Pagamos combustible como si barril de petróleo costara cien dólares
- Opinión
El precio del petróleo ha bajado a niveles impensados. De 106 dólares cayó a 38 dólares el precio del barril. En nuestro país la subida de este combustible hizo que los precios de sus derivados, como la gasolina y el GLP suban inmediatamente; sin embargo cuando se registró la caída del precio a nivel internacional, los combustibles no han bajado de precio e incluso el GLP ha subido su costo, lo que resulta inaudito.
El expresidente de Petroperú, Aurelio Ochoa, considera que la situación es preocupante porque la baja no se ha trasladado a los combustibles en los grifos y nos vuelve menos competitivos con nuestros vecinos y lo que hay es una especie de libertinaje en lugar de libertad de precios, lo que está derivando en un abuso en el que no sólo están involucradas las cadenas de distribución, sino también las refinerías.
“El Estado debería analizar la forma de afrontar este tema que afecta a los usuarios y también a la economía, pues va menos dinero a los bolsillos de los consumidores. Tiene que actuar, no puede ser sordo, ciego y mudo. Las leyes del mercado no funcionan en los combustibles”, declaró a otramirada.pe
Advirtió que Indecopi ya ha visto algunos casos de concertación, como en la venta de GLP, y también debería investigar qué es lo que pasa con el resto de combustibles, aunque la investigación debe ser rápida y no como fue en el caso de las avícolas que demoró 12 años.
La voz de Petroperú
Mediante un comunicado, Petroperú informó que uno de los motivos por el que no baja el precio de los combustibles es por el alza del tipo de cambio del dólar. Explica que "las compras de crudo y combustibles en el mercado internacional se pagan en dólares y la venta de los combustibles en el mercado nacional se realiza en nuevos soles" y a los costos se le deben adicionar los costos logísticos, operativos, mermas y un margen de comercialización.
Aunque habría que precisar que el precio del petróleo del barril bajó en casi un 60%, mientras que el precio del dólar subió de 2.86 (setiembre del 2014) a 3.23 (setiembre del 2015), es decir en 13,29%.
La empresa petrolera estatal reafirmó que los precios de los combustibles se rigen por la oferta y demanda, aunque continuará realizando ajustes a los precios "según la tendencia del mercado internacional".
Cien dólares
El investigador de la Universidad San Marcos, Jorge Manco Zanconetti, dijo que se trata de una rigidez a la baja en el precio de los combustibles al consumidor final. Explicó que Petroperú, en vista que no produce, compra el barril de petróleo a precio internacional así sea producido en Talara o importado del Ecuador.
“Si llenas un barril de gasolina y le sumas el Impuesto General a las Ventas (IGV), el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) y otros gastos, el costo será de más de cien dólares. Si el precio del barril está a 40 dólares, quiere decir entonces que no hay una correlación y más bien hay un retraso entre la bajada del precio con la disminución de los combustibles finales, a eso le llamamos rigidez a la baja”, señaló.
Dijo que uno de los problemas es que no hay un competidor que obligue a una mejor oferta y la mejor forma de competir en el precio final es que Petroperú tenga grifos propios. “Por eso es importante que Petroperú vuelva a la exploración de crudo y también a los grifos, porque va ser un factor de competencia”, añadió.
Manco Zanconetti comentó que cuando sube el precio a nivel internacional en los grifos suben los precios de inmediato, pero cuando el precio baja ponen mil pretextos, uno de los más comunes es asegurar que bajarán el precio cuando se acabe el stock y “ante ello, Indecopi debería intervenir de oficio e incluso también el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergim)”.
Los precios
El precio está determinado no sólo por el precio real del crudo, sino por el margen de ganancia de las empresas involucradas (Petroperú, Repsol, Primax y otros), el IGV y el ISC. Que no haya una reducción proporcional a la de la caída del petróleo tiene que ver con el margen de ganancia de las empresas como grifos, empresas de transporte y otros, que no están trasladando la reducción del precio del crudo al consumidor.
Se debe tener en cuenta que el ISC que grava a los combustibles es un impuesto de un monto fijo en soles por galón y no un porcentaje del precio del galón. Esto se determinó pensando en proteger a los consumidores cuando el precio del crudo sube, pero cuando el precio baja impide una mayor reducción del precio de los combustibles.
Sin embargo es responsabilidad de las empresas trasladar hacia los consumidores una mayor reducción tras la caída del precio del petróleo. En todo caso es necesario un trabajo fiscalizador del ente supervisor Osinergmin, y también de Indecopi, e incluso el gobierno podría evaluar bajar aún más la presión relativa del ISC a los combustibles para que el precio pueda bajar al ritmo de los precios internacionales.
Mientras tanto, los consumidores tendrán que seguir pagando por los combustibles como si el precio del barril estuviera a cien dólares cuando su precio real es de 38 dólares.
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