Nuevo acuerdo de paz y el aporte de Papa Francisco en la lucha en contra de las mafias
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Se firmó el nuevo acuerdo de la paz en Colombia. El evento se llevó a cabo pasadas las once de la mañana de este jueves, en el Teatro Colón de Bogotá, con la participación de representantes del Gobierno nacional y las Farc. El presidente Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño y alias Timochenko, sellaron con balígrafos, un lapicero elaborado con una bala, el nuevo acuerdo logrado en las pasadas semanas y que, según el primer mandatario de los colombianos, es definitivo.
“Hoy hemos firmado, aquí en este escenario histórico, ante el país y ante el mundo, un nuevo acuerdo de paz con las Farc. El definitivo... el acuerdo del Teatro Colón”, señaló el presidente en su discurso, luego de que el jefe de las Farc hablará ante los asistentes. El presidente señaló que el nuevo acuerdo surgió “de un diálogo abierto y franco con todos los sectores de la sociedad aquí en Colombia, y un proceso riguroso de renegociación entre las delegaciones en La Habana”. Asimismo, indicó que lo que hoy se firma es el fin del conflicto armado con las Farc y sienta las bases para la construcción de una paz estable y duradera. “Logramos parar el desangre y que no haya más víctimas”, dijo Santos.
Reconoció, igualmente, que el nuevo acuerdo firmado es mejor que el firmado el pasado 26 de septiembre en Cartagena, e invitó a los colombianos a dejar atrás ´más de cinco décadas de guerra y a trabajar en la reconciliación. "Quiero invitarlos a que veamos en este momento un momento de cambio, de transformación que nos permita creer en un mejor mañana no con la exigencia de lo inalcanzable, sino con la certeza de lo posible", relata El Espectador (1).
Finalmente agradeció “los aportes realizados por todos los sectores de la sociedad, las comunidades indígenas y afro, el movimiento de mujeres, las víctimas, sindicatos y empresarios y las Iglesias (hay que subrayar que no ha mencionado la Iglesia Católica que ha sido muy criticada por no respaldar el SI por la paz, como subraya Herman Rodríguez, profesor asociado de la facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (2) y al partido Centro Democrático)”.
El máximo comandante de la FARC, ‘Timochenko‘, en su intervención, pidió que "la palabra sea la única arma de los colombianos" y reiteró que el nuevo acuerdo de paz que sustituye al que fue firmado el 26 de septiembre pasado incluye las observaciones que hicieron los voceros del No.
"Para alcanzar la firma de este acuerdo definitivo los colombianos vivimos más de siete décadas de violencia, medio siglo de guerra abierta, 33 años en procesos de diálogos, un lustro de debates en La Habana, el desencanto del pasado 2 de octubre y el más histórico esfuerzo por conseguir el mayoritario consenso de la nación", agregó.
‘Timochenko‘mandó un saludo al presidente electo de EE. UU. Donald Trump y lo felicitó por su victoria del pasado 8 de noviembre. "Extendemos nuestro saludo a Donald Trump por su elección como nuevo presidente de EE.UU., y aspiramos a que su Gobierno pueda jugar un destacado papel en beneficio de la paz mundial y continental".
Al respecto, Amparo Mejía, presidenta de la Corporación Madres de la Candelaria Línea Fundadora de Medellín, considera oportuno que el trámite de refrendación se haga en el Congreso. Para ella, debió ser así desde el principio, pues con el plebiscito “se perdió tiempo para comenzar a saber sobre nuestros desaparecidos”.
Agrega que el nuevo acuerdo no logra satisfacer del todo a las víctimas. “En ese tema sigue siendo un acuerdo débil, lo que se agregó sobre la reparación integral fue muy poco. Va a pasar lo mismo que con los paramilitares: van a decir que son pobres y no tienen nada que entregar, cuando se sabe que sus cuentas en el exterior son carnudas”.
Combate global en contra de las mafias une Presidente Santos a Papa Francisco
En unas declaraciones difundidas el viernes 26 de septiembre por medios colombianos, el Papa Francisco se refirió al plebiscito, señalando: “tengo que decir que el presidente (Juan Manuel) Santos está arriesgando todo por la paz, pero veo también otra parte que está arriesgando todo para continuar la guerra. Esto hiere el alma”, añadió el Santo Padre en un video divulgado por la prensa. En el corto video, Francisco aseguró que “yo prometo que cuando este acuerdo sea blindado por el plebiscito, el reconocimiento internacional, yo iré a Colombia para enseñar la paz” (3).
