El momento de aflojar (¿o engrasar?) los tornillos

11/03/2016
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

Perspectiva del bloqueo de los EEUU contra Cuba. ¿Un asunto de ajuste de tornillos?

 

Es el momento de apretar los tornillos.” Richard Helms.

 

Los procesos de cambio social (intencionados) casi siempre están precedidos por un “puente” que si relativamente corto puede hacernos creer que su cruce es expedito.

 

Cuba experimenta un transcurso semejante. Cambio social intencionado en su etapa de cruzar un “puente breve”, a partir del cual se percibe el impulso hacia una dimensión de la sistémica social, que debe llevarnos a dónde nos hemos trazado; más o menos. Solo que las circunstancias en contexto histórico determinado nos exponen una diversidad de variantes.

 

Somos un proyecto socialista en rectificación radical (marxista), dentro de un contexto histórico capitalista, hegemónicamente imperialista por signado durante la etapa y los intereses geopolíticos angloestadounidenses; si tenemos en cuenta que aún estamos del lado de adentro de una zona bloqueada por ese imperialismo, se cae de la mata que uno de los pasos esenciales es, precisamente, salir de tal bloqueo políticamente ilesos. Y para ello es indispensable hacer saltar los tornillos que refuerzan, codifican como ley a tal bloqueo.

 

A falta de teleología alguna y ante la percepción, o mejor, discernimiento pertinente de la rectificación radical socialista, que es la esencia misma del cambio social intencionado, está acosada por los intereses históricos de ese imperialismo, debemos comprender que tal “puente” se estrecha, hasta el ancho del filo de un cuchillo.

 

La victoria que pudiera representar la resistencia del pueblo cubano contra el bloqueo durante más de medio siglo, no es más que el comienzo del salto a experimentar. De alguna manera habrá que salir del bloqueo; lo logrado hasta hoy no tendría sentido si continuamos del lado de adentro de la zona sitiada. Sobre todo si sabemos que tal acoso se suscita durante tanto tiempo y a menos de tres horas de distancia del acosador; que debido a la dislexia política aplicada en sus no-relaciones con Cuba, tuvo que admitir que no ha dado resultado; pero insiste en solo cambiar de método para imponer sus mismos objetivos.

 

Si de algo debemos percatarnos es de que los fundamentos que apuntalan a la política angloestadounidense están estructurados por una deflexión “excepcionalista” que les impide admitir a un vencedor que no sea él mismo. No se trata del reconocimiento del un error histórico que les ha llevado al descalabro metódico; sino de que es urgente un cambio de método que no solo haga trocar las condiciones de indigencia cultural y política en la que cayeron, a su vez que tal método inocule suficiente amnesia en el acosado durante el cambio que le lleve a aceptar lo inobjetable de “pasar la página” durante una etapa de borrón y cuenta nueva, sumamente útil a esos reajustes metódicos de la dominación imperialista.

 

Salir del bloqueo , pero de facto quedarnos resignados dentro de la antes zona bloqueada a la espera de obedecer el rumbo que ha escogido para nosotros la política angloestadounidense , es decir “democratizarnos” a tenor de su dictado; o hacer estallar los tornillos del acoso aprovechando el tiempo en que el dominador pretende darles mantenimiento (engrasarlos) para su conservación.

 

Pese a la cantidad y diversidad de los análisis acerca del proceso de normalización que experimentan las relaciones bilaterales entre Cuba y los EEU. , en realidad efectiva no se percibe aún el primer paso de la parte estadounidense que manifieste voluntad política con que hacer avanzar al proceso mismo de manera equitativa. El presidente Barack Obama no está lo suficientemente convencido del tipo de cambios que manifiesta la isla; o no los discierne como tales. No lo suficiente, teniendo en cuenta de que quienes debemos “cambiar” somos, únicamente, nosotros. ¿Contradicción causal? Tener la razón, defenderla a cualquier precio; pero ante la opinión pública al uso aparecer como equivocados, por nadar con sentido contra la corriente capitalista. El dominador no se equivoca; solo que estuvo pendiente de otras prioridades, y así cualquiera se le escapa. “Ya ustedes han probado que pueden ir al parque y regresar solos; es hora de que entren en la caja como todo el mundo”. ¿Quedarse como uno vivió? ¡Están locos!

