La muerte de Cano y las perspectivas de Paz

14/11/2011
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El viernes 4 de noviembre murió en Páez en el municipio de Belalcázar, departamento del Cauca, el máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, Guillermo León Sáenz Vargas, alias Alfonso Cano. El jefe guerrillero murió en un enfrentamiento con el Ejército colombiano como culminación de una operación militar iniciada en el Cañón de las Hermosas, 3 años atrás, justamente cuando las FARC comunicaron que Cano había sido elegido para reemplazar a Manuel Marulanda Vélez, alias Tiro Fijo, quien fue el legendario jefe guerrillero y de dicha guerrilla por más de 40 años. Marulanda murió por causas naturales.

Cano, recibe unas FARC debilitadas como resultado de una ofensiva militar que se había iniciado en febrero del año 2002, cuando fueron interrumpidas abruptamente las negociaciones de paz que se realizaban en el Caguán y que habían iniciado en noviembre de 2008 e instalado formalmente en enero de 2009. Tres miembros del secretariado han sido dados de baja en diversos operativos. En marzo de 2008 había sido dado de baja Raúl Reyes, el tercero al mando de las FARC, en territorio ecuatoriano y posteriormente fue asesinado por alias Rojas miembro de su guardia de seguridad otro miembro del Secretariado, Iván Ríos y en octubre de 2010 murió en un operativo militar Jorge Briceño, Alias Mono Jojoy, quien era el jefe militar del Bloque Oriental de dicho grupo insurgente.

A Cano le correspondió la restructuración operativa y militar de las FARC. Las condiciones militares y la correlación de fuerzas se habían inclinado a favor de las Fuerzas Armadas Gubernamentales que habían realizado una profunda restructuración y profesionalización que contó con recursos económicos y militares de parte de los Estados Unidos. Dicha reingeniería había sido puesta en marcha bajo el Gobierno de Andrés Pastrana, presidente de la República entre 1998 y 2002. A las Fuerzas Armadas Gubernamentales además de reorganización y profesionalización se les había inyectado un importante flujo de recursos para su modernización. El investigador Diego Otero ha señalado que entre el año 2002 y el año 2010, la inversión en este proceso había representado una suma cercana a los 80.000 millones de dólares. Más del 90% de esta suma fue aportada por impuestos de los colombianos lo que representa un poco más del 6% del Producto Interno Bruto del país. Las FARC se vieron duramente confrontadas y como resultado de dicha ofensiva, Cano tuvo que pasar de una guerrilla que había acumulado fuerzas hasta llegar a operar en una guerra de movimientos que le permitió resonantes triunfos militares como la toma de las Bases Militares de las Delicias y Patascoy y la toma de la capital del departamento del Vaupés, Mitú.

En este período de acumulación las FARC le plantearon el reto al Estado de una operación en la cual los bloques de las FARC, congregaron una fuerza militar que se desplegó en una guerra de movimientos sin llegar a establecer posiciones fijas de combate o dominio territorial permanente. Pero esa capacidad de acción en grandes contingentes de combatientes les permitió mantener la ofensiva y llegar a la mesa de negociaciones con la mejor correlación de fuerzas que hayan tenido en toda su historia. Precisamente esto los induce a cometer su principal error político y militar y fue despreciar el camino de la negociación y la consecuente utilización del proceso de negociación, no para posicionar sus temas y negociar sino para fortalecerse militarmente. Rotas las negociaciones las Fuerzas Armadas Gubernamentales ya reestructuradas inician una contraofensiva que pronto anula las estructuras de concentración de fuerzas. Muchos mandos medios cayeron en esta fase del conflicto y muchas estructuras de bloques se ven afectadas.

Cano recibe unas fuerzas debilitadas y asume la tarea de su reestructuración. Regresa a la clásica guerra de guerrillas en pequeñas unidades que se juntan para ciertos operativos pero que una vez realizado se disuelven en pequeños grupos que tienen una gran movilidad para no ser presas de la Fuerza Aérea, que se convierte en el arma letal en manos de las Fuerzas Gubernamentales para obligarlos a un repliegue estratégico en el cuál se encuentran. Corresponde a Cano esa tarea.

