Los voceros de MVS le hicieron un gran favor a Carmen Aristegui al pretender descalificarla por “individualista” en un corporativo que pregona “trabajamos en equipo”, pero donde sale al quite a nombre de los dueños, los Vargas Guajardo, el vicepresidente de Relaciones Institucionales de MVS, lo que muestra una estructura jerárquica muy alejada del pregonado “No podemos permitir que alguno de nuestros colaboradores pretenda privilegios en menoscabo de sus compañeros”.

El desplante cayó por su propio peso, además, por el estilo altanero e insidioso que usó Felipe Chao Ebergenyi, hermano de Andrés Imre, quien por pura casualidad se desempeña como subsecretario de Normatividad de Medios y vocero de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobernación, desde donde se emitió la “tesis” del “conflicto entre particulares”, para explicar lo que Aristegui Flores denominó “vendaval autoritario”. Fue una reedición del foxista “¿Y yo por que?” de enero de 2003 para no afrontar como presidente la toma armada de la torre de retransmisión de CNI Canal 40, por órdenes de Ricardo Salinas Pliego.

Conforme pasan los días, dice un colega vinculado al Revolucionario Institucional y sus gobiernos federales más de ayer que de hoy, es evidente la directriz para “aplastar a Carmen”, y pone de ejemplo las dos portadas continuas del periódico Basta, de Miguel Cantón Zetina: “Aristegui… ¡Se acabó!” (20-III-15).

Eso quisieran sus adversarios y detractores porque olvidan que Aristegui Noticias es un portal que aún puede crecer mucho, que cuenta con un programa diario en CNN y la colaboración semanal en Reforma. Con esos importantes espacios hay Aristegui para un buen rato. Y las ofertas de trabajo no parecieran estar canceladas porque existen empresarios que apuestan a que informar, además de una necesidad y un derecho constitucional, puede ser un excelente negocio como lo corroboraron los hijos del nuevoleonés de Linares, José Joaquín Vargas Gómez.

Sorprenden las vulgaridades y hasta mal gusto del vocero de MVS, de “cantarle” a María del Carmen el coche de lujo que le asignaron, el aumento de sueldo a los reporteros y su excelente salario. Y qué esperaba este Chao Ebergenyi, el de MVS no el de Gobernación. Si el corporativo tenía altas utilidades con la presencia de Aristegui y los múltiples anunciantes que incomodaban a no pocos de los radioescuchas por su exceso, pues la paga tiene que corresponderse. Con cierta frecuencia los representantes de los patrones resultan más miserables que los dueños del tinglado.

La decisión de Aristegui y los suyos de tender un puente el jueves 19 con MVS y recibir como respuesta de José Felipe una actitud patronal intransigente, no sólo brinda más razones jurídicas para emprender la demanda judicial, sino coloca a la conductora en mejor posición que el domingo 15 en que fue despedida en forma unilateral por los ultimatos lanzados a MVS, cuando ésta colocaba en periódicos inserciones pagadas para descalificarla y anuncios en la propia 102.5 de FM mientras María del Carmen Aristegui transmitía su noticiero.

El despido de la exitosa conductora, sin embargo, obliga a colocar el tema en otra dimensión. Todos perdimos: Las audiencia, los Vargas no sólo utilidades e imagen sino que batallarán para limpiar sus nombres, el gobierno federal que es señalado en importantes diarios extranjeros y que a su persistente recuento sobre la inocultable corrupción pública y las severas dificultades económicas, añaden este manotazo a la libertad de expresión y el derecho a la información. Y también el sistema político por la aseveración del clásico: Lo que resiste apoya.

Twitter: @IbarraAguirreEd

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