Comprender que la economía es en definitiva un sistema de transformación de energía y de materiales en productos útiles, nos ayuda a entender la verdadera dimensión de la actual crisis económica, porque, como explican muchos expertos, topamos con una crisis de modelo, donde el mito del crecimiento choca con las limitaciones físicas propias de un sistema o planeta finito. Como sostiene J.M. Alier, el crecimiento económico no es sostenible ecológicamente.

Un contundente ejemplo lo encontramos si aplicamos esa definición ecológica de la economía al análisis de la producción de alimentos en la actualidad. La producción y distribución de nuestra comida se hace con un brutal desperdicio energético. Se requiere mucho petróleo en las fases productivas -con el uso de fertilizantes- y en la distribución, donde el cuentakilómetros de los alimentos da vueltas sin parar, así como biomasa -con dietas muy cárnicas se consumen grandes cantidades de cereales.

La crisis debe obligarnos a repensar el modelo de economía capitalista que induce al crecimiento sin freno con nefastas consecuencias sociales y ambientales. Podemos empezar revisando los modelos de producción y consumo alimentario. Pasemos a la alimentacción.


- Gustavo Duch Guillot es director de Veterinarios sin Fronteras (España)
http://www.veterinariossinfronteras.org