Nuevas relaciones interamericanas

08/06/2009
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No hay duda que el escenario de las relaciones interamericanas en el contexto actual ha variado significativamente, lo cual refleja la política de unos gobiernos más autónomos de la política exterior de Washington.

El nuevo embajador de Venezuela en Colombia, Gustavo Márquez planteaba, como reflejo de lo anterior, en entrevista con Yamid Amat a propósito de los temas de seguridad en las fronteras andinas que  hay que hacer un acuerdo para luchar contra el narcotráfico y contra todo tipo de violencia, crear mecanismos eficaces de seguridad en nuestros Estados y en las fronteras. Cada quien, por supuesto, estaría manejando su propia soberanía. Pero es necesario ese acuerdo para combatir el crimen y la violencia en expresiones como el secuestro y el tráfico de drogas.” Por supuesto esto está en relación con el creciente fenómeno de regionalización del conflicto armado colombiano, que cada vez más es percibido como una amenaza a la estabilidad de la región andina en su conjunto y no sólo para Colombia, así como fenómenos de criminalidad organizada internacional en aumento y que la ONU considera la principal amenaza actual a la estabilidad transnacional.

Esto, junto con la creación de UNASUR y el Consejo Suramericano de Defensa, jalonados por la potencia subregional, Brasil, son un buen síntoma que hay búsquedas autónomas de organización y de solución de los conflictos y tensiones regionales. El ejemplo de cooperación de UNASUR en la solución de la crisis interna boliviana el año anterior podría ser un precedente para que en el futuro, cuando las condiciones estén dadas, estos nuevos organismos subregionales nos contribuyan a un camino de superación del conflicto interno armado, como tema desestabilizador de la región andina como un todo e igualmente que nos ayude a normalizar las relaciones con nuestro vecino y socio, Ecuador.
 
Igualmente la decisión por aclamación de la actual OEA, de sepultar la Resolución de marginar a Cuba del sistema interamericano –herencia de la ‘guerra fría’ que está muy bien que se deje atrás, como quedó ese período de la historia- y que expresa igualmente unos gobiernos de la región menos incondicionales de USA como en ese período de la historia –también el cambio de la política del gobierno Obama-. Sin embargo, la OEA debería reflejar a nivel regional las reglamentaciones de Naciones Unidas, que en principio no establece que debe haber un tipo de régimen político determinado  para ser parte de dicho organismo, sino que justamente busca incluir a todos los Estados del mundo en su diversidad política. Sigue siendo un poco fastidioso que se diga en la OEA que hay un modelo de democracia, la norteamericana, cuando hay un gran debate teórico y práctico acerca del cómo se debe ejercer la democracia y sobretodo cuando varias constituciones en la región han incorporado modelos de democracia participativa y protagónica como parte de sus formas de gobierno. Ojala la OEA termine por reflejar la pluralidad política de la región, eso sería de gran utilidad para nuestra estabilidad.

- Alejo Vargas Velásquez es profesor Universidad Nacional.

https://www.alainet.org/en/node/134121?language=es
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