Democracia real, democracia formal. ¿existe la democracia?
- Opinión
La primera contradicción entre democracia formal y democracia real está en el origen mismo del término. Según Mariano Grondona el origen del poder no fue democrático sino despótico porque el verbo griego "arkhein" tiene otra opción y, por tanto, dos significados: empezar y mandar. Con esta palabra se conectan dos sustantivos: arkhé, origen y arkhos, jefe. Con arkhé se vinculan palabras como arcaico y arqueología. Con arkhos, "monarca", monarquía que significa mando unipersonal puesto que mono equivale a uno. ¿En qué pensarían los inventores de la democracia, si es universalmente sabido que en la suya la esclavitud era moneda de curso legal?
Y, ¿en qué pensaríamos después al asociar el término con la utopía en la que una mayoría -el pueblo- ejerce libre y completamente su propia soberanía y libertad?
Así que en el principio (arkhé) no fue el pueblo (demos) sino el jefe (arkhos). La palabra "poder"; se origina en la voz indoeuropea poti, que significa "jefe". De ella deriva el griego despotes, "jefe" o "amo", castellanizada, para mal de muchos amos, como déspota. Democracia, entonces, se origina en el griego demos pueblo y kratos poder. Sin embargo, la palabra pueblo excluía a los esclavos y a las mujeres.
La segunda contradicción está en la propia naturaleza del término, dado que "formal" se relaciona con "forma", que en términos aristotélicos significa "lo que algo es o la esencia de algo". Se trata de un sistema político donde la forma de gobierno representativa está regida por la constitución del Estado, que garantiza la independencia de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. La elección de los representantes de estos poderes, sobretodo del presidente y los diputados, lo hace el pueblo mediante el voto libre, igualitario, universal, directo y secreto. Se asume que el poder es homogéneo en los individuos como miembros del Estado y no existen clases sociales dominantes. En esta democracia se consideren tres principios: la soberanía popular, la libertad y la igualdad jurídica. El primero se refiere al autogobierno del pueblo, pero de nuevo: ¿quién es el pueblo y quién elige a los gobernantes? ¿Garantiza la ley la libertad de elegir, cuando los ciudadanos son analfabetos o no tienen educación política? ¿Son iguales los pobres ante la ley jurídica; tienen los mismos derechos y deberes?
La tercera contradicción es ontológica; es decir, la democracia con respecto al ser. Es la democracia de los seres individuales o atómicos o aislados o es la democracia de los seres sociales que tienen necesidades materiales, culturales y espirituales. Se trata más bien de una ontología social cuya esencia es el trabajo. ¿Puede existir democracia es un país en el que existen desempleados, subempleados, o el trabajo es causa de sufrimiento y explotación como el caso del trabajo infantil, las mujeres en las maquilas, los migrantes; tan esclavos como en la época de oro griega, nada más que con una esclavitud disfrazada por todos los condicionamientos del oro?
La cuarta contradicción es que la igualdad se limita a lo jurídico sin considerar lo económico. Las diferencias en el ingreso económico según los grupos sociales son abismales. ¿Puede existir democracia en un país donde el 80 por ciento de la población vive en la extrema pobreza y la riqueza está concentrada en el 5 por ciento de la población?
La quinta contradicción es ¿quién legitima a la democracia?, ¿la violencia represiva del Estado mediante el uso de las fuerza o de las armas, la utilización de la tortura y los tratos os inhumanos y crueles, el asesinato de niños y niñas y jóvenes? En diversos países en nombre de la democracia se han cometido los peores crímenes (y debemos recordar que el nuestro no es la excepción).
La sexta contradicción es con respecto a la verdad. ¿Puede existir la democracia sin la verdad? ¿Quién define la verdad con respeto, por ejemplo, a la impunidad militar o policial? ¿Quien define la verdad con respecto a la corrupción de gobernantes y funcionarios? ¿Cuál es la verdad sobre los torturados, desaparecidos y todas las violaciones de los derechos humanos de las que ni siquiera tenemos noticia, por la simple razón de que las víctimas son invisibles?
La séptima contradicción es histórica. Los intereses neocolonialistas y la lógica de la acumulación histórica del capital articulado con la oligarquía y sectores poderosos locales y nacionales han impuesto los regímenes militares o los gobiernos civiles con el ropaje de democracia.
Para lograr este propósito ha sido el cultivo de la guerra, el negocio de las armas y las invasiones de marines, los desalojos violentos de campesinos e indígenas; la generación de pobreza, la emigración del campo a la ciudad y el desplazamiento como espaldas mojadas a la tierra prometida del "destino manifiesto" o hacia las metrópolis europeas.