"Necesitamos contundencia, combate a mafias y narcotráfico" ha declarado el Presidente Juan Manuel Santos: esta lucha común en contra de las mafias globales es un desafío impulsado por el Papa Francisco, que representa un importante aporte por la paz en Colombia.
La droga "es una herida en nuestra sociedad, un veneno que corroe, corrompe y mata", una "nueva forma de esclavitud" que "representa una mafia", que debe ser combatida con todos los esfuerzos. Aunque no hay que caer en la injusticia de clasificar a los dependientes como si fueran objetos o "trastos rotos", sino hay que rehabilitarlos. Así de contundente fue el papa Francisco al intervenir en el seminario "Narcóticos, problemas y soluciones de esta plaga mundial", que se ha concluido el 24 de noviembre en la Pontificia Academia de Ciencias y que reunió el pasado 24 de noviembre a unos 150 expertos de todo el mundo, entre los cuales hubo muchos referentes del mundo judicial, político y eclesiástico argentino.
En su discurso, Francisco, quien como arzobispo de Buenos Aires conoció de cerca el flagelo de la droga -un tema que lo desvela-, no pudo no referirse a su propio país. Lamentó, de hecho, que "en 30 años" la Argentina pasó de ser un país de tránsito de drogas a tener "consumo y un poco de producción". Y hasta contó la historia de un juez que trabajaba contra la droga que recibió "un aviso mafioso" porque "cuando se buscan las redes contra la droga uno se encuentra frente a la mafia, porque se mata a quien quiere destruir esta esclavitud", advirtió, hablando en español.
"La droga es una herida en nuestra sociedad, que atrapa a muchas personas en sus redes. Ellas son víctimas que han perdido su libertad a cambio de esta esclavitud, de una dependencia que podríamos llamar «química». Es ciertamente una «nueva forma de esclavitud», como otras muchas que flagelan al hombre de hoy y a la sociedad en general", dijo al principio de su intervención Francisco, quien fue recibido por un caluroso aplauso cuando llegó, al mediodía, al aula magna de la Casina Pío IV, sede de la Pontificia Academia de Ciencias.
Después de unas palabras de bienvenida de su "canciller", el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, el ex arzobispo de Buenos Aires subrayó que todo el mundo es consciente de que el problema de la droga "representa una parte importante del crimen organizado". Por lo tanto, llamó a identificar el modo de controlar los circuitos de corrupción y las formas de blanqueo de dinero.
"No queda otro camino que el de remontar la cadena que va desde el comercio de drogas en pequeña escala hasta las formas más sofisticadas de lavado, que anidan en el capital financiero y en los bancos que se dedican al blanqueo del dinero sucio", denunció el Papa.
Para frenar la demanda del consumo, por otra parte, destacó la importancia de poner en marcha programas sociales orientados a la salud, al apoyo familiar y, sobre todo, a la educación, algo que consideró fundamental. "La formación humana integral es la prioridad; ella da a las personas la posibilidad de tener instrumentos de discernimiento, con los cuales puedan desechar las diferentes ofertas y ayudar a otros", indicó.
Aunque admitió que la prevención es el camino prioritario, recordó asimismo que es fundamental trabajar "por la plena y segura rehabilitación" de las víctimas de la droga en la sociedad, "para devolverles la alegría y para que recobren la dignidad que un día perdieron". Advirtió: "Mientras esto no esté asegurado, también desde el Estado y su legislación, la recuperación será difícil y las víctimas podrán ser re-victimizadas".
Lo escuchaban entonces los jueces federales Daniel Rafecas, quien fue invitado como observador, María Romilda Servini de Cubría y Sergio Gabriel Torres, y Zunilda Niremperger, del Chaco; el legislador porteño y titular de la fundación La Alameda, Gustavo Vera -brazo derecho de Sánchez Sorondo en este tipo de eventos-; el profesor Luis Alberto Ferrari, experto en toxicología y química forense que se desempeñó más de 32 años en la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires, entre otros cargos; monseñor Jorge Lozano, promovido recientemente por el papa Francisco como arzobispo de San Juan de Cuyo y referente eclesiástico de la Pastoral Social, la lucha contra el narcotráfico y el cuidado del medio ambiente; Héctor Masoero, uno de los impulsores y fundadores del Observatorio para la Prevención del Narcotráfico de la Argentina (Oprenar), junto con Jorge Aufiero, el presbítero Guillermo Marcó -durante años vocero de Jorge Bergoglio- y Guillermo Marconi.
