La Iglesia Católica necesita actualizarse

Alberto Maldonado S.

03/02/2013

Opinión

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A los tiempos que le escuché al Frei Betto, el autor de uno de los primeros libros sobre Fidel (Castro) que se titulaba: “Fidel y la Religión” ya que Fidel estudio en su pueblo junto a los curas católicos; y siguió la secundaria, en Santiago de Cuba, en colegio de los Jesuitas. No se puede decir que la revolución cubana (que fue una revolución de verdad desde el primer día: el 1 de enero de 1959) fue una “revolución ciudadana” cualquiera; y cuando llegó el Papa a Cuba (la primera vez; no el actual sino el anterior) Fidel le recitó unos salmos que aquel “jefe de jefes” no habrá podido olvidar, hasta el día de su muerte.

Es una las materias que nunca pude comprender del marxismo. La ex Unión Soviética (URSS) tenía, en su Constitución (no recuerdo si fue dictada en 1917) que se declaraba ATEA. Es la única que no se encomendaba a Dios, como sucede con las nuestras. ¿Los exsoviéticos seguían al pie de la letra lo que decía la Constitución Socialista? No, pues. Hasta 1990 en que se disolvió la ex URSS los y las soviéticas andaban de ver a los “popes” (curas católicos de la Iglesia Ortodoxa) todos los días. Es decir, en esto ¿se equivocó Marx? cuando dijo “la religión es el opio de los pueblos”. Y hete aquí que el primer estado que se declaraba ATEO, no lo era. Los y las (no sé en qué proporción) creían en los popes y en la Iglesia rusa, que es muy parecida a la Católica.

Vuelvo a lo mío. Fue muy grato escuchar al Frei Betto, cura brasileño, por más señas, entrevistado por Walter Martínez, de Telesur, en uno de sus “dossier” de fines de enero/2013. Se declaró, en primer lugar, “dominico” de profesión y residente en Brasil, en una casa de dominicanos. Al Frei Betto –de lo que recordamos- el Papa anterior le prohibió hacer declaraciones públicas; no sé si le levantaron la prohibición. Pero de leer, si le hemos leído lo que ha escrito. Pero era la primera vez que le escuchaba.

Lo que dijo en esa entrevista supongo que fue grabado. Pero, entre las cosas que dijo el primer premio José Martí, que su héroe (José Martí) no era solo cubano, sino latinoamericano. Lo comparó con Simón Bolívar, por aquello que se adelantaron a lo que iba a ser los Estados Unidos de Norteamérica; un gran estado imperial (una gran potencia) que solo nos traería dolor y sangre a los países del “patio trasero”. Y José Martí vivió en EE.UU. antes de ir a luchar por la libertad de Cuba y morir en el intento. Pero, la gran figura de Martí no es solo cubana. Lo mismo podemos decir de Eloy Alfaro; que no solamente es ecuatoriano; sino latinoamericano.

Frei Betto dijo algunas cosas que las comparto plenamente. Dijo, por ejemplo, que la Iglesia Católica se ha europeizado tanto que ha dejado de ser latinoamericana. Ha sido vencida por la sociedad de consumo. Por doquier, se ven cada día muy lozanos y ganando miles de millones de dólares, los centros comerciales. Es muy fácil ver a los y las en los centro comerciales. No en misa (como antaño) ni en los templos católicos, sino en los centros comerciales. Aunque sea viendo lo que no van a comprar. Le han ganado los centros comerciales a las iglesias.

En esta parte Frei Betto dijo también una verdad: por qué excluir la hermandad religiosa, de las revoluciones. ¿Acaso México podría hacer una revolución separada del Cura Hidalgo o de la Candelaria? ¿Acaso Colombia puede hacer su revolución social separada de su Candelaria? ¿Acaso los venezolanos pueden hacer su revolución separado de su virgen? ¿Acaso los ecuatorianos podemos hacer nuestra revolución separados de la Virgen del Quinche? En esto me recordó al propio Fidel, quien dijo que para hacer la revolución se necesita ser, en primer lugar, honrado a carta cabal. No es extraño por supuesto que el Correa haga su revolución y que todos los domingos oiga misa. No es extraño que Hugo Chávez haga su revolución bolivariana junto al Dios en que él cree y tenga a la mano su crucifijo. ¿Por qué excluir a estos sectores de la revolución social? No olvidamos al cura Sardiñas cubano, que vestía un verde-olivo cuando le ganaron al tirano Batista desde la Sierra Maestra. Tampoco olvidamos a otros sacerdotes, que ofrendaron sus vidas por la revolución marxista.

Otra cosa que Frei Betto dijo en esa entrevista es que no hay ningún edicto en el nuevo y viejo testamentos, sobre las mujeres. En otras religiones (como la que se practica en Gran Bretaña, que es muy similar a la Católica) se acepta que las mujeres sean hasta obispos. En la Católica no se admite que las mujeres puedan ser solamente curas. En esta parte, me acuerdo de un viejo chiste: que los hijos llaman al padre, mi papa, excepto en los conventos de los pueblos, en donde los padres-tíos llaman sobrinos a sus hijos. ¿Por qué no se allana la iglesia a lo que es mandato divino: que el hombre y la mujer sean, por los siglos de los siglos?

He dejado para el último, algo que dijo no a nombre de la Iglesia ni siquiera de los dominicanos: ¿qué cuál es el basamento litúrgico para que los curas no puedan casarse y ejercer su ministerio? Dijo que ha revisado los testamentos (el antiguo y el nuevo) y que no ha encontrado nada que prohíba a las mujeres ser curas y a los hombres casarse con las mujeres. Señaló (el Frei Betto) los evangelios y citó los casos que son de dominio público. Terminó diciendo (no es una cita textual) que la Iglesia Católica debe actualizarse a los tiempos actuales: que los curas deben ubicar sus parejas con las mujeres (los que no son pederastas y los gays) y que aquello no está prohíbido por nadie.

No hace falta asegurar que el Frei Betto sique en el proceso de reflexión de hace años, que fue de gran preocupación de lo curas ecuatorianos. Que la iglesia Católica Apostólica y Romana, debe ser más nuestra (de América Latina) si no quiere perder lo mucho o poco que ha conquistado en América Latina; y que necesita, de urgencia, un “agornamiento” a la italiana.

Nosotros estamos de acuerdo y agregamos: que la iglesia católica vuelva a ser más latinoamericana y se acuerde Cristo y sus Apóstoles, para no ir muy lejos.

Quito, febrero 3/2013

Alberto Maldonado S.

Periodista – Ecuador

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