La primera Universidad Estatal de Medicina de Moscú (también conocida como Universidad Sechenov) anunció el 12 de julio que había completado los ensayos de una vacuna contra el COVID-19 fabricada en Rusia. El anuncio vino de Vadim Tarasov, director del Instituto de Medicina Traslacional y Biotecnología de la Primera Universidad Médica.

La vacuna fue inventada en el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología, que dirige N. F. Gamaleya junto con el Ministerio de Defensa de Rusia. Sin embargo, los ensayos clínicos de seguridad se realizaron en la Primera Universidad Médica.

Los ensayos clínicos tenían como objetivo probar la seguridad del nuevo medicamento, pero no su efectividad. Los científicos planean completar la próxima fase de ensayos clínicos, cuyo objetivo es medir la efectividad de la nueva vacuna, antes del 28 de julio.

Los científicos estiman que el medicamento se pondrá en producción en masa a principios de septiembre de 2020, un proceso que requiere una certificación previa de las autoridades médicas rusas. Sin embargo, el proceso de certificación no debería demorar más de unos días y, por lo tanto, se completará a principios de agosto.

Pero aún no está claro cuándo la gente podrá vacunarse. "No creo que esté disponible en farmacias en el futuro cercano, porque espero que el gobierno obtenga el medicamento y lo distribuya entre los hospitales", dice Alexander Ginzburg, director del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología, la institución donde se creó la vacuna.

Este anuncio se hizo el 16/07/2020 al medio día. En la tarde ya estaban la prensa y los noticieros de Estados Unidos y de sus vasallos europeos difundiendo rumores de que el gobierno ruso había hackeado (robado) datos de la investigación sobre una vacuna contra el covid-19 que se realizan en Universidad de Oxford. ¿Es que se pueden robar los datos de prueba de experimentos aún por hacer? En su campaña de demonización de Rusia no se puede admitir que Rusia haga algo bueno.

Sobre todo lo que se les atraganta a los periodistas de los noticieros es que Rusia anunció que va a distribuir 30 millones de vacunas gratuitamente y que los datos de prueba van a ser de dominio público, para que la vacuna pueda ser fabricada como medicina genérica.

Eso echa por tierra la perspectiva de ganancias para las farmacéuticas por la patente monopólica de la vacuna, proporcionales al terror que los medios y los políticos europeos han difundido y la gente estaría dispuesta a pagar un alto precio para evitarse las molestias causadas con la narrativa sesgada del COVID-19.

Con su vacuna Rusia, obliga a que los gobiernos devuelvan las libertades individuales secuestradas con el pretexto de proteger la salud pública.

La vacuna comenzará a estar disponible para el público en septiembre. La labor de los gobiernos ahora se hace muy simple. Identificar y aislar a los contagiados y vacunar el resto sano. Como se ha hecho siempre con las enfermedades contagiosas. Esta es la primera vez que se hace al revés, aislar en arresto domiciliario a la mayoría sana.

спасибо россия Gracias a Rusia.

Almeria 14/07/2020