También estuvieron presentes en el evento el padre Juan Carlos Molina, que fue titular de la Secretaría de Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) durante el kirchnerismo; Roberto Moro, secretario de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico de la República Argentina; y el embajador argentino ante la Santa Sede, Rogelio Pfirter, entre otros.
Francisco en su discurso destacó también que no hay una única causa que lleva a la dependencia de la droga, sino que son muchos los factores que intervienen: la ausencia de familia, la presión social, la propaganda de los traficantes o el deseo de vivir nuevas experiencias, entre otros. Recordó, además, que "cada persona dependiente trae consigo una historia personal distinta, que debe ser escuchada, comprendida, amada y, en cuanto posible, sanada y purificada".
"No podemos caer en la injusticia de clasificarlos como si fueran objetos o trastos rotos, sino que cada persona debe ser valorada y apreciada en su dignidad para poder ser sanada. Siguen teniendo, y más que nunca, una dignidad en cuanto personas e hijos de Dios", afirmó. Francisco consideró también que "no es de extrañar que haya tanta gente que caiga en la dependencia de la droga, pues la mundanidad nos ofrece un amplio abanico de posibilidades para alcanzar una felicidad efímera, que al final se convierte en veneno, que corroe, corrompe y mata".
"La persona se va destruyendo y, con ella, a todos los que están a su alrededor. El deseo inicial de huida, buscando una felicidad momentánea, se transforma en la devastación de la persona en su integridad, repercutiendo en todas las capas sociales", indicó Papa Francisco a La Nación (4).
Vera en el Vaticano: “Hay que ir contra los bienes de la mafia, su punto débil”
En el marco del Coloquio contra el Narcotráfico en el Vaticano, el titular de la cooperativa La Alameda de Buenos Aires, Gustavo Vera, apuntó directamente al corazón de las mafias y remarcó que “el punto débil del crimen organizado consiste en sus bienes”, por lo que instó a confiscarlos y reutilizarlos socialmente.
“Hay que seguir la ruta del dinero. Hay que ir confiscando y reutilizando los bienes de la mafia: lo que tiene en común todo el crimen organizado es que es una forma de acumulación mafiosa del capital. El punto débil del crimen organizado consiste en sus bienes”, planteó Vera durante su exposición en la Academia de Ciencias Pontificias que dirige monseñor Marcelo Sánchez Sorondo el pasado 24 de noviembre.
El titular de La Alameda sostuvo que “hay que ver al narcotráfico en el contexto del crimen organizado y de la sociedad que, como denuncia Francisco, tiene un consumismo desenfrenado que provoca un descarte desenfrenado”.
Además de Vera exponen en el Coloquio la jueza Zunilda Niremperger, la reina Silvia de Suecia y el Papa Francisco, quien lo hará este jueves, mientras que entre los observadores del encuentro participan el ex vocero de Jorge Bergoglio Guillermo Marcó y los jueces federales Daniel Rafecas, María Servini y Sergio Torres.
“El narcotráfico es un problema sistémico y el abordaje no es ni la militarización ni la despenalización”, aseguró el también legislador porteño de Bien Común.
Asimismo, Vera propuso “que los países latinoamericanos tengan su propia inteligencia, y no a la DEA”.
“Ese descarte desenfrenado da el contexto para que crezca el ‘capitalismo aventurero’, lo que conocemos como mafia. Tiene que ver con el narcotráfico, tráfico de órganos, trata laboral, trata sexual, su aspecto más sutil pero no menos grave que es el lavado de dinero y esto tiene que ver con el secreto bancario, con los paraísos fiscales”, señaló. Además, agregó: “Hay toda una industria montada alrededor del descarte y en la medida que no garanticemos Tierra, techo y Trabajo, que no reconstruyamos la comunidad alrededor de la cultura, el deporte, el trabajo y devolvamos el sentido de la vida a la juventud, toda lucha contra el narcotráfico está destinada de antemano al fracaso”.
Vera afirmó que “ha fracasado la opción militarista que no atiende la cuestión social y ha gastado más de 100.000 millones de dólares durante la última década y sin ningún resultado”.
“También ha fracasado la reducción de daños y en los países en los que se ha aplicado ha sufrido graves problemas de salud y ha generado presupuestos en salud insustentables”, criticó.
A la vez, el máximo referente de La Alameda, explicó que “el crimen organizado no lo mismo que robar a una persona en el colectivo” y en ese aspecto precisó que “requiere de una organización y logística que va desde el delito hasta el lavado de dinero y que no se puede hacer sin territorio liberado ni la complicidad estatal”.
