El Bretxit y sus consecuencias planetarias (I)

18/07/2016
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1ª parte

 

El resultado del plebiscito para definir la posición del Reino Unido (RU o Inglaterra) respecto de la Unión Europea (UE), culminó con un 51.9% a favor de la salida, frente a un 48.1% y una participación del 72.2% de los electores. Ello impacta en todos los órdenes de la vida de relación planetaria y, por lo tanto, puede ser visto desde diversos ángulos de análisis, como el histórico, que muestra a un RU, cabildeando constantemente para vivir en un “estatus especial”, desde el Tratado de Roma (1957) en que surge la Comunidad Europea (CE). El pretexto, ser una economía muy diferente a las de Europa Continental –así se mantiene más en la esfera del Dólar que del Euro-, pasando por consecuencias políticas, como económicas y el factor que hoy por hoy determina muchas situaciones de la geopolítica mundial, referido a los movimientos migratorios. Ver: O imbróglio britânico em perspectiva. Giorgio Romano Schutte. http://www.alainet.org/es/node/178828 

 

El sueño británico de reconstituir su antiguo imperio (Commonwealth) creada en 1949, para mantener sus ex colonias en una asociación que mantuviera parte de los beneficios obtenidos durante centurias que, entre otras cosas, aportaban materias primas necesarias tanto para resolver problemas alimentarios a bajo costo, como contar con otros materiales que desarrollaron su industria e hicieron de “la pérfida Albión” una isla próspera, defensora de su entorno geográfico ante imperios poderosos, desde su creación hasta el enfrentamiento a Napoleón (S. XIX) y a Hitler, en el S. XX.

 

Lo cierto es que no podía incorporarse a una Comunidad que pugnaba por desarrollar mercados internos, buscando la seguridad alimentaria mediante subsidios a la producción y creando una barrera arancelaria común, cuyo producto se usa para financiar la política comunitaria. Los líderes ingleses, que en algún momento buscaron el cobijo de Europa unida, mostraban reticencias ante el fortalecimiento de Alemania y Francia, que pujaban juntas por fortalecer la Unión. Muchos proyectos surgieron de los ingleses para formar parte de la unidad europea, pero siempre soslayando, o de plano rechazando todo lo que llevara a perder su libre comercio y la cercanía, a veces insana o dependiente, del imperio mayor. La proximidad constante del RU a EU, fue referente para delimitar la participación inglesa y aprovechada para que sus compromisos no cruzaran la raya del no retorno. 

 

Hubo momentos -en las últimas décadas del siglo XX- en que se encontraron fuerzas que pugnaron por una relación compleja pero cercana –Thatcher del lado inglés, Delors (francés) del europeo- que escenificaron momentos de alta política regional, manteniendo relaciones estrechas en algunos campos y disidentes en otros, pero sin romper la liga, que se vino estirando y aflojando según los acontecimientos lo requerían.

 

Al intensificarse el proceso de unidad europea (Tratado de Maastricht (1992), así como la Unión Monetaria que llevó a la instauración del Euro y el fortalecimiento del Parlamento Europeo; después los Acuerdos Schengene que terminaron con las fronteras y convirtieron en viajes domésticos los realizados entre los países miembros, los líderes ingleses mostraron preocupación con estos avances. La incorporación por Delors del Capítulo Social, definiendo normas mínimas de derecho para los trabajadores y finalmente la obligación de las multinacionales, que realizaban tareas en varios países de la UE, de constituir un Comité Europeo de Empresa, fue demasiado para los gobiernos de Thatcher y John Major (1979-1997).

