La Alianza Bolivariana “ALBA” no aguantó el voltaje

15/04/2012
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  • Opinión
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La Cumbre de Las Américas fue una prueba no superada por la Alianza Bolivariana para Las Américas ALBA. Tres posiciones salieron a relucir antes, en y después de realizada la Cumbre en Cartagena.
 
Evo Morales fue el único presidente del ALBA que resistió el alto voltaje a que se llegó en este evento continental. Correa jugó mediante la ausencia, con lo cual reforzó la exigencia expresada por Santos en su discurso inaugural en donde afirma que “sería inaceptable otra cita hemisférica sin una Cuba presente”[1].
 
Venezuela y Nicaragua jugaron a medias. Las delegaciones estuvieron presentes pero los presidentes no asistieron. Se auto-excluyeron dejándoles el encargo a sus cancilleres que no sabían qué hacer. Al final se los vio – por un lado – a  la cola de Santos, y por el otro, refunfuñando frente a la soberbia de los vetos imperiales. Poco de estrategia y de efectividad.
 
Quien sacó en verdad la cara por el bloque latinoamericano fue Dilma Russef, la presidenta de Brasil, quien acusó de frente a los EE.UU. y a Europa de estar exportando su crisis económica hacia América Latina, inundando de dólares baratos a la región en detrimento de la estabilidad monetaria de nuestros países. Ella sí que apunta a la yugular.   
 
Santos – a pesar de no haber logrado ningún consenso sobre los temas álgidos (Cuba, Las Malvinas y lucha contra el narcotráfico) – se apunta su primer gran triunfo, al erigirse como una figura alternativa frente a EE.UU., como se había previsto en anteriores artículos[2]. Además, a nivel interno logra un gol que ya estaba cocinado, como era la visita bilateral de Obama y sus anuncios sobre el TLC y otros temas menores.
 
Obama es el gran damnificado. Así no se haya movido un ápice en sus posiciones frente a los temas sensibles, la presión que tiene por la campaña electoral lo mantuvo inmóvil. Sólo se dedicó a sacar el balón de su portería. Deja el sabor de haber sido sacudido por una avalancha de jugadores que ya no se alinean en su equipo y que prefieren actuar – como lo hizo Santos en su alocución inicial –, del otro lado del campo de juego.
 
Lastimosamente un actor tan importante como la ALBA no fue capaz de enfrentar el reto con sus titulares. Prefirieron jugar al W (Correa), colocar a sus suplentes (Venezuela y Nicaragua) y dejar sólo a Evo, quien por más que practica el fútbol sintió la ausencia de sus coequiperos.
 
El reto lo ha colocado la Gran Burguesía Latinoamericana. Dilma Russef se erigió como la líder de la región, sacó su casta, pero el ambiente que quedó es que han aparecido nuevos competidores en el entorno y que ya no basta con la retórica anti-imperialista.
 
Ahora es frente a frente. O se lidera con convicción y sin complejos, o le dejamos el escenario a quienes vienen a sacarnos del partido. El frente social de los pueblos no se sintió representado por los presidentes pero tampoco jugó con peso ni adentro ni fuera del estadio. Nos toca afinar. Adentro y “por arriba” se puede actuar; afuera y “desde abajo” también.
 
Pero hay que tener claridad política para poder interpretar bien los papeles. ¡Otra vez será!   
 
Popayán, 16 de abril de 2012
 
 
[1] Discurso de Juan Manuel Santos en la VI Cumbre de Las Américas:
 
[2] Ver: “La Gran Burguesía Latinoamericana propone una tregua” y “Cogerle la caña a Santos”.
https://www.alainet.org/de/node/157185?language=en
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