Por último, señaló que “las mafias actúan en red y por eso es necesario combatirla trabajando en red, con los tres poderes de una nación, entre los diferentes países, porque es la única forma de generar anticuerpos para combatirlo y poder rescatar a las víctimas” (5).
Entre otros participantes del resto del mundo, se destaca la presencia, del escritor y periodista italiano Roberto Saviano, autor del best-seller "Gomorra", sobre la camorra, la mafia napolitana; y padre Tonio Dell'Olio, responsable para las relaciones internaciones de Libera, una asociación que combate a las mafias y promueve entre los ciudadanos un fuerte sentido de responsabilidad social a través de diversos proyectos. Padre Tonio dell’Olio-Libera ha declarado que "La vida de una persona cambia según quien llega primero a su vida, la camorra o la iglesia”.
Carlos Cruz, presidente de la ONG Cauce Ciudadano de Ciudad de México ha enfatizado: “rompemos cerco que se ha impuesto para decir lo que sucede en México desde el conflicto de interés, la captura del Estado y anulación de prevención”.
Contra el imperialismo internacional del dinero
Hay que recordar que Francisco llamó a los dirigentes populares a meterse “en política con mayúscula” y a “refundar” las democracias en crisis. El papa Francisco aprovechó el cierre del Tercer Encuentro Mundial de Movimientos Populares celebrado en el Vaticano y promovido por la Santa Sede a inicio de noviembre, para reafirmar su propuesta de las “Tres T”, “techo, tierra y trabajo para todos”, y para denunciar que “el dinero gobierna” el mundo “con el látigo del miedo, de la inequidad, de la violencia económica, social, cultural y militar que engendra más y más violencia en un espiral descendente que parece no acabar jamás”. También animó a los movimientos populares a que “no tengan miedo de meterse en las grandes discusiones, en política con mayúscula” y los llamó a “revitalizar” y a “refundar” las democracias que “pasan por una verdadera crisis”. A los dirigentes de estos movimientos volvió a llamarlos “poetas sociales” como había hecho un año atrás en Bolivia.
Hablando ante aproximadamente cinco mil personas provenientes de más de 60 países, el Papa sostuvo que existe “un terrorismo de base que emana del control global del dinero sobre la tierra y atenta contra la humanidad entera”. Según el análisis del pontífice católico “de ese terrorismo básico se alimentan los terrorismos derivados como el narcoterrorismo, el terrorismo de Estado y lo que erróneamente algunos llaman el terrorismo étnico o religioso” que, según Francisco, no existe porque “ningún pueblo, ninguna religión es terrorista”.
Del encuentro en Roma participaron dirigentes sociales, indígenas, obreros, cartoneros y campesinos, la gran mayoría de ellos no católicos, de la misma manera que había ocurrido en julio del año anterior en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. En la sala de audiencias Paulo VI, donde el Papa habló aproximadamente 50 minutos para pronunciar un discurso que parece haber surgido exclusivamente de su puño y letra, también estaba el ex presidente uruguayo José Mujica, a quien Francisco saludó especialmente al comienzo para luego parafrasear una frase suya resaltando la necesidad de la austeridad para quienes trabajan en política. Otro de los asistentes fue Juan Grabois, de la Confederación de la Economía Popular y del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de Argentina, junto a otros dirigentes sociales del país que viajaron especialmente al Vaticano para la ocasión.
Apoyándose en el magisterio de sus antecesores Paulo VI y Pío XII, el Papa insistió en la existencia de una “dictadura” a la que llamó “imperialismo internacional del dinero” y “una nueva forma abusiva de dictadura económica en el campo social, cultural e incluso político”. Pero advirtió Francisco que “ninguna tiranía se sostiene sin explotar nuestros miedos”, y señaló que “al miedo se lo alimenta, se lo manipula” porque “el miedo, además de ser un buen negocio para los mercaderes de armas y de muerte, nos debilita, nos desequilibra, destruye nuestras defensas psicológicas y espirituales, nos anestesia frente al sufrimiento ajeno y al final nos hace crueles”. Dijo también que “cuando escuchamos que se festeja la muerte de un joven que tal vez erró el camino, cuando vemos que se prefiere la guerra a la paz, cuando vemos que se generaliza la xenofobia, cuando constatamos que ganan terreno las propuestas intolerantes; detrás de esa crueldad que parece masificarse, está el frío que es alimento del miedo”.
