Estado como Botín, el Gobierno como Inmobiliaria y la Soberanía

Luis Varese

03/11/2012

Opinión

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En mayor o menor medida y con mayores o menores salvaguardas, el Estado ha servido para fortalecer la riqueza de los poderosos que buscan alianzas y acuerdan negocios con la gran empresa usando el dinero público, ha sido y es, parte del arte de “hacer política”.

En México la ingeniosa voz popular dice que el quinto año de gobierno es el año de Hidalgo, pendejo el que no agarra algo y el sexto es el de Carranza, por si el de Hidalgo no te alcanza. Ciertamente ni México es el único ni el peor, ni la sabiduría popular es estadística, sin embargo refleja con mucho humor, lo que ocurre a nivel mundial.

Por otra parte La Banca (así, como ente abstracto) tiene hoy a los Estados como rehenes y dominan, coordinan, gobiernan y destruyen la producción o la trasladan donde les conviene. A ello hay que ligar los intereses del otro Crimen Organizado, el de los tráficos de drogas, armas, personas, órganos, mascotas, que colocan (sin el eufemismo de lavan) sus dineros en “La Banca”, esa misma que nos gobierna. Está circulando, el 1.7% del PBI mundial (870 mil millones de dólares) como fruto del crimen organizado. Y ese dinero (cifras de la ONU) ciertamente no está ni bajo el colchón del perseguido productor de coca, ni en el zoológico privado del finado Pablo Escobar o sus sucesores. Ese dinero está mayoritariamente en La Banca. Y La Banca tiene al Estado como Botín, y si no preguntémosle a Mariano Rajoy, quién gobierna a España, para la Banca.

El Gobierno como Inmobiliaria

El mercado (como si fuera un ente abstracto del que nadie puede librarse y en nombre de La Banca) para no perder ni un centavo asignó a los Gobiernos el papel de Inmobiliarias. América Latina tuvo sus grandes exponentes en Salinas de Gortari, Menem, Fujimori, Uribe, Mahuad, Arias, García (el 61% del Perú fue ya lotizado) y muchos otros vendedores similares. Para vender con eficacia hay que cuadricular al país, seccionando el área del agua, la energía, la extracción mineral, la madera, el área productiva, el área de transporte, los servicios, la seguridad y por supuesto en este Bazaar entran jueces, senadores, diputados, periodistas y cualquier otro personaje útil al objetivo y que se preste a ello. Si vender no es suficiente, entonces hay que “Salvar a La Banca” con un rescate avisado a los ricos. México, Argentina, Ecuador sufrieron las tragedias de ese salvataje. Se empobrecieron todos, salvo los ricos que engrosaron sus arcas.

Este papel del Estado es más reciente en su forma (ya existía ciertamente) pero las privatizaciones, la globalización, el “evitar el déficit fiscal”, le dieron todo el ropaje que permitió la aceleración de este proceso y el enriquecimiento desmedido de individuos y por supuesto de “La Banca”.

La señora Christine Lagarde del FMI tiene hoy por función levantar o bajar el pulgar sobre la vida o la muerte de millones de personas, hoy día, en la vieja Europa. Claro que ella es solamente la presentadora televisiva bronceada, del drama real que generan los fondos irreales. Corren los gobernantes sumisos a ver qué recortan, cuánto venden, de dónde extraen ese recurso para el rescate de La Banca. La música la pone en ritmo prusiano la Señora Merkel y por supuesto el primer dinero vendrá de las viudas, los jubilados, los ahorristas, los enfermos, los jóvenes, los trabajadores, los mineros del carbón de Asturias y todo aquello que no afecte el bienestar de los dueños del mundo. El Estado como botín y el gobierno como inmobiliaria aparecen con cristalina nitidez hoy en España, Grecia y Portugal y siguen otros menores. ¿Pero no vieron lo que ocurrió en países de América latina? ¿No han visto lo que se puede hacer con recursos administrados de otra manera?

Sí lo vieron y no lo quieren. La Banca no lo quiere. Y el buen Rajoy desfila en ritmo de Polka para quedar bien con los dueños y aprovecha para fascistizar la educación y la vida. Hoy el pueblo de España está en la lucha callejera. La Banca lo reprimirá y Rajoy dirá que es la única opción para que tal vez en el 2014 o 2015 se puedan “recuperar”. ¿Quiénes y de qué? Así va la cosa por ahora, pero ¡cuidado con la espada de Bolívar!

Soberanía con los pobres, el mal ejemplo peligroso

Unos países en América Latina comenzaron a sacudirse de esas prácticas y Venezuela hace más de una década que ejercita una forma de distribución de riqueza a su pueblo (y a Chávez se le acusa de populista, por usar los recursos generados por el petróleo, para construir viviendas, o atender a los ancianos, cuando su legítimo destino debería estar en los bolsillos de los petroleros estadounidenses y por supuesto de La Banca). Brasil, Uruguay, Argentina, Bolivia, se libraron de esa sumisión. El MERCOSUR es un espacio con potencial y con la inclusión de Venezuela variará la correlación con las potencias. Ecuador ha construido una redistribución de la economía que beneficia a las grandes mayorías, repatriando sus recursos, invirtiéndolos, generando empleo, asistencia, salud, educación y mucho más. Atender a las personas antes que al capital dice el presidente.

