Tranquilidad y confianza

01/08/2006
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La Habana Mensajes del líder cubano Fidel Castro esta semana han llevado a la población de la Isla, primero a un sentimiento de consternación, el cual ha ido diluyéndose en el transcurso de las horas en otro de tranquilidad y confianza basado en que la vida sigue su curso. Cubanos de todo el país, y extranjeros -personalidades o no- han causado una verdadera lluvia de mensajes en las redacciones de medios de prensa locales con el factor común de desear el restablecimiento del dirigente enfermo, quien en un segundo mensaje, el martes, tras la proclama del lunes en la cual delegó provisionalmente sus cargos principalmente en Raúl Castro, su sustituto constitucional, prometió noticias sobre su salud cuando estas sean viables. "Yo no puedo inventar noticias buenas, porque no sería ético, y si las noticias fueran malas, el único que va a sacar provecho es el enemigo. En la situación específica de Cuba, debido a los planes del imperio, mi estado de salud se convierte en un secreto de estado que no puede estar divulgándose constantemente; y los compatriotas deben comprender eso. No puedo caer en el círculo vicioso de los parámetros de salud que constantemente, a lo largo del día, se mueven", dijo Fidel Castro en su nota, que transmitió por teléfono a Randy Alonso, panelista principal del programa diario de opinión pública La Mesa Redonda, el cual se transmite por televisión y radio. "Puedo decir que es una situación estable, pero una evolución real del estado de salud necesita el transcurso del tiempo. Lo más que podría decir es que la situación se mantendrá estable durante muchos días, antes de poder dar un veredicto", expuso el dirigente cubano. También agradeció "por todos los mensajes de nuestros compatriotas y de muchas personas en el mundo. Lamento haberles causado tanta preocupación y molestia a los amigos en el mundo". Expuso además que "de ánimo me encuentro perfectamente bien. Subrayó que "lo importante es que en el país todo marcha y marchará perfectamente bien", y advirtió a los enemigos que "el país está preparado para su defensa por las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el pueblo". "Nuestros compatriotas lo conocerán todo a su debido tiempo, como pasó cuando mi caída en Villa Clara. Hay que luchar y trabajar", fue como concluyó su nota. Entre los amigos más públicos, en el mundo de quienes recibió mensajes de pronto restablecimiento, los medios informativos cubanos destacaron el del presidente venezolano, Hugo Chávez, que se encontraba en Vietnam cuando supo de la enfermedad del líder cubano. También se divulgaron notas al respecto del presidente de Bolivia, Evo Morales, del de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva y del de Ecuador, Alfredo Palacio. En las calles de esta capital y en ciudades del interior del país, la preocupación inicial que causó en los cubanos el anuncio de que su presidente estaba enfermo, cedió poco a poco a un ambiente de tranquilidad y confianza, matizado por reuniones en centros de trabajo y localidades que fueron definidas como de reafirmación revolucionaria. En una de esas reuniones, en la sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), en un barrio de esta capital, el presidente de la entidad, Ricardo Alarcón, expuso que la mejor manera de reaccionar ante los acontecimientos es "empinándonos para estar a la altura de este joven de 80 años que, convaleciente de una operación complicada, todavía se toma el empeño de adoptar las medidas para asegurar que seamos capaces de enfrentar cualquier agresión". El legislador reveló que el lunes estuvo "junto a Fidel" y que el líder le transmitió "la confianza y la certidumbre de que todos unidos vamos a ser capaces de cumplir con las tareas de hoy y con las que nos va a exigir el futuro". "Hasta el último instante -y no estamos en el último instante ni nada que se parezca a eso- Fidel Castro estará junto a los cubanos luchando; nosotros lo que tenemos es que ser capaces de levantarnos, de empinarnos, de tratar de aproximarnos a su altura", exhortó. Sobre las reacciones en el mundo de los amigos de Cuba, Alarcón afirmó que en estas "hay un sentimiento de tributo, de homenaje hacia ese luchador perenne, que sigue peleando, que ha redactado de su puño y letra una Proclama en la que tomó en cuenta hasta el último detalle, para que mientras él repose, la Revolución continúe". En ciudades y localidades del país, mientras tanto, no eran visibles reforzamientos militares ni policíacos, aunque la opinión popular es que "la guardia" en ese sentido está "levantada". Existe el criterio -bien fundamentado- de que el gobierno de Estados Unidos podría aprovechar una supuesta situación de incertidumbre interna en Cuba, para lanzar un ataque bélico, amenaza que se ha reforzado durante todo el período de mando del presidente George W. Bush. En vistas de que esa incertidumbre no ha aparecido por ninguna parte en la Isla, en Washington pareció primar, al menos por el momento, la cautela. El portavoz del Departamento norteamericano de Estado, Sean McCormack, lanzó una "advertencia " habitual ante la prensa en la capital del río Potomac al decir que su gobierno "hará todo lo que pueda" para continuar con los planes de una llamada transición cubana, denunciada con énfasis no solo por Cuba sino por muchos en el mundo como un verdadero programa que persigue la dependencia total de la Isla a Estados Unidos. "Hemos dejado en claro que nuestra política con respecto a Cuba sigue siendo la misma", expuso el portavoz. El lunes, otro vocero, esta vez Peter Walkins, de la Casa Blanca, dijo que "no podemos especular sobre la salud de Fidel Castro, pero continuamos trabajando por el día que Cuba sea libre". Fuente: World Data Service http://www.wds.wdrc.info http://www.wdrc.cubaresearch.info
https://www.alainet.org/en/node/116405?language=es
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