Los negocios de la “deuda”
06/08/2011
- Opinión
Durante varias semanas la historia acerca de la posible insolvencia de Estados Unidos creó un clima de tensión a nivel internacional. Si el aún país más poderoso no era capaz de pagar su deuda, al resto de las naciones se les ensombrecía el panorama.
Había muchos elementos para especular acerca de posibles motivos que habrían llevado a esa situación, como el costo de las guerras emprendidas por Washington para apoderarse de las riquezas que no le pertenecen o el surgimiento de las llamadas economías emergentes que estarían minando su supremacía.
Todo eso existe y es real, así como el hecho de que China tiene el mayor caudal de bonos de la deuda estadunidense, lo que en teoría le permitiría jugar un papel decisivo si Washington se declarara en incapacidad de pagos, siempre que no reduzcan esos bonos a papeles sin valor y por lo tanto inservibles.
Japón no ocultaba su preocupación y en América Latina también se hacían análisis sobre las consecuencias que la cesación de pagos estadunidense tendría en las economías locales, las que hasta ahora se ven en mejor situación que las del mundo desarrollado.
Finalmente se anunció un acuerdo entre el presidente Obama los dos partidos mayoritarios del país del norte y la eventual crisis habría sido superada, pero hay una pregunta clave ¿qué es lo que realmente sucedió?
¿Chantaje y/o estafa?
Dos calificadas figuras latinoamericanas han hecho públicos reveladores análisis sobre este tema.Uno de ellos es Alejandro Nadal, Doctor en Economía por la Universidad de París e Investigador del Centro de Estudios Económicos del Colegio de México. El otro es Atilio Borón,Politólogo y Sociólogo argentino, Doctor en Ciencia Políticas por la Universidad de Harvard, ex Secretario Ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales,CLACSO,y actual Director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia de Ciencias Sociales.
Bajo el título “Obama y el gran chantaje de la deuda”, Nadal señala que bajo amenaza de no autorizar el aumento del techo de la deuda, los republicanos y demás fuerzas de la derecha estadunidense lograron ”entronizar como verdad absoluta” que la mayoría de la población está por controlar los gastos del gobierno.
Lo real, según apunta, es que el gobierno puede aumentar sus ingresos estableciendo más impuestos a los sectores más ricos o reduciendo el gasto público, pero republicanos y demócratas optaron por la segunda alternativa, pese a que las encuestas indican que la mayoría está por aumentar los impuestos a esos sectores, lo que indica “quien detenta el poder real” en el país del norte.
Nadal destaca que en vez de presentar otras opciones Obama “prefirió a las prioridades de los conservadores”, lo que implicará reducir el gasto en salud y no el gasto militar que ha aumentado en el mandato de Obama. A su juicio “el chantaje ha funcionado” porque “a la clase política le interesa desmantelar los últimos vestigios del estado de bienestar”.
Atilio Borón apunta la existencia de una estafa de 16 billones de dólares, debido a que entre el 1 de diciembre de 2007 y el 21 de julio de 2010, la Reserva Federal otorgó préstamos secretos a grandes corporaciones y empresas del sector financiero por 16 billones de dólares, lo que es más que el PIB estadunidense, que a 2010 era de 14,5 billones de dólares.
La auditoría que a este respecto realizó la Oficina Gubernamental de Rendición de Cuentas, GAO por las siglas en inglés, determina que con estos cientos de miles de millones de dólares se financió a empresas, bancos y corporaciones de Estados Unidos, Europa y Asia para evitar una nueva crisis del capitalismo.
Borón define a la Reserva Federal como “el partido del capital financiero”, ya que es una corporación privada aunque su directorio sea nombrado por el presidente y ratificado por el congreso, esto es similar a lo que ha ocurrido con los Bancos Centrales latinoamericanos que fueron privatizados.
En relación a esta “estafa”, Borón cita al senador independiente por Vermont, Bernie Sanders, quien dijo que:”Esto es un clarísimo caso de socialismo para los ricos y descarnado individualismo tipo ´sálvate como puedas´ para los demás”.
Quién es quién
Los análisis citados dan una señal clara de los criterios con que se ha manejado esta situación, pero hay otros antecedentes que ayudan a comprender mejor los juegos político-económicos que se desarrollan en estos asuntos.
Un interesante artículo de Daisy Francis Mexidor, de la agencia Prensa Latina, se refiere a la riqueza de los congresistas estadunidenses, de acuerdo a estadísticas del sitio digital Open Secrets, que señala como el más rico del congreso al republicano de California Darell Issa, con una fortuna de 251 millones de dólares.
Lo siguen los congresistas demócratas Jane Harman con 244.7 millones, Herb Johl con 214.5 millones, Mark Warner,con 209.7 millones y el senador John Kerry con 208.8 millones de dólares. El informe apunta que mientras el 1 por ciento de los estaunidenses es millonario, en el congreso éstos representan entre el 40 y el 50 por ciento de los parlamentarios.
Un estudio del Centro para una Política Responsable indicó que durante la recesión de 2008 y 2009, la riqueza de los congresistas del norte aumentó en más del 16 por ciento y que un número significativo de ellos tiene intereses en las empresas de los sectores de salud y servicios financieros.
No parece casualidad entonces que los acuerdos adoptados entre el gobierno y los partidos Demócrata y Republicano impliquen no subir impuestos y disminuir los aportes a los servicios de salud estatales y beneficien, en consecuencia, a las empresas privadas que cobran caro por esos mismos servicios.
Sería interesante también saber cuál es el grado de endeudamiento de los congresistas del país del norte. Porque no sólo tienen fortunas que si bien no son de miles de millones de dólares, si son importantes, resulta que también hay unos cuantos endeudados. En las filas republicanas la congresista Michelle Bachmann, que es pre-candidata a la presidencia y supuestamente la rival de Sara Palin, está endeudada con los bancos en unos cuantos millones de dólares tanto por la costosa residencia que compró hace poco como por la clínica que adquirió su esposo.
Y el nivel de endeudamiento de los políticos es importante cuando se trata de aprobar o rechazar la creación de nuevos impuestos. Por lo tanto, incide en la negativa a subirlos que se manifestó en las negociaciones de la “deuda”.
En conclusión, todo indica que hemos asistido a un gran espectáculo que nuestros países no podrían aplaudir bajo ninguna circunstancia. El show se desarrolla en otro escenario y no es rentable importarlo.
En lo político, está claro que con gobiernos demócratas o republicanos nada cambia, como no sea la retórica.
- Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.
https://www.alainet.org/de/node/151724
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