Inquietudes infantiles

29/10/2011
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
El tema del extractivismo desde la óptica del Buen Vivir, plantea un debate acuciante, sobre todo porque aquí se devela con mayor fuerza las incoherencias de un discurso básicamente estatal que tiende al Buen Vivir pero bajo los mismos parámetros de producción y uso del capitalismo tradicional. Una contradicción sutil, pero real.
 
 Existen argumentos de peso de defensa y detracción del extractivismo. Por un lado, que hay tantos países que hacen uso de sus “recursos” naturales, que otras sociedades ya han gozado de los beneficios del desarrollo, que el país necesita de la riqueza que está debajo de los pies, que todo crecimiento y desarrollo -que todos queremos-, genera, lamentablemente, el uso progresivo de insumos naturales.
 
 Por otro, que es necesario hacer esfuerzos por cambiar el paradigma del progreso y su base productiva para superar el capitalismo si es que queremos llegar al Buen Vivir, que el extractivismo, bajo la lógica del capital, no va sino a ahondar la pobreza y a destruir los territorios, que el extractivismo no es compatible con el Buen Vivir.
 
Una tercera posición, más conciliadora, que se escucha con menor fuerza  dice que se debe tender al equilibrio entre las necesidades del “desarrollo” y los requerimientos de Buen Vivir. Pero el tema en general levanta otras inquietudes y reflexiones, por ejemplo, que no se puede establecer un paradigma de post-desarrollo mientras se sigan robusteciendo las prácticas más bien neodesarrollistas, cuya lógica implica un mejoramiento del sistema capitalista, una racionalización de la explotación, pero explotación al fin y al cabo.
 
 Sí, ya sé que al negar el desarrollo, al seguir con radicalidad la perspectiva del Sumak Kawsay y del post-desarrollo, normalmente se es tildado -despectivamente- de idealista, de infantil, etc. Pero ¿Acaso ese no era el espíritu original de la carta de navegación de nuestro país, realizada en Montecristi? ¿Y más allá de eso, este espíritu, este ideal (del Sumak Kawsay), no surge desde una concepción del mundo, de una cosmología que aún persiste en lo profundo de nuestros pueblos indoamericanos? Y suponiendo que sea factible el persistir en la idea del extractivismo dentro del paradigma del Sumak Kawsay, ¿no se estará abandonando una idea central de la izquierda, proveniente del pensamiento más crítico del capitalismo, y que tiene que ver con que la consecución de un desarrollo armónico para todos solo se puede dar a través de la re-distribución de la riqueza, la suspensión de la sociedad de clases y la eliminación de la explotación entre los seres humanos, la supresión definitiva del Estado y el consecuente fomento de sistemas locales basados en la cooperación y la libertad? Son algunas de nuestras inquietudes infantiles.
https://www.alainet.org/de/node/153666

Del mismo autor

America Latina en Movimiento - RSS abonnieren