Raíces de Libertad, Raíces de Desastre

28/01/2010
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Al derrocarme, únicamente han cortado en Santo Domingo el árbol de la libertad.
Renacerá por sus raíces, que de hecho son abundantes y profundas.

-Toussaint L'Ouverture
 
El líder de la rebelión histórica de los esclavos en Haití probablemente tuvo una clara idea de cuan atroz puede ser el poder colonial. Él sabía que utilizarían todo su poder político y militar para destruir las raíces de la primera república negra en el mundo moderno. Pero L’Ouverture jamás pudo imaginar la cadena de tragedias humanas que seguirían a estos vengativos actos de terrorismo político y económico. Jamás habría imaginado el desastre nacional ocurrido después del devastador terremoto de la semana pasada.
 
Este es un punto importante: el desastre, en el cual cientos de miles de haitianos perecerán, fue generado por el terremoto de 7.0 grados. Un terremoto es simplemente un riesgo natural que puede o no resultar en desastre. Un desastre es un fenómeno en potencia que explota cuando el riesgo rebasa la capacidad de prevenir, sobrellevar, resistir y recuperarse del fenómeno natural debido a su gran vulnerabilidad. Cuando la vulnerabilidad es leve, el fenómeno provoca leves o ningún daño. Cuando es alta, el desastre es severo. La creciente cuota de muerte en Haití—debido a la excepcionalmente alta vulnerabilidad en que vive la población—es un trágico testamento de la hemorragia histórica de la economía de Haití y del sistema que destruye sus instituciones políticas. Estos factores—tanto como los movimientos tectónicos que aplanaron Puerto Príncipe—son las raíces del desastre.
 
En el momento cuando los gobiernos y las organizaciones internacionales de ayuda intentan desesperadamente proveer recursos, medicinas, agua, comida y albergue para las víctimas del terremoto parecería inadecuado preguntar ¿cómo llegó el país a ser tan vulnerable? Sin embargo, para que los esfuerzos de auxilio y recuperación sean verdaderamente efectivos y sustentables, es indispensable que no reproduzcan las mismas condiciones de vulnerabilidad que en primer lugar contribuyeron a la horrible magnitud del desastre.
 
Los reportajes en los medios de comunicación de esta semana han destacado los destructivos e interminables reparos económicos impuestos por Francia contra Haití con la pérdida de “propiedad” después de la triunfante rebelión de los esclavos que obligó a los esclavistas franceses a abandonar la isla en 1804. Algunos reportajes siguen el hilo de la crónica deuda haitiana tras la ocupación militar de Estados Unidos 1915-1934 y tras los 30 años de cleptocracia del régimen Duvalier. Algunos incluso abordan la deuda a partir del Programa de Ajuste Estructural impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a mediados de 1980s y mantenido durante los 1990s, implementado por el gobierno de Preval hasta el terremoto.
 
Aquí es donde la narración se diluye en el mundo de la informática de los “blogs”…Porque mientras es seguro asumir que no se extorsionará más a Haití con enmiendas económicas por haber logrado ser la segunda república del hemisferio (finalmente pagó a Francia en 1947 $2.7 billones de dólares actuales), no es seguro decir que la reconstrucción de Haití estará libre de la ingerencia a favor de los intereses del FMI, el Banco Mundial y las corporaciones estadounidenses que verán el terremoto como una oportunidad de inversión.
 
¿Recuerdan las rebeliones alimentarias de 2008? Empezaron en Haití cuando la población sobrevivía comiendo galletas de lodo al mismo tiempo que abundante comida (pero cara) se exhibía en los estantes de los supermercados. Furiosamente se rebelaron contra el injusto sistema alimentario y expulsaron al Primer Ministro. Esta rebelión alimentaria fue el resultado directo a los programas del FMI—implementados bajo la dirección de los EUA—que bajaron drásticamente los aranceles, cerraron las industrias propiedad del Estado, abrieron el mercado agrícola a productores estadounidenses y redujeron el gasto nacional en agricultura en 30% en el fértil Valle de Artibonite para la producción de arroz. Arroz y otros productos importados, especialmente productos agrícolas subsidiados de EUA, inmediatamente inundaron el mercado haitiano. En 1987, Haití producía localmente el 75% del arroz requerido al año. Hoy, de las 400,000 toneladas de arroz consumidas anualmente en Haití, 75% son “Arroz de Miami”—el apodo que han puesto al arroz subsidiado de EUA vendido a la mitad de costo que el arroz local.
 
