Más impuestos
- Opinión
La Cepal y Oxfam acaban de publicar (marzo, 2016) su estudio ‘Tributación para un crecimiento inclusivo’ (http://goo.gl/57dNjy), que analiza el impacto de las desigualdades y el papel que pueden tener los impuestos para mejorar el equilibrio social.
De acuerdo con el estudio, en 2014, el 10% más rico de la población en América Latina recibió el 71% de la riqueza; además, entre 2002 y 2015, las fortunas de los multimillonarios en la región crecieron un 21% anual, que es seis veces superior al PIB. Esto significa que, a pesar de los avances en la recaudación tributaria, en América Latina continúa la concentración de la riqueza en niveles alarmantes.
Según Cepal-Oxfam, “el decil más alto de la distribución de ingresos en América Latina paga una tasa impositiva efectiva excepcionalmente baja en comparación con los países de Norteamérica y Europa. De los 16 países que se tomaron en cuenta, solo 3 (Argentina, México y el Uruguay) tienen tasas efectivas que exceden el 8% para el decil más alto y únicamente México alcanza el 10%. En comparación, en Estados Unidos la tasa efectiva para el quintil más alto es del 14,2% y en algunos países europeos supera el 20%”.
El estudio deja en claro que la evasión y la elusión de impuestos restan la posibilidad de contar con millones de dólares en ingresos que bien podrían servir para atacar la pobreza y la desigualdad. Las pérdidas de la recaudación del impuesto sobre las rentas de las empresas van del 27% de lo que potencialmente se podría recaudar, en el caso de Brasil, hasta el 65% en Costa Rica y Ecuador.
Además, los impuestos al consumo, en los que usualmente se apoyan los sistemas tributarios, resultan más gravosos para las capas medias y bajas de la población; los sistemas tributarios suelen orientarse más a los ingresos laborales que a las ganancias del capital; y hay carencia de impuestos sobre bienes inmuebles y sucesiones. Incluso los gobiernos otorgan tratamientos favorables a las compañías multinacionales con reducciones “excesivamente generosas” de impuestos; y es necesario dar prioridad a la reducción de los “incentivos fiscales”, porque deben mejorar las capacidades estatales para la administración tributaria.
Se constata que el impuesto a las rentas sigue siendo bajo en América Latina, particularmente entre quienes poseen ingresos más altos, pues la tasa impositiva media efectiva para el 10% más rico solo equivale al 5% de su ingreso disponible.
Queda en claro que una política que apunte a la redistribución de la riqueza, sobre todo debe privilegiar impuestos como el de la renta, y atacar la evasión y elusión de los pagos.
En el contexto del estudio de Cepal-Oxfam, el proyecto de ‘Ley Orgánica para el Equilibrio de las Finanzas Públicas’ en Ecuador no es revolucionario, sino que mantiene la línea tradicional de impuestos al consumo, afectará a viajeros con divisas al exterior y sigue el giro gubernamental observable a partir de 2015, que rehúye la afectación directa a las capas más ricas y a los empresarios, con impuestos directos más altos sobre sus rentas y utilidades.
Ecuador, lunes 4 de abril de 2016
- Juan J. Paz y Miño Cepeda, historiador ecuatoriano, es coordinador del Taller de Historia Económica. http://puce.the.pazymino.com
Publicado en El Telégrafo 4/4/2016
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