 

Los especialistas de la intelligentsia angloestadounidense pueden analizar críticamente, desde su punto de vista, la historia pasada en el periodo de confrontación de los gobiernos estadounidenses contra Cuba. Incluso sugerir lo que podría hacer o no el presidente Obama para ir aliviando las consecuencias del bloqueo contra la isla.i(1) Pero en su fuero interno, lo asumen como un asunto “no-personal”.

 

Resulta casi un axioma que en la agenda presidencial siempre estuvo la estrategia de reanudar relaciones con Cuba a nivel de embajada, y como parte del cambio de método, entrar en una etapa de normalización, que manipulada convenientemente podría ir llevando a la sociedad cubana hacia el redil que le reservan los intereses angloestadounidenses.

 

Estamos, justamente, en el momento del cruce del “puente” y a partir de ahí se “trifulca” el camino.

 

Lo básico es hacer todo lo necesario y lo innecesario para “cerrar” el horizonte con referentes atractivos de la expansión histórica de la cultura del capitalismo en su perspectiva angloestadounidense hegemónica. Precarizar cada vez más la posibilidad de sustentabilidad económica (para eso existe la táctica del tira y encoje con el bloqueo y la necesaria clausura de la ilegal Base Naval de Guantánamo). El presidente puede hacer esto y lo otro; recoger cable por aquí y ceder por allá, pero para eso, “ustedes deben mostrar, enseñar, manifestar algo de cansancio o arrepentimiento por haberse portado mal”. De lo contrario la piscina seguirá sin agua; la garantía de que su visita a la isla el 21y 22 de marzo de 2016 viabilizará algo de buena voluntad, más allá de la misma retahíla de “argumentos” a favor de una “apertura” hacia la democracia (liberal), resulta prácticamente infundada. Por lo menos hasta hoy. Si echa veinte centavos en el traganíquel es porque estará convencido de que lo que recibirá el gobierno de los EEUU será una cantidad en miles de millones mayor. La actual hegemonía capitalista no pierde ni a las bolas.

 

Soy de los que cree en la existencia de la “teoría del complot”; la intelligentsia angloestadounidense puede estar moviendo las cartas de la mesa mientras nos “cuentan” que el bloqueo está a punto de hacer ¡bluf! Para algunos resulta que la dirigencia histórica de la isla juega a conveniencia con la permanencia del bloqueo estadounidense contra la isla para mantener el poder. Otros a que esa gente está “vieja” y ya no puede entender el mundo tal y como está ahora. Como si el mundo, por diferente, estuviese atravesando su mejor temporada. Comprendo que se ha tejido al interior de la zona bloqueada un síndrome del acosado, que pudiera hacer creer a algunos que estamos a un tris del desmantelamiento del llamado ”embargo”. Pero en realidad no se vislumbra puerto cercano durante el avance ralentizado de este proceso de normalización de las relaciones bilaterales entre Cuba y los EEUU. No le está reservado al presidente Barack Obama tomar la decisión de “tumbar el ladrillo”, que puede comenzar el desmoronamiento del bloqueo. No le toca. Pese a las posibilidades reales que le atribuyen. Ojalá que me equivoque.

 

Refiriéndose a la próxima visita a Cuba del primer presidente estadounidense no blanco, Ángel Bravo comenta que:

 

"Obama sabe que no puede seguir irrespetando la soberanía de Cuba y es consciente de que va a sentarse a tratar con Raúl, un hombre revolucionario y de principios […] llama la atención que incluso gente de “izquierda”, cree que el gobierno revolucionario estaría teniendo la bendición imperial. Dicen que Obama le reporta crédito y capital político a Cuba. Pienso lo contrario, creo que Obama quiere coronarse como el primer presidente de los Estados Unidos que visitó la Cuba revolucionaria de Fidel, Raúl, del Che, de Camilo, Haydee, de Celia, Melba, Vilma y de todos los revolucionarios, que por más de cinco décadas defendieron su país, resistieron con dignidad el criminal bloqueo y construyeron una nación socialista en las narices del imperio. Si algo de decoro tiene Obama, entonces debe llegar avergonzado a La Habana, y expresar disculpas (Goliat ante David): no pudimos, ustedes nos vencieron. Y para pasar a la historia (cualquier cosa que eso signifique), entonces, acelerar el fin del bloqueo. [...] Que nadie tenga duda, que querrá visitar al Gigante, tiene que aprovechar la oportunidad; pedirá varias fotos junto a Fidel, así, cree él, que su carrera política cobra sentido (podrá mostrárselas a sus nietos, diciendo: yo toqué la historia). […] ¿No será este el espaldarazo que Obama anda buscando en La Habana?”ii(1)

 

Obama, casi un insignificante quizás tenga esa posibilidad, de “tocar la historia”, que nosotros hemos cuidado colectivamente por más de medio siglo. ¿Habría bloqueo posible todavía? Así y todo existe en esa mayoría revolucionaria un sentimiento de satisfacción y al mismo tiempo de tranquilidad efectiva. El gobierno de los EEUU, tuvo que admitir la inutilidad del bloqueo como herramienta que buscaba determinados fines jamás cumplidos. Pero “cambiar” en nuestro sistema socialista jamás podrá significar el regreso del parque para entrar en la caja, a la que le han engrasado los tornillos.

