Ante el accionar racista en los EEUU: acción afirmativa

El avance del movimiento antirracista en este siglo XXI consistiría en ver los hechos del pasado con espíritu crítico de lo no restaurado durante mucho tiempo.

17/10/2018
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La opresión racial en los EEUU contra los pueblos de origen africano ha estado presente desde la fundación del país hasta la etapa presente, es decir, la situación de los negros sigue siendo la de víctimas del más cruel racismo, evidenciándose en el desempleo, en la inserción en trabajos irrelevantes, en la insignificante educación recibida, en la negación de la capacitación laboral, entre otras, cuestiones dadas tanto en lo teórico y lo práctico.

 

Se podría creer que el racismo terminaría o quedaría eliminado después de la guerra civil, con la abolición de la esclavitud; más después que vinieron los derechos civiles, en el que lograron el derecho al voto y, que el racismo desaparecería durante la llegada a la presidencia de Barack Obama, pero no fue así, siguieron considerándolos ciudadanos de segunda. La mayoría de afrodescendientes quedaron rezagados en comparación con los blancos, al no alcanzar objetivos de bienestar, de esperanza de vida y de la riqueza acumulada, formándose con el tiempo, solo una pequeña burguesía afroestadounidenses, el grueso de la población negra ocupan hoy los más bajos y precarios trabajos, quedándose incluso, atrás o por debajo de la clase trabajadora de los Estados Unidos.

 

El punto más relevante de la lucha antirracista fue en los años 60s que ampliaron los derechos civiles, quedándose todavía muchos pendientes de conseguir de manera íntegra. Algunas reformas enfocadas hacia la discriminación racial prometían encaminarse hacia una mejora en la educación pública, para los niños y jóvenes de raza negra e inclusive se planteaba colocarlos juntos con los jóvenes blancos, donde las instalaciones y los recursos fueran mejores. La integración de las escuelas públicas quedaron estancadas y la mejora de la educación siguieron sin resolverse debido a las barreras raciales.

 

Hubo una reforma que parecía prometedora, impulsada por el movimiento pro derechos civiles, de carácter importante, llamada política de acción afirmativa, diseñada con el fin de ir más allá, la de permitir que la participación en la economía de los EEUU, nivelara el campo de acción de los afroestadounidenses; el economista Víctor Perlo, la llamó acción afirmativa “principal mecanismo hecho para reducir la discriminación a los afrodescendientes”. Una defensora que reflexionó sobre la acción afirmativa fue Gertrude Ezorsky, en su libro Racismo y justicia: el caso de la acción afirmativa, descubrió que los trabajos que desempeña la población negra se clasifican entre malos y peores.

 

En principio la acción afirmativa fue bien vista por el Partido Demócrata (1976), pero la desatención se produjo después con algunos gobiernos como el de Cárter, que no le dio importancia. Desde entonces la Acción Afirmativa quedó sin surtir efecto, es decir, paralizada y con ello la desesperanza de lograr la justicia racial. El capitalismo siempre se opone a la redistribución o reordenación de las relaciones de poder, y esto explica la muerte de la acción afirmativa como política restauradora, y debido a ello ésta desapareció casi por completo.

 

La pregunta obligada sería: ¿Podría la Acción Afirmativa tener éxito en llevar la justicia racial a los afroestadunidenses bajo el capitalismo? La respuesta es NO, pero al menos acercaría o unificaría a los negros para atacar el racismo en su núcleo.

 

El avance del movimiento antirracista en este siglo XXI consistiría en ver los hechos del pasado con espíritu crítico de lo no restaurado durante mucho tiempo, siglos se podría decir, reconociendo desde luego la lucha de clases, atacando la estructura del racismo como consecuencia del capitalismo que ha traído pobreza, educación inferior, vivienda deficiente, encarcelamientos masivos, deficiencia sanitaria etc., para después enfilar la lucha contra el gueto económico de siglos de superexplotación, desempleo, subempleo y malos trabajos.

 

En su libro Economía del racismo II, Víctor Perlo escribió dos cuestiones fundamentales para entender la acción afirmativa en esta etapa: a) Acción Afirmativa, es decir, entendida como medidas específicas para mejorar las condiciones económicas de los afroaestadunidenses, hispanos, comunidades indígenas y sectores de población asiática; b) Medidas para avanzar en las condiciones de toda la clase obrera. (Perlo, p. 281).

 

Cualquier reforma antirracista debe tomar en cuenta la acción afirmativa, como estrategia contra la discriminación racista, reivindicando a los afrodescendientes que lucharon por los derechos civiles de aquellos años sesenta.

 

Algunos datos fueron retomados del artículo de Greg Godels: Anti-racismo: de vuelta a la acción afirmativa.

https://www.alainet.org/de/node/195974?language=es
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