Libertad en debate
18/11/2014
- Opinión
Gran revuelo comunicacional produjo el choque provocado por una pieza pasada como cadena por la televisión, porque el golpe va directo acusando a quienes denuncia el video como personajes visibles manipuladores de la libertad.
La libertad es uno de los conceptos históricos, desde la época de los filósofos griegos, más utilizado en el ámbito de las prácticas de las ciencias sociales y de la actividad humana en la política.
En 1793 Madame Roland, guillotinada en la Revolución francesa, acuñó una frase que se convirtió en histórica: ¨Oh, libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre¨.
Miles de libros, frases, definiciones, conceptos, fábulas, refranes, han querido sustentar lo que significa libertad para los seres humanos y este desafío no terminará nunca mientras haya como adjetivar un concepto de tal multiplicidad de interpretaciones.
Los creadores que hicieron la pieza comunicacional con la señora de vestido blanco y unos asediadores de traje negro, tuvieron y gozaron de la misma libertad que las estaciones de televisión para criticar la cadena y transmitirla bajo protesta y para que los adversarios del régimen intenten condenar con toda clase de epítetos y denuestos contra esa publicidad.
Aquellos que a diario hablan recio y duro para pintar y mostrar la imagen de que en el Ecuador vivimos en un régimen donde se han secuestrado todas las libertades mientras están escribiendo o pronunciando esas aseveraciones, van negándose a sí mismos, porque no hay obstáculo que les impida decir y hacer lo que les venga en gana, excepto violar las leyes.
Los dirigentes opositores al régimen y sus adláteres, han hecho uso y abuso de la misma libertad de expresión que los autores del video para identificar a sus radicales adversarios: los pocos incidentes legales ocurridos sobre la libertad de expresión, tienen sustento en calumnias o difamaciones utilizadas para agredir a las autoridades.
En el video, los agresores que arremeten contra libertad representan a los que propiciaron y permitieron el saqueo de dineros privados en el feriado bancario y se llevaron los fondos de ciudadanos, algunos de los cuales se suicidaron y otros emigraron del país que había permitido, con la complicidad del silencio de los principales medios de comunicación y los gobernantes de turno, un verdadero festín de la economía.
Cientos de miles de ecuatorianos fueron expulsados económicamente de la patria, bajo el manto de la libertad neoliberal, para ir al extranjero a sufrir con sarcasmo y supuesta plena libertad, el rol de migrantes salvadores del Ecuador a través de su propia familia, con el envío sacrificado, de remesas mensuales.
Es clásica, pero no siempre puesta en práctica, aquella aseveración de que la libertad de uno termina cuando afecta a la de otro u otros: si este principio rigiera la relación entre seres humanos, grupos sociales, pueblos y naciones, otra sería la expectativa de la convivencia armónica.
- Alfredo Vera es escritor y periodista ecuatoriano, ex ministro de Educación, http://alfredovera-ecuador.blogspot.com
Publicado en El Telégrafo
https://www.alainet.org/de/node/165581?language=es
Del mismo autor
- La confabulación familiar 10/01/2017
- El lleve de la Perimetral... 13/12/2016
- Un capítulo en falso 18/08/2015
- Un 10 diferente 11/08/2015
- El maicito 04/08/2015
- Poder y corrupción 28/07/2015
- Juego limpio 21/07/2015
- El pensamiento y el corazón del Papa 14/07/2015
- Los vericuetos del diálogo 30/06/2015
- Frustraciones que generan odios 23/06/2015