Dormir con un ojo abierto

29/05/2015
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Aún si uno vela con un ojo abierto y otro cerrado mientras conversa con los EEUU; ellos le revientan la puerta a cualquiera

 

 “Nosotros aprendemos, los pueblos aprenden, pero los imperialistas no quieren aprender […] se inició una curiosa negociación, en la que una de las partes liberaliza algunas de las tantas medidas de agresión económica que ha mantenido contra la otra mientras declara que solamente desarrollará relaciones con empresarios privados cubanos o en áreas en que le convenga, pretende que se abran embajadas sin cambiar lo esencial de su política agresiva –lo cual es casi igual a cero- y espera que Cuba se sienta agradecida y le haga concesiones.” Fernando Martínez Heredia.

 

Si de nivel pertinente de cultura política se trata, habrá que discernir una correlación geopolítica entre soberanía y hamburguesas McDonald, entre independencia y Coca Cola Light. La política de los EEUU se especializa en la sobreproducción de bazofia cultural durante las etapas más complejas de una interacción diplomática con ellos. Tiene un rol decisivo la alienación y la disociación de las mentes. Observamos tres tipos diferentes de ansiedades en la cotidianita local a tenor con esas reuniones bilaterales.

 

  1. La ansiedad “despolitizada” en la estulticia que aguarda por una lluvia de “fetiches” que se puedan usar o masticar.

 

  1. La ansiedad ¿ingenua? De quienes creen que el presidente Obama usará su “potestad” para ir ablandando el bloqueo hasta que desaparezca.

 

  1. La ansiedad hipócrita de quienes están formalmente a favor de las condiciones que defiende Cuba; pero en lo más profundo de la fosa de su corazón y su cerebro les importa un pepino la independencia y la soberanía de la Isla.

 

No es una mayoría, ni remotamente, pero si una minoría que se la pasa dando vueltas por ahí, deja caer una apostilla con tufo “obamesco” y continúa caminando, haciéndose el bobo mirando para otro lado. Habría que dar una vuelta por Facebook para recrearse con las “simpatías” cubanas que se reúnen allí. A pesar de todas las dificultades por las que atraviesa Cuba para acceder a la Internet bloqueo estadounidense mediante. No pocas de esas caritas locales ignoran que les sonríen a los webmaster de la NSA, mientras se desborda el embulllo por el “ya vienen llegando”. Y a fe mía que no hablo, precisamente, de disidentes; ni de personas humildes no calificadas.

 

Es necesario explicarlo desde la noción de cultura política de Samir Amín que procesa muy bien Martínez Heredia con relación a Cuba socialista:

 

“Las prácticas y las experiencias prolongadas en el tiempo y convertidas en costumbres y en cultura política constituyen factores decisivos de lo político en Cuba. Hay que reconocer y valorar hechos y procesos fundamentales, como la pacificación de la existencia personal y familiar, que garantizó y elevó la calidad de la vida, las posibilidades, los derechos, los nuevos problemas y los proyectos de las mujeres, los hombres, los niños y los ancianos. Al mismo tiempo, en Cuba no existen desde hace más de cincuenta años la violencia en la política, las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones forzosas, ni las torturas a detenidos. Las tasas de homicidios y de consumo de drogas son bajas. No existe en Cuba como problema de alguna entidad la seguridad de la población. La corrupción y la violencia ligadas al narcotráfico, ese azote terrible para tantas vidas, sociedades y sistemas políticos, no existe en Cuba.” (http://www.alainet.org/es/articulo/169667 )

 

Hay quien se puede cansar tras más de medio siglo de bloqueo angloestadounidense contra Cuba.  Es una debilidad, porque es humano. La capacidad de resistencia es una cualidad del intelecto con un alto sentido de la dignidad que se entrena todos los días durante más de medio siglo. El mismo Martínez Heredia advierte que solo asumiendo que hay dos Américas, distintas en todas sus realidades y sus implicaciones, será posible que puedan sentarse ambas en un mismo lugar, y que comiencen a exponer y a intercambiar acerca de sus realidades y sus proyectos, sobre la base del más absoluto respeto mutuo.

 

“La geopolítica es una ciencia de medir correlaciones de fuerza, conocer intereses en juego y actuar de acuerdo a lo que es posible. Es conveniente conocerla, pero no debemos regirnos por ella. En sus leyes no caben las luchas de los pueblos, ni hay lugar para victorias populares. Para triunfar, sostenerse y adquirir permanencia, la Revolución cubana tuvo que destrozar las leyes de la geopolítica primero, y torcerle más de una vez el brazo después.” (http://www.alainet.org/es/articulo/169666 )

 

Pero el imperialismo angloestadounidense no aprende…

 

 

https://www.alainet.org/de/node/169968?language=en
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