La hegemonía global capitalista y el flagelo del virus del Ébola mediante una actualización desde el ALBA-TCP (II)

23/10/2014
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"el hecho de que durante el reciente brote en tan solo cuatro meses hubiera más infecciones de humano a humano que en los últimos 500-1.000 años significa que la hiperevolución del actual virus del Ébola no tiene precedentes."
 
(Russia Today, 16 septiembre del 2014)
 
1. El pánico como instrumento social de manipulación política
 
Al discernir críticamente al grado de cultura política capitalista que rige durante la hegemonía angloestadounidense, podemos comprender que la dominación de los individuos, su control de los cuerpos es más importante que la protección del cuerpo social. La cultura del capitalismo está en constante enfrentamiento contra el cuerpo social. La fabricación y perfeccionamiento del pánico social le sirve de esencial complemento.
 
Un ciudadano liberiano recibió en los EE.UU. tratamiento contra el ébola; pero falleció. Una especialista o funcionaria de laboratorio manipuló las muestras de sangre del enfermo; y posteriormente abordó con su esposo un crucero CARNIVAL con el propósito de celebrar mediante un paseo –bien caro-, por el Caribe su aniversario de bodas. El sistema de seguridad y represión angloestadounidense comienza a localizar a las personas que tuvieron contacto con el fallecido o con sus muestras de fluidos corporales. Viene a la memoria un clásico del cine hollywoodense “El fugitivo” protagonizado por Harrison Ford, donde el protagonista, un médico de profesión intenta desentrañar una falacia comercial dentro del mercado farmacéutico ; aun si edulcorada como si una leyenda urbana a través de sus expresiones populares como el cine, el sistema más que mostrar ostenta como los modos de control social en los EE.UU. son encarnizados contra los posibles culpables individuales –si son negros o latinos los asesinan en la vía pública; si blancos, perseguidos hasta dar con su paradero-, hasta montar un show mediático que exacerba hasta el clímax la sensación de pánico.
 
La “ingenua” y negligente especialista o funcionaria de laboratorio médico es procurada a través de los altoparlantes del crucero, de una forma u otra se expande entre los pasajeros el motivo de la procura. Está ella entre los cuarenta y ocho buscados por sospecha de contaminación con el virus del ébola. Como decimos en Cuba: ¡se jodió el paseo! Todo es deglutido por el pánico. Los pasajeros se conciben ya contaminados; la tripulación intenta calmar los ánimos, pero está inserta también en la ola de pánico. Como guinda del pastel un helicóptero militar aterriza en el crucero en busca de la procurada. El barco tiene que atracar en el puerto de Galveston para desembarcarlos a ella y a su esposo. Y parten de allí escoltados hacia destino desconocido.
 
Altos funcionarios del gobierno de Texas comparecen a una conferencia de prensa con los medios mainstream de información; informan que solo una persona de los 48 procurados está aún fuera de localización, y que la pasajera del CARNIVAL al parecer no fue contaminada con el virus. Un pastor protestante, entonces, interviene para comunicar que la mujer se encuentra en un lejano lugar de retiro religioso, evidentemente, para que ninguna turba aterrorizada le pueda dar alcance y no ya sacrificarla, por lo menos arrancarle tiras de pellejo. Por suerte lejos del ámbito donde radica el excepcionalismo angloestadounidense.
 
Las cultura política WASP angloestadounidense es autista, solo está pendiente de auxiliarse a sí misma. Mientras Cuba ubica médicos y personal especializado con experiencia en los países afectados por la pandemia de ébola en África; Obama envía tropas para acorralar y sacrificar, si es necesario, a las víctimas y a los enfermos para que no se les ocurra escurrirse hacia un aeropuerto estadounidense. Es prioridad única proteger al excepcionalismo. Mientras en los países africanos afectados es posible que la cifra de contaminados sobrepase en esta semana a las cinco mil personas, de un virus que hasta el actual brote era intermitente, de corta duración y desde el Occidente Cristiano era visto como un lío, un problema de negros africanos.
 
Por unos días, hasta que el olvido la devore con la emergencia de otro pánico comparable con el que propaga el terrorismo “global”, la procurada en el crucero será un poco menos blanca o menos middle class; una sacrificable.
 
