Mensaje de Evo Morales a la III Cumbre Indígena

29/03/2007
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Hermanos indígenas de Abya Yala y de todo el mundo
III Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Abya Yala
Iximulew, Guatemala
Tierra del maíz, del libro sagrado el Pop Wuj y del sagrado fuego

Hermanas y hermanos, a nombre del pueblo de Bolivia, de la nación originaria indígena de Bolivia, de las y los quechuas, ayma¬ras, guaranís, mojeños, chiquitanos, yuracarés, chipayas, y otros, les hago llegar a todos ustedes mi saludo fraternal.

Con la lucha de las naciones indígenas del continente y con el triunfo de la nación origina¬ria indígena de Bolivia, se levanta el territorio de Rumiñawi, Guaicaipuro, Diriangén, Bartolina Sisa, Tupak Katari, Tupak Amaru, Dolores Cacuango, Quintín Lame y muchos otros, para construir una verdadera historia con rostro propio a partir de la Cultura de la Vida, tal como lo vivieron nuestros abuelos.

Pese a más de 500 años de opresión y dominación, no han podido eliminarnos. Aquí estamos vivos en unidad con la Naturaleza y el Cosmos. Y, hoy, nos levantamos desde la resistencia a la ofensiva, nos levantamos para recuperar todos juntos nuestra "soberanía" económica, social, política, jurídica, ideológica y cultural, para fortalecer y mantener las relaciones de hermandad entre nuestros pueblos y naciones.

Cultura de la Vida

Al culminar el Quinto Sol, al llegar el Pachakuti, los pueblos originarios indígenas, representantes de pueblos y culturas ancestrales, ofreceremos al mundo los valores de nuestra cultura, de la Cultura de la Vida que, fundamentada en el dar y recibir, en el complementarnos, en el bien común, el apoyo mutuo organizado, desarrolla sus capacidades sin destruir al hombre y la naturaleza, y levanta el consenso, el siempre ponernos de acuerdo, para que nadie oprima a nadie.

Construiremos una soberanía, que descanse en la identidad de nuestros pueblos y los principios de complementariedad, equilibrio y autodeterminación de los pueblos, una soberanía donde NOSOTROS MISMOS definiremos qué queremos y cómo queremos vivir nuestras vidas, donde NOSOTROS MISMOS nos pondremos de acuerdo de qué pensar y qué hacer. De acuerdo a nuestro propio juicio, como naciones originarias indígenas, como primeras naciones, empezaremos a forjar nuestro destino con nuestras propias manos y nuestros propios corazones.

Construiremos una vida armónica

En nuestras comunidades y barrios, en la sociedad entera, revitalizaremos nuestra vida comunal y soberana en armonía con la naturaleza, donde más que tratar al agua, los animales, las plantas, los genes y otros aspectos de la vida como mercancías, salvaremos la vida y la naturaleza cuidando a la Madre Tierra como nuestra madre.

Trabajaremos juntos por la sociedad y por nuestras familias, compartiendo, cantando, bailando, en vez de trabajar de pongo de sol a sol en una chacra o labor individual.

Más que desgastar la tierra, depredar la naturaleza y dentro de 30 a 50 años acabar con el gas, el petróleo, el hierro, el estaño, el litio y todos los otros recursos naturales no renovables, necesarios para el "desarrollo moderno", garantizaremos la vida para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, salvando al planeta a partir de nuestra piedra, nuestra quinua, papa y yuca, nuestros frijoles, habas y choclos, nuestra mara, oca, coco y coca.
Alcanzaremos un VIVIR BIEN, intercambiando lo que producimos entre nuestras tierras en diferentes alturas, y entre nuestras comunidades y sociedades a nivel nacional, continental y mundial, en vez de dejar que nuestra vida seguirá igual o peor, vendiendo cada vez más barato y comprando cada vez más caro al mercado nacional o extranjero.

En nuestro propio gobierno comunal

En esta crisis cuando no acaba de morir una “civilización” y no acaba de renacer la Vida, estando o no estando en el gobierno, nuestra tarea es comenzar a gobernar nosotros mismos nuestras comunidades, en primer lugar en el campo, hacerlo territorio libre (con el apoyo desde las ciudades).

Nos toca fortalecer la comunidad desde nuestros propios gobiernos comunales, organizando nuestra vida productiva y social, manejando las cosas de la comunidad, regulando las relaciones internas, resolviendo los asuntos de tierras, etc.

Nuestra tarea es fortalecer la vida propia, la identidad y espiritualidad propias en nuestras comunidades. Producir nuestra propia comida, vestimenta, herramientas y otros, y hacer funcionar la educación y la salud propia. Como nuestros antepasados, vivir de todas las riquezas que nos legaron para satisfacer nuestras necesidades humanas, para lograr la autosuficiencia nacional, el no depender de nadie.

Nos toca hacer a las comunidades el gobierno soberano magno, que con decisiones vinculantes desde sus asambleas asignan y revocan a los delegados a los niveles centrales.

Asambleas Constituyentes

Nuestro camino es comenzar a regirnos por nuestras propias leyes, expulsando de las comunidades a corregidores, jueces, policías corruptos, para fortalecer la justicia propia a cargo de las autoridades originarias según los códigos no escritos de nuestra tradición como naciones indígenas originarias.
Avanzar en el autosostenimiento de nuestras comunidades, organizando el campo y los barrios, distribuyendo e intercambiando entre alturas y regiones los productos (que antes iban a la ciudad y al exterior), organizando la alimentación entre regiones para que no falte comida en las comunidades.

Nos toca convocar a Asambleas Constituyentes en todos los niveles: cabildos abiertos, en municipios, provincias, departamentos, nacional, donde las hermanas y hermanos de las comunidades, de los pueblos, de los barrios en las ciudades, nos pondremos de acuerdo cómo construir la soberanía de las comunidades, cómo fortalecer el equilibrio hombre naturaleza, lo que nos permita a la población comenzar a gobernar y decidir qué tipo de país queremos construir, cuáles serán las estrategias y los planes que debemos iniciar desde el gobierno y desde las comunidades.

Hermanas y hermanos, afirmando y consolidando las tradiciones y valores de pueblos que han puesto más valor en el bien del largo plazo que en la generación de riqueza que hace caso omiso de nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, INVITAMOS desde Bolivia a todos los pueblos hermanos de Abya Yala y de los diferentes continentes a marchar juntos hacia el reencuentro con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea, permitiéndonos volver a nuestro camino, el camino que nos dará una verdadera solución para todos los habitantes del planeta en esta lucha por un nuevo amanecer en la culminación del Quinto Sol, en los tiempos del Pachakuti.

Esperando que este III Cumbre Continental culmine con fuertes lazos de unidad entre todos ustedes y con un firme Plan de Acción a favor de nuestros pueblos, reitero mi saludo fraternal.

Jallalla hermanos

Evo Morales Ayma.
Presidente de la República de Bolívia
https://www.alainet.org/en/node/120346
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