Se creó el ALBA que incluye a Cuba y Nicaragua y aparece funcionando el SUCRE. Y lo peor de todo, es que estos países se han permitido tener relaciones multilaterales, libremente al margen de EEUU o de la OTAN. Doble sacrilegio: independencia económica y multilateralismo.

Estos gobiernos dejaron de ser agencias inmobiliarias y los pueblos han sufrido muy poco el impacto de la crisis y ello puede costarles caro. Se avecina la respuesta. Toda esta ofensiva mediática, que se vive en varios de estos países de América Latina, es orquestada y organizada.

Los periodos electorales son excelentes para tratar de debilitar a las fuerzas progresistas. No se trata de discrepancias políticas, se trata de ofensivas destinadas a debilitar y hacer caer a estos gobiernos. La prepotencia Imperial y en particular la de los Estados Unidos (con la CIA, que sí existe y funciona y ¡cuidado! No es un invento de izquierdistas trasnochados. ¡Es el enemigo agazapado!) Aquellos, EEUU-CIA, siguen teniendo a América del Sur como su reserva estratégica. Permitir el mal ejemplo es pésimo y han pasado demasiados años de descuido. Lo que les complica la vida, es que estos gobiernos han sido elegidos por el voto popular y están desarrollando un modelo inclusivo, donde conviven los banqueros (honestos, en la medida de su función), los propietarios privados y las formas sociales de generación de riqueza, así como la redistribución de los recursos por parte de un estado fortalecido. Aparece el socialismo en una nueva construcción donde el capital es menos importante que los seres humanos, Correa dixit, el economista sacrílego y anatemático.

Como ya no existe el “comunismo internacional” hoy hay otros mecanismos para asustar a la gente, y juzgan a “los buenos y a los malos”. Y ese es el riesgo. Somos mal ejemplo, tenemos relaciones multilaterales y no hacemos caso. Hace poco escuchamos a una vocera del departamento de Estado de los EEUU, decir que se usa la democracia para gobernar dictatorialmente. Graves reflexiones que anuncian los esfuerzos para restituir las democracias “buenas”. (Remember Condoleeza)

Ante ello cuidar la unidad es fundamental. Cayó la frágil Honduras y casi igual que ella, cayó Paraguay. La tarea de fortalecer UNASUR, CELAC, MERCOSUR y todos los mecanismos regionales independientes es un tema de supervivencia para todos los ciudadanos, no sólo para los gobiernos.

Lo que hoy ocurre en Siria o Libia, es un grito de alerta para esta América, depositaria de petróleo, agua, mucha agua, minerales, biodiversidad, cultura, conocimiento ancestral y por supuesto, mercado.

Construir la unidad de los países, pasa por construir la unidad de los pueblos alrededor de los proyectos independientes y soberanos. Los dirigentes deberán acercarse con mayor decisión y humildad a los pueblos que los eligieron. Estos dirigentes, imperfectos y nuestros, junto con los movimientos sociales y los grupos políticos progresistas (igualmente imperfectos, pero nuestros) deberán aprender a manejar las contradicciones. La defensa de la Patria y la Soberanía Nacional, pasan por la unidad en la diversidad. El principal desafío radica en que los pueblos se apropien de sus naciones, es decir que se sientan seguros y parte de ellas. Tarea difícil donde las discrepancias son muchas, donde el tema del medio ambiente juega un papel trascendental, donde el acoso externo se confunde muchas veces con las justas causas de protesta y resulta tentador reprimir y romper, en lugar de dialogar. Donde el crimen organizado juega un papel corruptor y criminal. Donde el Imperio en todas sus formas acosa a nuestros pueblos como enorme sanguijuela (cito a Bolívar, Martí, Sandino)

Resolver estas contradicciones es tarea de titanes como lo ha sido superar esa derrota de la caída del “socialismo real con el muro de Berlín”, para abrir otras alternativas de redistribución. La unidad es fundamental para no volver al gobierno como inmobiliaria, para seguir soñando con el socialismo del siglo XXI y también el del XXII.

Recuperar la libertad, la igualdad, la fraternidad, requerirá una nueva toma de la Bastilla y una nueva revolución de la humanidad. Romper con el modelo de desarrollo y consumo, respetando a la naturaleza y los derechos de las mujeres y los hombres, requiere un esfuerzo de titanes. Correa, Chávez, Morales, Cristina y Néstor, Lula y Dilma, Bachelet, Pepe Mujica, se han atrevido en esta América del Sur. Ya se atrevió Fidel desde el Moncada o Nicaragua desde el 79. No se puede ser imparciales, debemos conquistar finalmente esta nueva toma de la Bastilla del Siglo XXI.

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