En 1991 el primer Presidente haitiano electo democráticamente, Jean Bertrand Aristide, fue derrocado por un golpe militar. Como condición para respaldar su retorno, el gobierno de EUA, el FMI y el Banco Mundial exigieron que la economía de Haití se abriera al comercio externo. La tarifa de arroz de Haití fue reducida de 35% a 3%, la más baja en la región Caribeña, y la inversión gubernamental fue desviada del desarrollo agrícola hacia el pago de la deuda externa. Sin apoyo ni protección gubernamental, los agricultores haitianos no tuvieron posibilidad de competir con los altamente subsidiados agricultores industriales estadounidenses. Los subsidios a los productores de arroz en EUA ascienden a $1.3 billones en 2003, cantidad que es más del doble del presupuesto anual de Haití.¹
 
La economía de Haití se transformaría de agrícola a manufacturera. Desde 1980, la estrategia económica impulsada por USAID y las instituciones financieras internacionales ha sido capitalizar la barata mano de obra de Haití para aumentar la exportación de industria barata, y la producción de productos “postres” como el mango y el café de exportación. La idea fue generar ingresos que sirvieran a la impagable deuda externa de Haití. Esta estrategia fracasó. En vez de ello, Haití experimentó una masiva migración rural a la ciudad, aumentando la pobreza, el desempleo y la explosión de miserables barriadas urbanas. Precisamente son las personas que vivían en estas barriadas quienes han sufrido el desastre. Este es un resultado provocado por el hombre a través de la urbanización no planificada y temeraria.
 
Se reporta que personas están abandonando Puerto Príncipe, emigran al área rural en busca de comida y refugio. Aunque los daños en las comunidades rurales de Haití no fueron tan extensos, se cayeron muchas casas y algunas carreteras son intransitables. Ninguna ayuda llega a la población afuera de Puerto Príncipe, por ello organizaciones y redes de trabajo como Plataforma Haitiana por Desarrollo Alternativo (PAPDA, siglas en francés), el Congreso Nacional del Movimiento Campesino Productores de Papaya (MPNKP), la Organización de Coordinación Regional (KROS), Tèt Kole Ti Peyizan Ayisyen (TK) y el Movimiento Campesino de Papaya (MPP) proveen primeros auxilios, agua, alimento y refugio. Estas son las mismas organizaciones de base que se unieron en 2008 para reconstruir Haití después de los estragos provocados por los huracanes.
 
Al cambiar las estrategias de desarrollo, los agricultores de Haití podrían alimentar y dar empleo a gran cantidad de población desplazada. Movilizando y organizando, incluso en medio de la conmoción y el sufrimiento, la energía, la compasión y la creatividad de los haitianos nos muestran que ellos mismos pueden exitosamente implementar medidas que alivien y reduzcan su vulnerabilidad. La historia de las intervenciones externas en Haití ha creado una peligrosa dependencia del mercado global. El éxito de los esfuerzos de ayuda y reconstrucción en Haití dependerá de la reconstrucción a corto y largo plazo de su sistema alimentario e instrumentos para el desarrollo económico local. Esta tarea requiere el compromiso con la soberanía alimentaria y la democratización del sistema alimentario a favor de los pobres.
La ayuda puede alimentar las raíces del desastre o las raíces de la libertad. El futuro de la población de Haití, valiente pero agredida, depende de asegurar que alimente la libertad.

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¹Adaptado de "Rebeliones Alimentarias: Crisis y Hambre de Justicia"
http://www.foodfirst.org/en/node/2387 próximamente publicado por El Viejo Topo, Barcelona.
- Eric Holt Gimenez es Director Ejecutivo de Food First/Instituto sobre Políticas de Alimentación y Desarrollo
https://www.alainet.org/en/node/139107
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