Se corre la voz a través de que el ébola podría mutar hacia una enfermedad propagada a través del aire. Aun cuando los virólogos no están dispuestos a admitirlo abiertamente. Los científicos, según tales medios, creen que el ébola puede pasar al organismo humano solo a través del contacto directo con fluidos corporales. Pero los virus como el ébola se inclinan a mutaciones; una variante entra en una persona, por ejemplo, que puede ser genéticamente diferente al virus que infectará a la siguiente. Cada nueva infección representa billones de lanzamientos de los dados genéticos, según Michael Osterholm, del diario The New York Times. El que durante este brote en solo cuatro meses aconteciesen más infecciones de humano a humano que en los últimos 500-1.000 años significa que la hiperevolución del actual virus del Ébola no tiene precedentes. i
 
¿Alguien puede dudar que las secuelas del colonialismo y el neocolonialismo euro occidental, durante la mundialización del capitalismo, específicamente en África hubiesen creado las condiciones, sobre todo mediante el caos de las actuales migraciones masivas y los desplazamientos domésticos incoercibles idóneas para ese proceso de expansión del virus ébola?
 
Se insiste en que, entre el abanico de mutaciones puede surgir una que llegue a través del aire. En ese caso los modelos de investigación muestran que el virus se propagaría rápidamente a todos los rincones del mundo, infectando y matando a millones de personas. Sin tener en cuenta a las condiciones anteriores sería muy improbable. El control coherente sobre el brote lo impediría.
 
Sin pánicos; pero sin ingenuidades, hasta el 18 de septiembre el número de fallecidos por el virus del ébola, durante su expansión por el África occidental ha superado las
2.400 personas, según Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lo que representa más de la mitad del número de las personas infectadas. El ébola que ataca a los humanos aún no ha mutado en un virus transmitido por el aire, según constan los científicos, pero está transformación sí acontece en el virus del Ébola que infecta a los animales. ii
 
La solución de una vacuna para el Ébola no es rentable para las transnacionales farmacéuticas. Tanto en los EE.UU. como en China la atención médica hay que pagarla. En España hace mucho que la mutación hacia atención de salud privada acontece a pesar de la resista masiva, es un objetivo importante del PP. Brasil apeló a contingentes de médicos y enfermero(a)s cubanos para extenderla a zonas y grandes grupos poblacionales preteridos. En África el sistema de atención médica e higiene ambiental está colapsado. La producción en serie de vacunas para mercados insustentables desde el punto de vista financiero resulta la peor de las pesadillas para el conglomerado global de productos médicos y para el cuidado de la salud.
 
El sistema del pánico solo funciona para la dominación imperialista; pero la Cumbre urgente del ALBA-TCP celebrada en Cuba el 20 de octubre de 2014 es una respuesta pertinente ante un peligro que ha dejado de ser inminente para convertirse en una realidad. La unidad simétrica y solidaria entre los pueblos podría ser el mejor antídoto contra la propagación imperialista del virus del Ébola por el mundo; y su desmantelamiento en el África occidental.
 
Nuevamente la solidaridad cubana y latinoamericana y caribeña da el paso decisivo por delante de la sistémica capitalista; incluso con peligro real para la vida. La Dra. Chang vino a Cuba y opinó solo reconocimiento al sistema de salud cubano; a pesar de que nosotros dentro del país nos pasamos la vida denunciando y quejándonos de los problemas en la atención médica. No pocas veces con razón.
 
La atención médica gratuita en Cuba es un derecho ciudadano. A tal punto de que quienes al interior del país denostan al socialismo son los primeros que defienden como fieras ese derecho. Y quienes logran la “felicidad” de recibir una visa de visita a los EE.UU., cuando hacen las maletas, lo primero que meten en ellas son sus medicinas y las especificidades médicas escritas para un tratamiento.
 
Ya nos contarán sus experiencias los cooperantes médicos cubanos a su regreso del combate contra el virus del Ébola en África.
 
Desde el litoral oeste de La Habana revolucionaria, marxista, martiana, socialista y bolivariana. 23/10/2014
 
i En: Lo que los científicos no quieren contar sobre el virus del Ébola – RT. 16 sept. 2014.
 
ii Ibidem.
https://www.alainet.org/de/node/164972?language=es
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