Lo que el asunto de Copa dejó ver

11/04/2018
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El 29 de marzo del 2018, la administración panameña presidida por Juan Carlos Varela hizo pública la Resolución número 02-2018 dictada por el Ministerio de Economía y Finanza, con fecha del 27 de marzo, en la cual se ordena limitar operaciones económicas y financieras con Venezuela, prohibiendo transacciones con el Presidente de la República, 54 funcionarios del Estado y con 16 empresas públicas o presuntamente relacionadas con el gobierno venezolano.

 

Esta decisión que convierte a Panamá en el primer país latinoamericano en formar parte activa y admitida de los gobiernos que contribuyen a la asfixia económica de Caracas[1] y constituye sin duda una gran vergüenza para todos los que, aspiramos a la plena independencia de Panamá.

 

Sin embargo, esta infeliz decisión generó una serie de eventos, admisiones y consecuencias sumamente importantes. La fundamental es que es la primera medida a al cual Caracas ha contestado con la aplicación del principio de reciprocidad.

 

Por lo cual, el 5 de abril de este año, el gobierno bolivariano dictó una Resolución conjunta entre los Ministerios de Interior, Justicia y Paz, de Comercio Exterior e Inversión Internacional, y de Economía y Finanzas mediante la cual suspendió por 90 días las relaciones económicas y financieras con 22 personas naturales y 46 jurídicas nacionales de Panamá, como medida para proteger el sistema financiero venezolano.[2]

 

Entre ellas, ninguna ha sido más mediatizada que la suspensión de relaciones comerciales con la compañía aérea COPA AIRLINES, que fue inmediatamente seguida por la resolución del Instituto Nacional de Aviación Civil (Inac) donde se estableció la suspensión de sus vuelos.

 

Al respecto, mientras la reacción de la empresa fue anunciar que reembolsaría los pasajes que ya hubiese vendido así como aquellos trayectos que ya hubiesen sido iniciados por los usuarios, las reacciones nacionales fueron lapidarias. La prensa de oposición enloqueció y acusó a Nicolás Maduro de “aislar voluntariamente el país” o “quitar la posibilidad de salir decentemente” a los venezolanos.[3]

 

Para luego caer en un conflicto diplomático donde mutuamente los Estados anunciaron el retiro de sus Embajadores y posteriormente el Ejecutivo panameño replicó enviando una misiva que para algunos ha sido tomada como una forma de recular.

 

Si no compartimos este análisis en ningún momento, las más recientes declaraciones por la vicepresidenta y canciller panameña Isabel De Saint Malo de Alvarado, recogidas por el Nuevo Herald, confirman que este conflicto no se va a amansar.

 

Así lo sostuvo el precitado rotativo:

 

Panamá no ha tomado medidas comerciales, pero si no revisa Venezuela sus acciones, vamos a reaccionar y adoptar otras medidas de endurecimiento en proporción, incluyendo la aplicación de la ley de retorsión y podría ser hasta sanciones económicas”, declaró la vicepresidenta en una reunión con la prensa extranjera acreditada en el país centroamericano.

 

La canciller recordó que “Venezuela está en la lista de países que discriminan a Panamá”, publicada en marzo pasado por el gobierno como un “primer paso en la evaluación de acciones recíprocas” en materia migratoria, tributaria y arancelaria para las 20 jurisdicciones incluidas por aplicar medidas discriminatorias o restrictivas al país centroamericano”[4]

 

Con esto en mente, queríamos fijar la atención sobre dos aspectos. Por primera vez, así sea como consecuencia de la acción en reciprocidad tomada por Caracas, la prensa venezolana y las redes sociales han caído en cuenta que una sanción o una suspensión económica así se plantee hacia una sola persona tiene consecuencias para un universo indeterminado de sujetos.

 

Así, como algunos pudieron poner el ojo en determinar que la suspensión de relaciones con COPA significa que  para un conjunto de personas, sus planes de ida o de regreso han sido truncados y no tienen una alternativa clara de cómo solucionarlo, es tiempo de evidenciar que lo mismo ocurre cada vez que, las sanciones económicas y financieras que le han sido impuestas a Venezuela tocan las estructuras nacionales por medio de las cuales se obtienen recursos, se compra mercancía o se venden productos.

 

Este, por cierto, es uno de los temas que con menor claridad se ha explicado y es el corazón de las consecuencias que tiene la prohibición de mantener relaciones comerciales o financieras con cualquier país porque, advierte a los extranjeros que podrán ser objeto de duras sanciones, que pueden ser hasta corporales, por lo cual se abstienen o se retiran de negociaciones que son vitales para normalizar el flujo de bienes y servicios en Venezuela.

 

Luego, está lo que esta acción “panameña” ha clarificado de las intenciones y los promotores de la misma.  Así, en otra nota del Nuevo Herald, esta vez firmada por Franco Ordoñez se incluye una asombrosa declaración  de la Casa Blanca mediante la cual ofrece enviar a sus abogados y asesores para que los gobiernos latinoamericanos redacten nuevas sanciones contra Venezuela en términos que sean favorables para la administración Trump.[5]

 

Siendo el caso que fue Panamá el que apuró el paso –para algunos dio el ejemplo- y que hubo un momento de desconcierto donde parecía que podría relativizarse la acción, el 6 de abril, el Departamento de Estado de los Estados Unidos felicitó al gobierno de Panamá por las sanciones impuestas contra funcionarios del gobierno venezolano[6].

 

En este contexto, parece que la estrategia de Estados Unidos consistirá en involucrar otros países para que parezca que existe una indignación continental y no un ataque desproporcionado de la primera potencia mundial contra un pequeño país.

 

Sin embargo, la utilización de los mecanismos básicos de la diplomacia por parte de Caracas  causó sorpresas a quienes esperaban que se mantuviese, tal como lo ha hecho desde que este capítulo inició, imperturbable. Esperemos que los esfuerzos de Washington sean respondidos oportunamente y que no ocurran porque a cada golpe y respuesta, se confirman los designios de Bolívar y se raja la esperanza nuestroamericana del Continente unido.

 

Notas

 

[1] https://anicrisbracho.wordpress.com/2018/03/31/sancione-primero-averigue-despues/

 

[2] http://www.vicepresidencia.gob.ve/index.php/2018/04/06/suspension-por-90-dias-de-las-relaciones-economicas-de-venezuela-con-panama/

 

[3] https://es.panampost.com/orlando-avendano/2018/04/05/maduro-aisla-mas-a-venezuela-sanciona-a-panama-y-expulsa-a-copa-airlines/

 

[4] http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article208357369.html

 

[5] https://dolartoday.com/se-cierra-el-cerco-eeuu-ofrece-ayuda-legal-latinoamerica-para-facilitar-sanciones-contra-el-regimen-de-maduro/

 

[6] Departamento de Estado de los Estados Unidos felicitó al gobierno de Panamá por las sanciones impuestas contra funcionarios del gobierno venezolano

 

 

 

 

https://www.alainet.org/de/node/192190
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