Importancia y riesgo de la Inteligencia

20/01/2020
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A propósito de los informes de la Revista Semana vale la pena hacer unas reflexiones acerca de la importancia de la Inteligencia en una sociedad democrática, que algunos definen de manera sencilla como información, pública y reservada, procesada y analizada para que sea útil en la toma de decisiones relativas a la seguridad y la defensa y que no se debe confundir con la investigación criminal, asociada a la investigación de delitos.

 

Es una actividad estratégica para cualquier Estado, para que sus dirigentes tengan mejores elementos para tomar buenas decisiones, especialmente en el campo de la seguridad y la defensa nacionales. La Inteligencia tiene una pretensión preventiva -es efectiva cuando se anticipa a lo que se consideran riesgos y amenazas a la convivencia y seguridad ciudadana, la seguridad pública o la seguridad nacional-, pero las actividades de Inteligencia no deben ni pueden ser operativas.

 

La Inteligencia debe ser realizada por personas, civiles, policiales o militares, altamente preparadas para esa tarea y tiene dos características principales que a su vez son fuente de riesgos, la primera, es que no debe ser ideologizada, es decir no puede partir de la idea qué hay determinadas ideologías o partidos políticos que son riesgo o amenaza para la democracia, es decir no existen enemigos internos -pueden haber ciudadanos que infringen la ley y qué se debe buscar, capturarlos y ponerlos a órdenes de las autoridades judiciales-, sino hay el riesgo que la Inteligencia se convierta en un mecanismo de persecución política a grupos de ciudadanos que piensan distinto -incluidas prácticas como interceptaciones ilegales, ponerse al servicio de un partido político, violaciones de derechos- y ese es el camino para los autoritarismos,

 

La segunda, es que la actividad de Inteligencia debe ser reservada y en ocasiones secretas, lo cual se puede prestar, sino se establecen controles adecuados, para prácticas abusivas y/o corruptas -los gastos reservados de Inteligencia por eso son tan complejos de controlar- y deben afinarse los procedimientos de control político -de ahí la importancia de la pluralidad en la composición de la Comisión de Inteligencia del Congreso para hacer el control político, pero desafortunadamente algunas fuerzas políticas no valoran la importancia de ser parte de estas Comisiones-, el control fiscal de la Contraloría y el control administrativo de la Procuraduría, además de los controles internos de las instituciones.

 

Por ello la actividad de Inteligencia es estratégicos en una sociedad, pero en democracia debe estar subordinada y controlada por las autoridades civiles y es recomendable diferenciar la Inteligencia estratégica, de la propia de las actividades militares y policiales; hay siempre debate acerca de si lo recomendable son varias agencias de inteligencia especializadas o la centralización de las mismas, y si bien no hay conclusiones definitivas, todo indica que es mejor la presencia de varias agencias especializadas.

 

Por consiguiente, necesitamos buenas agencias de inteligencia, pero profesionalizadas y no ideologizadas, porque si no dejan de ser eficaces para lo que se necesita -comienzan a fantasear o lo que es peor hacer montajes y ver enemigos donde solo hay ciudadanos que piensan distinto- y se convierten en herramientas del régimen para perseguir a la oposición política.

 

- Alejo Vargas Velásquez es profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia y

coordinador del Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa.

 

https://www.alainet.org/de/node/204277
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