 

En cada momento de consolidación de la CE, RU avanzaba negociaciones, cada vez más presionantes para obtener tratamientos especiales (opt-outs). De ese modo Inglaterra quedaba fuera de diversos acuerdos, en particular la Unión Monetaria, los de Schengene y el Capítulo Social. El gobierno laborista de Tony Blair (1997-2007) echó por tierra el opt-out referente al Capítulo Social y reconoció los derechos de los trabajadores. Estas posturas, si bien contrarias al espíritu y la letra de la CE, dieron al RU una puerta importante para mantener sus relaciones comerciales con diversos países y captar capitales de diversas fuentes, además de las europeas, como chinas, indias y de otros orígenes.

 

Desde el punto de vista geopolítico, los ingleses fortalecieron su “special relation” con EU, lo que se expresó de manera desastrosa en el apoyo incondicional con una vigorosa participación activa en la invasión a Irak (2003), basada en informaciones falsas y ante una fuerte oposición internacional, particularmente de Alemania y Francia. Tony Blair reconoció hace poco que "aquellos de nosotros que removimos a Saddam" tenemos alguna responsabilidad por la actual situación en Irak. Ver: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151025_irak_invasion_blair_disculpas_entrevista_cnn_wbm

 

En los tanques pensantes estadounidenses, se aseguraba que los avances legales en la integración europea serían un fracaso. El gobierno de Bush se dedicó a mostrar su poderío militar por diversos rumbos, cosechando sonoros desastres que llevaron a la muerte a muchos jóvenes, no siempre nacidos en el imperio. Por su lado la UE ganaba prestigio al liderar el Protocolo de Kioto, (de La Convención Marco de NACIONES UNIDAS SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO ONU, Nueva York 9-mayo-1992) incluyendo a Rusia, pero sin ayuda de EU. Ver: http://www.vialidad.cl/areasdevialidad/medioambiente/Documents/Normativa/Tratados%20Internacionales/foarticle25995.pdf 

 

Internamente en la UE se avanzaba en la construcción de una identidad europea, entre otros mecanismos con la extensión del programa Erasmus de intercambio académico, que posibilitó la convivencia de millones de estudiantes de unas naciones en otros países de la UE. Este Programa es ahora universal (Programa Erasmus Mundus) y puede verse su aplicación en el enlace al final de párrafo. Entre tanto, parecía que la UE había encontrado el camino para defender e impulsar el modelo social europeo, que seguía siendo capitalista, pero dejaba de ser salvaje con los acuerdos logrados. Esta situación iba bien hasta la crisis del 2008. Ver: http://eacea.ec.europa.eu/erasmus_mundus/funding/scholarships_students_academics_en.php  

 

Los cambios en la apreciación social, acerca de las políticas de la UE, se registran en Euro barómetro, considerando los 28 países que integran la Unión. Para 2007, se evaluaba a la UE con un 52% positivo, 34% neutro e 17% negativo. El cambio se dio a partir de 2011, cuando el impacto de la crisis financiera llegó a la población. Así, la evaluación positiva cayó a un 30%, la negativa llegó cerca del 30% -empatando la percepción- en tanto la neutra se movió en torno a un 40%. http://ec.europa.eu/public_opinion/index_en.htm   

 

La percepción de los procesos políticos nacionales impactan a la UE, elevando los índices de abstencionismo en las elecciones del Parlamento y en la construcción de un nuevo tratado para una Constitución Europea, que se quedó en el  Tratado de Lisboa (2007), en vigor desde 2009, el cual  “garantiza…un mayor nivel de control parlamentario y responsabilidad democrática”. Ver: http://www.europarl.europa.eu/ftu/pdf/es/FTU_1.1.5.pdf

 

El Reino Unido para salir de la UE tiene que invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa. La nueva 1er Ministro Theresa May, tendrá que decidir cuándo invocar éste derecho, para poner en marcha el proceso legal para retirarse de la UE.  El RU cuenta con dos años para negociar su retirada. En ellos podrán ocurrir diversas situaciones que veremos en perspectiva. (Continuará).

 

Puebla, Pue. 17-julio-2016.

 

V_barcelo@hotmail.com 

 

 

https://www.alainet.org/de/node/178877
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