Balcanes, guerra vs. Hitler
- Opinión
- La Segunda Guerra inició con Hitler, acabó con Alemania
El papel de países como Yugoslavia, Albania y Grecia
- EUA y la OTAN doblegaron al comunismo, no a Rusia
A Mario (Torres) Dujisin. Escritor, economista y sociólogo chileno experto en Croacia.
Bueno. Ya se ha dicho que los grilletes impuestos al final de la Gran Guerra en el Tratado de Versalles, fueron el preludio de la Segunda Guerra, o la aceptación forzada para Alemania que aceleró su descontento. Un descontento aprovechado bien por Adolfo Hitler. Porque si se tiene que señalar a un responsable del inicio de la Segunda Guerra es precisamente a Hitler. Con sus locuras inició tras invadir Polonia, por sus locuras declaró la guerra a Estados Unidos cuando su maquinaria militar estaba siendo debilitada. En el campo de batalla, como en las fábricas.
Para cuando se decidieron a entrar a la guerra los aliados, en el simbólico día “D”, el desembarco en Francia, Alemania ya venía de perder terreno soviético. El triunfo contra el ejército de Hitler era cuestión de tiempo. Porque la ofensiva, de la mano del costo mayoritario, era un hecho que luego los que escribieron la historia pretendieron cambiar con su propia versión. El caso típico de Estados Unidos, por el lado que se le mire.
Pero los rusos no lucharon del todo solos. Estaban sus colegas de otros países simpatizantes o amigos; pueblos, partidos y líderes con el ideal antifascista en la frente. Se trató especialmente de los pueblos en los Balcanes, quienes por ello padecieron un doble sacrificio en el siglo XX.
Primero: La oblación en los años de la Segunda Guerra, en palabras de Hobsbawm: “Sólo los ejércitos soviéticos continuaron avanzando, y únicamente en los Balcanes —principalmente en Yugoslavia, Albania y Grecia— se constituyó un movimiento de resistencia armada de inspiración comunista que causó serios quebrantos militares a Alemania y, sobre todo, a Italia”.
Segundo: El posterior desmembramiento yugoslavo en los años 90, a la muerte de Tito que por razones étnicas se urdió una separación que afectó a Croacia, Bosnia y Kosovo. Luego se corrió hasta la conformación de varios países independientes. El uso político de las diferencias que unió a pueblos, vía los acuerdos de los ganadores de la Primera Guerra —EUA, Bretaña, Francia e Italia—, con el paso de los años fueron usados para su división.
¿La razón? Eran la resistencia antifascista identificados con el movimiento comunista, que salvo en Polonia donde padecieron la aplanadora nazi, dichos partidos ganaron terreno en la guerra como en la política. Tal es la razón porque los movimientos comunistas europeos alcanzaron su mayor influencia entre 1945 y 1947. También en Alemania fueron altamente reprimidos, pero en Bélgica, Dinamarca y los Países Bajos la oleada creció. En Francia, por ejemplo, en 1945 el partido comunista fue el más votado. El caso excepcional fue Italia.
“El Partido Comunista italiano, que antes de la guerra era un pequeño partido acosado, con poca implantación y clandestino —de hecho la Comintern amenazó con su disolución en 1938—, había pasado a ser, después de dos años de resistencia (y con Palmiro Togliatti al frente), un partido de masas con 800.000 afiliados, que muy poco después (1946) llegarían a ser casi dos millones. En los países donde el principal elemento en la guerra contra las potencias del Eje había sido la resistencia interna armada —Yugoslavia, Albania y Grecia—, las fuerzas partisanas estaban dominadas por los comunistas, hasta el punto de que el gobierno británico de Churchill, que no albergaba la menor simpatía hacia el comunismo, trasladó su apoyo y su ayuda del monárquico Mihailovic al comunista Tito, cuando se hizo patente que el segundo era mucho más peligroso que el primero para los alemanes.” (Hobsbawm, Historia del siglo XX. Grijalbo, 1998, p. 171).
Sin intuirlo siquiera, con el pecado cargaron la penitencia. Les cayó encima el desquite de la derecha anticomunista, liberal y conservadora, que vendría con el tiempo a generar “limpieza étnica” y la destrucción. La Yugoslavia de Tito se desmembró. Pero EUA y la OTAN escribieron la historia posterior, con sus aliados al frente. En fin (el espacio es breve).
Posdata obligada. De la correspondencia:
Estimado S. González Briceño: Leí su interesante artículo, “Rusia, no Hollywood, ganó la guerra”. Como es sabido, en nuestro sistema escolar —y hasta universitario— occidental, siempre se nos quiso convencer que Eisenhower ganó la guerra. Por lo tanto, su artículo me parece de gran utilidad. Sin embargo, al igual que otros análisis e informaciones coincidentes con el suyo, que he leído en estos días, se omite un hecho de suma importancia, que fue la guerra en los Balcanes. No hay que olvidar que en Yugoslavia Josip Broz Tito, Stefanos Sarafis en Grecia y Enver Hoxha en Albania, enfrentaron y derrotaron a un mayor número de divisiones alemanas, italianas y húngaras, que todas las fuerzas nazis estacionadas en el frente franco-belga-holandés. Las potencias occidentales siempre han minimizado el papel de la URSS; así como de las resistencias yugoslava, albanesa y griega, realzando en cambio la francesa, que como Ud. sabe, era mínima en relación al tamaño de ese país y casi por completo formada por republicanos españoles y comunistas franceses. En el caso de Yugoslavia, país que tenía menos de la mitad de la población de Francia, el saldo fue de casi dos millones de muertos.
Un saludo cordial: Mario Dujisin. Lisboa–Portugal.
Respuesta necesaria:
Mario. Muchas gracias por su comentario. Lo comparto. El tema de los Balcanes merece un tratamiento especial, muy especial. Las atrocidades de los EU y la OTAN en el desmembramiento de la patria de Tito y tantos hombres valientes lo exigen. Me excuso por la omisión, con el pretexto que por ahora lo que traté de resaltar fue que EU no ganó la guerra, se sirvió de ella. Y que el pueblo ruso (soviético en su momento, en toda la extensión de la palabra), no es reconocido ni por su valentía ni por su entrega. Los pueblos nunca podrán ser vencidos, aún por los ejércitos mejor entrenados. Vietnam es el mejor ejemplo de ello contra el imperio. Es importante la historia para todo. Especialmente para evitar los errores en el presente, hoy cuando el mundo se revuelca entre tanta expresión extremista, azuzada por imperios en decadencia como el gringo. Y un peligro muy grande se cierne ahora justamente sobre Europa, o la UE si se quiere. Porque los banqueros no tiene otra propuesta que la austeridad. Y eso es el empobrecimiento generalizado de la población. La voracidad es muy grande. Y de ese ese tamaño son los riesgos. Los temas son muchos, como para hablar de todo. Lo necesitamos siquiera para la denuncia, para contener los acosos permanentes.
Saludo desde México. Atentamente.
sgonzalez@reportemexico.com.mx
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