Analista boliviano, director de CEJIP

Juan José Lima: “Evo sólo dejará el gobierno muerto o expulsado”

30/04/2008
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Más de 200 intelectuales del mundo firmaron un documento llamando la atención por la situación de Bolivia. Personalidades como los Premios Nóbeles de la Paz Rigoberto Menchú y Adolfo Pérez Esquivel, junto a Noam Chomsky, Oscar Niemeyer y Armand Mattelart se pronunciaron contra el denominado “estatuto autonómico” de Santa Cruz "por su carácter inconstitucional y atentar contra la unidad de una nación de nuestra América".

El próximo 4 de Mayo será puesto a consideración este estatuto que, literalmente, busca dividir por lo menos en dos al país gobernado por Evo Morales. Lo que ya parece estar dividido desde hace tiempo es el frente político interno del mandatario, ya que hay una fuerte crisis entre el Vicepresidente, Alvaro García Linera, un intelectual de matriz socialista y el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana Taborga a quien se vincula con George Soros, quien posee minas que no han sido tocadas por las políticas nacionalistas del MAS.

“Denunciemos la conspiración para dividir a Bolivia” es el título del documento que fue distribuido desde la misión de las Naciones Unidas radicada en ese país. Además de los ya mencionados, acompañan su firma, entre otros, Howard Zinn la periodista y novelista mexicana Elena Poniatowska, el español Alfonso Sastre, el ex canciller nicaragüense Miguel D'Escoto, el ensayista canadiense Keith Ellis, el cineasta mexicano Paul Leduc y el poeta y ensayista cubano Roberto Fernández Retamar.

Juan José Lima dirige, en La Paz, el prestigioso Centro de Estudios de Justicia y Participación, el Cejip. Lima representó a la vicepresidencia en la Asamblea Constituyente y trabajó en la redacción de varios de los artículos del proyecto de nueva Constitución que garantizan mecanismos de justicia y paz para los bolivianos.

En diálogo con MDZ, Lima analiza el conflicto y pone el acento en las posibilidades que tiene la gestión de Evo Morales de salir adelante y de mantener unida a Bolivia. Una Bolivia compleja, que agrupa a unas 28 identidades de pueblos originarios y que intenta superar años de opresión y de inestabilidad política.

- Un grupo de intelectuales de todo el mundo ha denunciado un intento de dividir a Bolivia, ¿cómo ve esta denuncia desde su perspectiva?

El 4 de mayo se desarrollará un consulta popular que pretende legitimar un "estatuto autonómico" del Departamento de Santa Cruz. El texto de este documento bien podría considerarse una nueva Constitución que en los hechos no sólo establece una nueva forma de gestión administrativa sino que plantea competencias al gobierno local que lo hace casi independiente del resto del país.

Más allá de la legalidad y la viabilidad de este nuevo estatuto, la realidad es que Santa Cruz se encuentra confrontada con el gobierno, los  grupos de poder económico luchan por mantener sus privilegios que se reflejan fundamentalmente en la propiedad de grandes extensiones de tierra y los medios de comunicación -controlados pro estos grupos económicos- han realizado una campaña exitosa que sin duda ha conseguido que la población urbana de Santa Cruz sienta al gobierno de Evo Morales como ajeno e incluso como "el enemigo".

La confrontación entre regiones no es nueva pero la política del actual gobierno que pretende suprimir privilegios y racionalizar la distribución de la tierra como medio productivo ha ocasionado que estos grupos de poder generen esta confrontación e intentos de división de hecho.

- ¿Cómo cree que va a responder el gobierno de Evo Morales a eso que, desde tus conceptos, podría llamarse "provocación"?

El gobierno se encuentra en una grave disyuntiva entre la aplicación del poder del estado, que en definitiva debe gestionar el monopolio de la violencia y su pasado de críticas al empleo de este poder.

- ¿El gobierno tiene herramientas jurídicas o habrá violencia?

 Un presidente que ha sido golpeado y apresado por defender sus reivindicaciones sociales difícilmente podrá explicar por qué usa los mismos niveles de violencia en contar de la población. Sin embargo, las publicaciones de algunos intelectuales que actualmente ocupan cargos de poder nos sugieren que al menos parte del gobierno analiza la realidad desde la perspectiva de la confrontación y, al menos en el plano teórico, no admite la posibilidad de un revolución pacífica.

En este sentido, "aplastar a las oligarquías" sería la única forma de triunfo de la Revolución. Ahora debemos preguntarnos si los teóricos de la confrontación y la lucha de clases mantienen su postura teórica, ahora que se encuentran en ejercicio del poder y si podrán imponer su visión sobre aquellos que abogan por el diálogo.

