hombres? Desafortunadamente hay una gran cantidad de personas afectadas por el VIH/SIDA en el país eslavo. Asimismo, ciertos tipos de tuberculosis, resistente a los medicamentos más usados en su combate, es otro problema a ponderar. Con todo, uno de los factores que explican las tendencias descritas son las enfermedades cardiovasculares, las que provocan decesos a razón de cuatro a uno en comparación con los países de Europa Occidental. Súmese a todo lo dicho las muertes por cirrosis hepática provocada por el exceso en el consumo de alcohol, y otro factor más: el número de accidentes, muchos de ellos fatales, en el trabajo o en casa, que padece la población y que en muchos casos están ligados al alcoholismo.
 
Así, la gran paradoja para la Rusia de hoy es que mientras posee abundantes recursos naturales, poco a poco se va quedando sin los recursos humanos que podrían resolver sus necesidades y proyectar apropiadamente sus intereses en el mundo del siglo XXI. Considerando la cercanía que tiene con países muy poblados, como la República Popular China, India y, proporcionalmente, Japón, Rusia se enfrenta a una desventaja estratégica cuya solución requerirá un enorme esfuerzo de las autoridades, centrado especialmente, en elevar la calidad de vida de su población. Es inaceptable que la esperanza de vida de Rusia en estos momentos, esté por debajo de la de Bolivia. Pero ante un problema tan complejo, no hay soluciones fáciles y todas requerirán un trabajo permanente.
 
- María Cristina Rosas es Profesora e investigadora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México
https://www.alainet.org/en/node/139822?language=es
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