 

Una de las ventajas, a pesar de los inconvenientes que en otro artículo citaré, que ostenta Cuba durante su rectificación radical socialista, una vez atravesado el “puente” antes enunciado que nada tiene de suspiros, es la proclamación de nuestra región como zona de paz. Teniendo en cuenta que el mecanismo subversivo que propicia el trastorno de la paz social es muy utilizado en estos tiempo por el imperialismo. Haber permanecido durante más de medio siglo del lado de adentro de la zona bloqueada, y con paz social (interna) garantizada, hace que no pocos perciban en la isla al resto del mundo como espacio a dónde desplazarse en pos de un éxito social casi garantizado.

 

La visión sesgada del que vivió dentro de una “burbuja” aún cuando se viaja a una misión internacionalista civil, o por cualquier otro menester, para regresar a la paz social y seguridad que cierta disidencia denosta con delectación sicaria, hace ver sandeces. Ciertamente, la crisis de los 90’s del siglo veinte en Cuba durante su reforma “despolitizó” muchos aspecto cenitales de la crisis mayor capitalista en la que se debate el mundo. A pesar de las barbaridades como la Operación Cóndor o los trastornos provocados en Centroamérica durante el tiempo de las guerrillas por parte por individuos como el coronel Oliver North y comparsa, de golpes de estado como el de Honduras; o la Revolución anti-neoliberal del comandante Hugo Chávez que se inició con un alzamiento militar en 1992 en Venezuela y que lo llevó a su victoria electoral de 1998; y a pesar de los más de cincuenta años de la guerrilla colombiana, que ahora se dilucida mediante negociación en busca de la paz en la misma Habana, la región latinoamericana y caribeña experimenta relativa tranquilidad en su paz social.

 

El 9 de marzo de 2016 por diversos medios de prensa se dio a conocer una declaración del gobierno revolucionario, que de alguna manera puso las cosas claras con respecto al visita del presidente de los EEUU Barack Obama a Cuba. En la misma se advierte que el pueblo de Cuba recibirá respetuosamente a Obama como a cualquier visitante que llega al país. Y aunque califica a dicha visita de histórica, aclara que está consciente de que el proceso de normalización de las relaciones bilaterales entre Cuba y los EEUU será largo y complejo, y de que los planes de rectificación radical socialista y de apertura del país a las inversiones comerciales no dependen ni buscan depender de la anuencia angloestadounidense.

 

Y sobre todo que el avance de dicho proceso dependerá del desmantelamiento del bloqueo de los EEUU contra Cuba; junto al de la Base Naval (ilegalmente ocupada) de Guantánamo. Lo demás es pura especulación.

 

En la Habana, para ser objetivos, hay mucha más expectación por el concierto de los Rollings Stone el 25 de marzo, y por la final de la Serie Nacional de Beisbol el 26 del propio mes. Y sobre todo por el próximo Congreso del PCC en abril. No es Barack Hussein Obama una personalidad ni mucho menos popular aquí. El pueblo cubano es sumamente atento con los visitantes; pero jamás pierde la memoria. Y cuando una porción de esta parece desvanecerse, sucede algún batacazo que la despierta.

 

¿Es, o no, tiempo de aflojar, o de engrasar los tornillos que soportan a la política de acoso de los gobiernos estadounidenses contra Cuba?

 

i Ver: Rosa Miriam Elizalde. Ningún analista serio en EEUU apoya los programas de “promoción de la democracia” para Cuba. Cubadebate. 07 marzo 2016.

http://www.cubadebate.cu/especiales/2016/03/07/ningun-analista-serio...

ii Ángel Bravo-. Obama buscando un espaldarazo en La Habana. Rebelión, 07-03-2016

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209686

https://www.alainet.org/de/node/176022?language=en
America Latina en Movimiento - RSS abonnieren