Al referirse a la democracia como sistema, el Papa sostuvo que “la brecha entre los pueblos y nuestras formas actuales de democracia se agranda cada vez más como consecuencia del enorme poder de los grupos económicos y mediáticos que parecieran dominarlas” y utilizó la referencia para volver a insistir a los dirigentes de los movimientos populares que no se dejen “encorsetar” en las políticas sociales, sino que se animan a cuestionar la política económica y la “política con mayúscula”.
Hubo también una crítica directa para “las políticas sociales concebidas como una política hacia los pobres pero nunca con los pobres, nunca de los pobres y mucho menos inserta en un proyecto que reunifique a los pueblos” por considerar que se trata de “un volquete maquillado para contener el descarte del sistema”. Al elogiar la labor de “los pobres organizados”, el Papa dijo también que “no me extraña que a ustedes también a veces los vigilen o los persigan y tampoco me extraña que a los soberbios no les interese lo que ustedes digan”. Y dijo que las “3 T” es un “proyecto-puente de los pueblos frente a proyecto-muro del dinero”.
Retomó también Francisco en su discurso la problemática de emigrantes, refugiados y desplazados, considerada por el Papa como una “tragedia”, cuestión que había sido abordada durante las deliberaciones del congreso. Se preguntó Bergoglio “¿qué le pasa al mundo de hoy que, cuando se produce la bancarrota de un banco, de inmediato aparecen sumas escandalosas para salvarlo, pero cuando se produce esta bancarrota de la humanidad no hay casi ni una milésima parte para salvar a estos hermanos que sufren tanto?”. Le pidió a los presentes que ejerciten su solidaridad con los desplazados y migrantes excluidos esperando que “algunos Estados y organismos internacionales abran los ojos y adopten las medidas adecuadas para acoger e integrar plenamente a todos los que, por una u otra circunstancia, buscan refugio lejos de su hogar”.
Y reiteró lo que había afirmado en Bolivia el año pasado, al señalar que “el futuro de la humanidad no está únicamente en manos de los grandes dirigentes, las grandes potencias y las élites. Está fundamentalmente en manos de los pueblos, en su capacidad de organizarse y también en sus manos que riegan con humildad y convicción este proceso de cambio”.
El Papa pidió también a los dirigentes de movimientos populares que no se dejen tentar por la corrupción. “Es justo decir que hay una corrupción naturalizada en algunos ámbitos de la vida económica, en particular en la actividad financiera, y que tiene menos prensa que la corrupción directamente ligada al ámbito político y social”. También, agregó, “es justo decir que muchas veces se manipulan los casos de corrupción con malas intenciones”. Pero, dijo el Papa, “es justo aclarar que quienes han optado por una vida de servicio tienen una obligación adicional que se suma a la honestidad con la que cualquier persona debe actuar en la vida. La vara es muy alta: hay que vivir la vocación de servir con un fuerte sentido de austeridad y humildad”. Porque “la corrupción, la soberbia, el exhibicionismo de los dirigentes aumenta el descreimiento colectivo, la sensación de desamparo y retroalimenta el mecanismo del miedo que sostiene este sistema inicuo”, subrayó el pontífice.
Conocedor de que su audiencia estaba conformada por mayoría de no católicos, Francisco modificó en parte su ya tradicional pedido de despedida “recen por mí”. “Les pido por favor recen por mí -dijo- y a los que no puedan rezar, ya saben, piénsenme bien y mándenme buena onda”, remató Papa Francisco (6).
Conclusión
Concluyendo, es importante subrayar el rol de la comunidad internacional para monitorear la implementación de los acuerdo de paz en Colombia (7), como subrayo en mi libro “Renovadas formas de hacer oposición”, bajo la coordinación de Freddy Cante y Beatriz Franco Cuervo, Editor Universidad del Rosario, 2014 (8).
Tiene razón el Presidente Juan Manuel Santos: "Necesitamos contundencia (en el) combate a mafias y narcotráfico"; esta lucha común en contra de las mafias globales es un desafío impulsado por el Papa Francisco, que representa un importante aporte por la paz con justicia social.
NOTAS
- Europa pide paz con justicia para las víctimas en Colombia - http://www.alainet.org/es/articulo/180450
Cristiano Morsolin, investigador y trabajador social italiano radicado en Latinoamérica desde 2001 donde ha trabajado en proyectos de cooperación internacional en Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia y Brasil. Autor de varios libros sobre derechos humanos y políticas emancipadoras.
Blog: https://diversidadenmovimiento.wordpress.com/
25. 11. 2016
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