Berlusconi va a encontrar excusas formales pero no negar su liviandad ante los genocidas

18/02/2009
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No hace falta mucha imaginación para anticiparse a la explicación que va a dar el primer ministro italiano Silvio Berlusconi respecto de su reciente agravio a la memoria de miles de víctimas de las dictaduras terroristas de América Latina, entre ellas la de la Argentina, con la que estuvo vinculado, en particular con uno de sus integrantes más siniestros, el entonces almirante Eduardo Emilio Massera.

El pasado viernes en Cagliari, Cerdeña, durante un acto preelectoral, no tuvo nada mejor que hacer demagogia, de manera despreciable, trazando absurdas comparaciones, como si fuese lo mismo la desconexión de Eluana Anglaro tras 17 años de vida vegetativa como secuestrar, torturar y matar arrojando desde aviones a perseguidos políticos. “Il Cavallieri” usó su mal gusto y su íntima justificación a los represores en el marco de su ataque al ex presidente italiano Oscar Luigi Scalfaro, quién habló en el entierro de Eluana y justificó lo hecho en el marco de la Constitución Nacional.

Berlusco
ni, que ya había mostrado incluso su visión racista cuando llamó “bronceado” al nuevo presidente estadounidense Barack Hussein Obama, habló de la “cultura de la muerte” con la que involucró a sus opositores e histriónicamente se dirigió a sus seguidores, según las citas provistas por el periodista Marco Bucciantini, presente en el acto.

"La sinistra mi paragona a quel dittatore argentino che portava i ragazzi in giro con l'areo. “¿Sono forse così?" ("la izquierda me parangona con aquel dictador argentino que llevaba a los jovenes a dar una vuelta en avion". ¿soy quiza asi?”), señaló Berlusconi en alusión al ex presidente terrorista Jorge Rafael Videla. Naturalmente recibió un prolongado “Nooo”, de sus seguidores.

Y como si no fuese suficiente, apenas callados sus aduladores, agregó “: "Lassù, se era una bella giornata, apriva la porta e li faceva scendere...sono così io?" ("en lo alto era una bella jornada, se abria la puerta y se los hacia descender". ¿soy asi yo?”). Tras ello llegó otro “nooo” de su tropa. ¿Pero a que venía el caso?. Tal vez porque su ex compañero de la Logia P-2 (Propaganda Due) Massera está reclamado por la justicia italiana por los asesinatos de connacionales en la Argentina.

No casualmente eso lo debe haber dicho en Cerdeña donde existe una entidad de defensores de derechos humanos vinculados con los asesinatos de la pasada dictadura argentina. Un ex diputado regional sardo y luego legislador nacional, Luigi Cogodi, que integra la oposición política, preside precisamente esa ONG y dos de los desaparecidos por los que se reclama eran, precisamente, sardos. Cogodi, consultado por MERCOSUR Noticias adelantó que cuando complete la documentación sobre los dichos de Berlusconi analizará los pasos a seguir.

Lejos están en Italia los tiempos en que el profesor Romano Prodi, al que tuve el placer de tratar, encabezó una marcha en Roma, siendo primer ministro, para reclamar por la falta de sanciones por la justicia italiana al nazi alemán Eric Priebke, el asesino de las Fosas Ardeatinas. Priebke, que había estado escondido durante años en San Carlos de Bariloche, Provincia de Río Negro, Argentina, había sido extraditado a Italia. El 24 de marzo de 1944 Priebke hizo asesinar en Roma a 335 civiles para vengar una bomba que la resistencia partizana había colocado a los ocupantes alemanes.

Medio siglo después Priebke fue descubierto y extraditado y cuando el tribunal que tenía el caso había optado por liberarlo, Romano Prodi encabezó una marcha que determinó que el asesino de las Fosas Ardeatinas fuese finalmente condenado.

El actual primer ministro se da el lujo de burlarse y minimizar los hechos ocurridos en la Argentina durante el terrorismo de estado del llamado “Proceso” en el que tuvo que ver la P-2 e, implícitamente, él como socio de la misma. Ahora podrá decir que fue una mala comparación al cuestionar la desconexión de Eluana y explicarse, pero eso será la explicación formal del nuevo “ario” que puede burlarse de los “bronceados” y hasta decir que sus dichos sobre los desaparecidos se pueden justificar como bromas. No es casual hacer ironías sobre estas cosas sino mostrar su verdadera ideología. El gobierno argentino, como corresponde, ya pidió las explicaciones del caso, ahora vendrá la hora de las excusas.

- Fernando Del Corro es periodista, historiador graduado en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), docente en la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la UBA y subdirector de la carrera de "Periodismo económico" y colaborador de la cátedra de grado y de la maestría en "Deuda Externa", de la Facultad de Derecho de la UBA. De la redacción de MERCOSUR Noticias. www.mercosurnoticias.com

https://www.alainet.org/de/node/132431
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