La octava contradicción es la epistemológica acerca de si es válido el conocimiento de la democracia. Que clase de conocimiento y para que se promueve cierto tipo de democracia y a que intereses sirve. En otras palabras ¿En que lógica se fundamenta la democracia en la razón del mercado o la lógica del capital?
La novena contradicción es sobre los métodos de promover o construir la democracia. Se parte de concepciones elitistas, clasistas o como dice el pueblo desde arriba en forma vertical y no desde abajo hacia arriba o en forma horizontal, participativa y movilizadora de las comunidades y organizaciones del movimiento social
La décima contradicción se refiere a si ¿es posible la democracia sin un desarrollo sustentable e integral? Definitivamente no es posible. Los espacios saludables y estéticos, la sanidad del bosque, los suelos, las aguas y el aire; la educación, la economía en función de la vida individual familiar, comunitaria y planetaria son fundamentales para la coexistencia, cooperación en un estado democrático y solidario.
Las undécima contradicción es sobre ¿ si pueden promover las democracia aquellos países hegemónicos cuyas políticas históricamente se han caracterizado por la invasión, sometimiento, guerras y las ocupaciones militares de nuestros pueblos, tal es el caso de la guerra en Iraq y la ocupación militar de Honduras, la base en Guantánamo Cuba, Puerto Rico, Ecuador y El Salvador.
La duodécima contradicción es que no puede haber democracia si no cambian la ideología patriarcal, si no existe participación política y condiciones económicas igualitarias para la mujer. No basta que la mujer llegue a las posiciones en las gobiernos, se requiere que tengan un posicionamiento en contra de los tratados comerciales desiguales, la privatización del agua, la salud, la energía y en franca oposición al sufrimiento que ocasiona el trabajo de la mujer en labores domesticas, maquilas o la discriminación salarial o bien luchar en la conquista de sus derechos de genero, sexualidad, vida reproductiva y en el respeto a sus derechos humanos.
La décimo tercera contradicción es la ética y bioética. Como sujetos históricos y sociales, ciudadanos, miembros del movimiento social o de la sociedad civil tenemos la responsabilidad moral de ser participativos, deliberativos y solidarios en la construcción de una verdadera democracia política, económica, social, humana y planetaria. No basta ser participativos se requiere transparencia y claridad en los objetivos y en las metas trazadas en función de la vida y la dignidad humana
Como resolver la contradicción de la democracia formal y la democracia real. ¿Es posible hacerlo? ¿Es necesario? Nuestra respuesta es afirmativa. La construcción de la democracia es un proceso histórico social. Nuestros puntos de partida son la educación, la organización y la movilización para democratizar el poder, la política, el trabajo y la economía.
La educación debe ser integral y liberadora. Las escuelas comunitarias deben contribuir a la formación política, principios filosóficos y éticos sobre la necesidad de construir una verdadera democracia. Esta escuela solo pude desarrollarla el pueblo organizado. La organización solidaria y participativa debe desarrollarse a partir de lo comunitario, para construir alianzas y coaliciones tanto en el plano local, nacional e internacional.
Es necesario democratizar la economía en el hogar, la escuela, lo local, y el gobierno, El pueblo debe participar en la elaboración de los presupuestos a nivel de las alcaldías o del gobierno. No puede haber educación, salud, vivienda sana sino se democratiza la economía.
El saber cultural, el conocimiento, la información ética y el desarrollo de la conciencia son fundamentales para analizar la democracia. La ciencia y la técnica deben estar siempre al servicio de las comunidades y en defensa de la vida del planeta. En esencia debemos participar en la construcción de la democracia humana, anticolonialista, opuesta a la globalización imperial donde la forma sea la esencia de lo real al reflejarse en la vida material espiritual y cultural.
Bibliografía
Antonino Infranca: Trabajo, individuo, historia. El concepto del trabajo/en Lukács. Ediciones herramienta. Argentina 2005
Christophe Dejours. La banalización de la injusticia social. Editorial/Topia. Argentina 2006
Diego Gracia Guillén Democracia y Bioética Acta Bioethica 2001; 7(2) Acta bioethica/ ISSN 1726-569X versión on-line
Joachin Israel: El lenguaje de la dialéctica y la dialéctica del lenguaje./Munksgaard, Humanitarian Press, England. (Versión inglesa) 1979
Mariano Grondona. Historia de la democracia. Septiembre 2000. Universidad/del CEMA.Departamento de Ciencias Políticas. Documento de Trabajo No. 175
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