La herramienta jurídica para detener este referéndum en teoría sería impugnar los actos ilegales ante el Tribunal Constitucional. Pero en este momento el Tribunal no funciona por la renuncia de sus miembros y aparentemente la oposición en el Senado no piensa proceder con las designaciones hasta después del 4 de mayo.

Para ser sinceros, dudo mucho que un fallo de este Tribunal hubiese logrado detener el referéndum de Santa Cruz.

- ¿Tiene tiempo la actual gestión para salir con éxito de este pantano?

Tengo la impresión de que la confrontación interna en el gobierno ha afectado seriamente su posición. En un primer momento la política de confrontación se vislumbraba de manera más o menos clara: se prohibieron las exportaciones de productos que generan ingresos a los empresarios de Santa Cruz, los movimientos sociales afines al MAS (tal el nombre del parido en el poder) anunciaron marchar hacia Santa Cruz, el Viceministro de Tierras fue a regularizar el derecho propietario de las tierras al centro mismo de Santa Cruz, todo en una línea que al menos se veía coherente.

Pero las últimas semanas se cambió talmente de estrategia, el presidente Morales desautorizo a los movimientos sociales, se levantó la prohibición de exportación y se replegó al Viceministro a La Paz y se comenzó con una campaña internacional que pretende deslegitimar el movimiento de Santa Cruz y ha logrado apoyos claros, pues es evidente que en un análisis imparcial la postura de Santa Cruz es ilegal. 

Mientras tanto realmente es la nueva Constitución es la que se encuentra realmente empantanada, el gobierno ha permitido que la oposición defina el escenario de confrontación.

- ¿De alguna manera se puede decir que es inexorable el fracaso de Morales en este punto? ¿Cómo piensa que va a reaccionar el pueblo boliviano?

Evo Morales sólo dejará el gobierno muerto o expulsado por los movimientos sociales que lo colocaron. Ningún grupo de oposición tiene la fuerza necesaria para derrocarlo y tampoco ningún líder político o regional cuenta con la popularidad suficiente para derrotarlo en una elección.  La aprobación de la nueva constitución posibilitaría la reelección que probablemente se daría, entonces nuevamente nos encontramos con que el gobierno se encuentra enfrascado en una disputa que no es la que razonablemente deberían mantener o por lo menos no es la que debería ocupar tantos recursos, pues si la Nueva Constitución no es aprobada además del golpe político eso significará que Evo Morales no podrá ser reelecto y ningún candidato del MAS podrá siquiera unificar criterios al interior del partido y mucho menos atraerá los votos de la población.

El éxito del presidente esta ligado a la Nueva Constitución y no a la confrontación con Santa Cruz, cada día que pasa es un día ganado por la oposición al gobierno (política y económica), es probable que después del 4 de mayo surja un nuevo conflicto (real o ficticio) que vuelva a distraer al gobierno y de esta forma con pequeñas victorias el gobierno en realidad va perdiendo su oportunidad.

- ¿A esta altura, más que análisis habría que hablar de pronósticos: ¿Bolivia se mantendrá unida, a pesar de todo?

Si, Bolivia no se dividirá. La confrontación se da por la propiedad de la tierra y el control de los Recursos Naturales, fundamentalmente del gas y el hierro y no sobre la unidad del país.

El fondo de la reivindicación autonómica es completamente legítimo, no es posible que desde La Paz se impongan políticas públicas inaplicables a la realidad de Santa Cruz, el centralismo es ineficiente, favorece la corrupción y genera la frustración de la población que debe esperar por decisiones del gobierno central sobre aspectos que fácilmente pueden resolverse a nivel local.

La población busca solucionar estos problemas y nunca antes se planteó la independencia, la mayoría de la población de Santa Cruz tiene claro su sentimiento de pertenencia a la nación Boliviana y en definitiva creo que esa es la mayor garantía de la unidad de Bolivia. Y, lamentablemente, si eso no fuera suficiente, las Fuerzas Armadas tienen el poder de suficiente como para asegurar esta unidad.

- ¿Usted cree que esto reforzará en los bolivianos sus pertenencias ideológicas? ¿Cree que puede ser así?

No creo que el gobierno hubiese calculado este conflicto, quizá mi visión optimista previa sobre la unidad del país ha ocultado o disminuido una realidad bastante preocupante en Santa Cruz y en menor medida con otros 5 departamentos (de un total de 9) la situación no es sencilla.

Fuente:  MDZ http://www.mdzol.com/mdz/nota/43261

https://www.alainet.org/en/node/127358?language=es
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