Esa reestructuración es tan radical, que la propia guardia de seguridad de Cano se reduce a una veintena de tropas de élite que lo acompañaban al momento del asalto que culmina con la muerte del número 1 de las FARC. Y ello es explicable por la imposibilidad de mantener una gran estructura que hace lento el desplazamiento y que es ubicable y visible para los ataques aéreos de las Fuerzas Armadas. El desbalance en la correlación de fuerzas se presenta por la imposibilidad de las FARC de combatir las fuerzas de la aviación y los bombardeos que causan verdaderos estragos en sus filas. Cano se ve obligado a abandonar su refugio en el Cañón de las Hermosas por los estragos que le propinan las Fuerzas Armadas desde el aire y apoyadas por batallones de élites en lo alto de la cordillera central. Fuera de su refugio Cano se debilitó y con él su estructura de protección.

La reingeniería que Cano planteó a las FARC con base en la recuperación de las modalidades de la guerra de guerrillas, está aún en marcha. Ello limita las acciones militares de la guerrilla para el logro de objetivos militares de alguna significación en las fortalecidas estructuras de las Fuerzas Armadas del Estado. Pero, al mismo tiempo plantea serias dificultades a las Fuerzas Gubernamentales en su objetivo de aniquilar a la guerrilla.

Las perspectivas inmediatas del conflicto

Estamos aún lejos del llamado fin del fin de las FARC. Las guerrillas están fuertemente golpeadas, infiltradas y han perdido base social, pero están lejos de ser derrotadas. En estas circunstancias las FARC deberían replantear de fondo su estrategia sobre la constatación real que por la vía armada no llegarán al poder. Sería el momento para iniciar un proceso de negociación política poniendo sobre la mesa de negociaciones temas como: la reforma agraria, el narcotráfico y los cultivos de uso ilícito, su participación en la vida política, su reinserción a la vida civil y una justicia transicional. Sin embargo, estamos lejos de éste escenario dado que el propio Cano mostró que la línea predominante en las FARC piensa que lo que debe hacer ahora es transformarse para intentar acumular fuerzas que le permitan llegar fortalecidas a un eventual proceso de negociación. Cano que era un hombre formado intelectualmente siempre manifestó en los últimos años la necesidad de la negociación política, pero no dio pasos reales en esa dirección. No liberó a los secuestrados que hubiese activado posibles encuentros de exploración de una negociación más adelante.

Y a nuestro juicio no lo hizo porque esperaba que con una profunda reingeniería de la guerrilla, podría mejorar la correlación de fuerzas para plantear un diálogo y una negociación. Cayó precisamente en la creencia que en las condiciones actuales del país era posible en un futuro no muy lejano, la mejora en sus actividades militares y entonces si explorar condiciones para la negociación política.

Pero, lo que la guerrilla debería entender es que es muy poco probable que mejore significativamente esa correlación de fuerzas y que su futuro inmediato será el de seguir asimilando los golpes que no las destruirán en un corto plazo. Aún debilitadas las FARC no están al borde de la derrota militar y el degradado conflicto seguirá su curso con todo los horrores que acompañan a esta confrontación: asesinatos, falsos positivos, desplazamiento forzado, narcotráfico, delitos de lesa humanidad, muertes dentro y fuera de combate.

Entretanto los demócratas debemos insistir en que la salida política negociada es el camino menos doloroso y más efectivo para salir del eterno conflicto armado. Insistir en que Colombia debería emprender transformaciones como la reforma agraria, una profunda reforma en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, una profundización de la democracia y la construcción de la reconciliación sobre la base de la verdad, la justicia y la reparación de todas las víctimas. Ese es el camino para lo cual hay que construir un vigoroso movimiento social por la paz negociada.

Pedro Santana Rodríguez
Presidente Corporación Viva la Ciudadanía

Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 280
Semana del 11 al 17 de Noviembre de 2011
Corporación Viva la Ciudadanía.
http://www.viva.org.co/
semanariovirtual@viva.org.co

https://www.alainet.org/de/node/153975
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