Belém FSM 2009

La «verdadera izquierda» y los movimientos sociales

06/02/2009
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  • Opinión
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En el Gimnasio de la Universidad del Estado de Pará, Avenida Almirante Barroso, en Belém, el jueves 29 de enero de 2009, a las dos de la tarde, más de mil personas, militantes y representantes de los movimientos sociales y de los movimientos populares de toda América Latina, con banderas, pancartas y gritos de alegría, se apiñaban para escuchar a los « verdaderos presidentes de la izquierda latinoamericana ». El presidente Lula de Brasil no ha sido invitado. Asisten también al acto varios obispos brasileños pertenecientes a la teologia de la liberación ; personalidades como Aleyda Guevara, hija del Che ; y miembros del Consejo Internacional del Foro Social Mundial como Bernard Cassen, François Houtart, Emir Sader y Eric Toussaint.

Un grupo de una veintena de importantes movimientos sociales [1] - los cuales constituyen uno de los pilares fundamentales del Foro -, decidieron invitar a un «dialogo sobre la integración popular de nuestra América» a cuatro Presidentes suramericanos considerados como «el bloque de la verdadera izquierda suramericana» y que se distinguen por el proceso de transformación social impulsado en sus países. Se trata de: Hugo Chávez de Venezuela, Evo Morales de Bolivia, Rafael Correa de Ecuador y Fernando Lugo de Paraguay.

El primero en llegar es Rafael Correa; minutos después hace su entrada Fernando Lugo, los dos con camisas blancas tradicionales de sus países, y ambos acogidos por un diluvio de aplausos. Mientras esperan la llegada de Chávez y Morales, unos músicos interpretan canciones populares latinoamericanas. Correa, muy distendido, toma un micrófono y se pone también a cantar, mostrando reales talentos musicales y un conocimiento sorprendente de las letras de muchas canciones. En particular, interpreta, junto con Marcial Congo, uno de los asesores de Fernando Lugo, la célebre Yolanda de Pablo Milanés y, con el proprio Lugo, Hasta siempre Comandante de Carlos Puebla, coreadas con entusiasmo por la sala.

Llegan juntos Hugo Chávez y Evo Morales, el primero vistiendo camisa color verde olivo de estilo militar (pero sin ningún distintivo castrense) y el segundo de camisa blanca, vitoreados por los asistentes en pie. Todos se instalan en la mesa colocada en un entramado que domina el Gimnasio. La mesa está decorada con un gran mantel de fondo azul sobre el que resaltan bellas flores multicolores de la Amazonia. Detrás, ocupando toda la anchura del muro del fondo, un gran letrero con el lema del acto : « Solidaridad internacional ».

Los eventos organizados por el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) empiezan siempre por lo que ellos llaman una mística, o sea un momento cultural de representación escénica muy simbólica, de inspiración brechtiana, con cantos, poesías y expresiones políticas. Entra así en escena un grupo de mujeres y hombres, ataviados de campesinos, con banderas rojas y verdes cantando El pueblo unido jamás será vencido  y coreando la consigna: La revolución sólo la hace un pueblo unido y organizado. Luego, cambiando totalmente de ritmo, con una energía contagiosa de ira y protesta, un grupo neopunk interpreta unos raps revolucionarios e insurgentes.

Después de este preludio cultural, empieza la parte política.

Dos representantes de los movimientos sociales toman la palabra para exponer su análisis de la situación en América latina, y plantear preguntas a los cuatro Presidentes.  Habla, en primer lugar, Camille Chalmers, de Haiti, de la organización Jubileo Sur. Relata toda la historia de los acontecimientos – resistencia al neoliberalismo, auge de los movimientos sociales, lucha contra el ALCA - que han permitido llegar a la situación actual y a esta ola de gobiernos populares que estan transformando América latina. Interviene luego Magdalena León, de Ecuador, de la organización REMTE, que recuerda la importancia de la lucha de las mujeres y su gran contribución a los cambios actuales. Ambos representantes de los movimientos sociales piden a los Presidentes que les garanticen su apoyo a las reivindicaciones del movimiento popular y que se mantengan fieles a las promesas de sus programas y a las esperanzas depositadas en ellos por los pueblos.

1) Rafael Correa, Ecuador :

«Más que una época de cambios, estamos viviendo un cambio de época. Quién iba a imaginar, en 2001, cuando se iniciaron los Foros, que cuatro Presidentes participarían en el Foro Social Mundial del 2009. En diez años, América latina ha vivido un cambio profundo. Ahora hay muchos gobiernos progresistas. Mientras que, en 2001, sólo estaba Chávez, como un «llanero solitario» (The Lone Ranger).

Nosotros, los nuevos Presidentes, somos el reflejo de los cambios de los pueblos de América Latina. Nosotros nos nutrimos de los Foros Sociales. Y nos nutrimos también de nuestras luchas, de las luchas de nuestros próceres desde Martí hasta Fidel, pasando por tantos otros, entre ellos Alfaro.

Estamos viviendo nuestra Segunda Independencia. Y ésta coincide con la grave crisis mundial del neoliberalismo, con el colapso del neoliberalismo de Davos. No se trata solamente de una crisis económica, es el resultado de la codicia, del egoísmo y del individualismo erigidos en norma de vida por la ideología neoliberal. Es una ideología disfrazada de ciencia.

Es el momento de oponer, al neoliberalismo, el Socialismo del Siglo XXI.
Qué es el Socialismo del siglo XXI ? Una serie de compromisos: Intervención del Estado en la economía ;
Planificación ; Supremacía del trabajo humano sobre el capital; El valor de uso, más importante que el valor de cambio;
La deuda ecológica;
La equidad de género;
La equidad para los pueblos originarios;
La autocritica;
La convicción de que no hay recetas;
La convicción de que el Socialismo del Siglo XXI no es único, ni estático;
No creemos en dogmas, ni en fundamentalismos;
Proponerse un «vivir mejor», con un objetivo: un mayor bienestar para los más pobres del planeta;
Una nueva concepción del desarrollo.
Pero, para realizar el Socialismo del Siglo XXI, tenemos que ahondar más algunas de nuestras iniciativas y avanzar en nuestra integración: el Banco del Sur, el Fondo del Sur, PetroSur, UNASUR. Crear una moneda regional, el SUCRE.
Más integración es más garantía para nuestros procesos de cambio y de progreso.
Hay que sustituir definitivamente la Organización de Estados Americanos (OEA), cuya sede se halla en Washington ! No excluyó al Chile de Pinochet, pero expulsó a la Cuba de Fidel Castro. Ya es hora de cambiar la OEA.
E
l neoliberalismo ha entrado en colapso, y muchas instituciones internacionales también han colapsado con él, entre ellas la OEA.
El
Foro social mundial es parte de la solución que el mundo necesita. »

2) Fernando Lugo, Paraguay

«América Latina está cambiando. Y ese cambio nos ha cambiado a nosotros también. Hemos aprendido de los movimientos sociales. Yo recuerdo las jornadas en omnibus para ir desde Paraguay al Foro Social Mundial de Porto Alegre, y más tarde al Foro que se celebró en Caracas. Fuimos a aprender, a escuchar, a impregnarnos de las experiencias de los demás. Nosotros somos hoy la expresión de la voluntad de cambio del movimiento popular, del movimiento social, del movimiento campesino y del movimiento indígena. Gracias al movimiento social, América Latina está viviendo estos momentos de cambio.

Esta época nos exige un esfuerzo creativo para construir una sociedad más justa y más fraterna. Nuestros países deben integrarse más para defender las decisiones que estamos tomando en favor de nuestros pueblos.
Y yo no me iría de Belém tranquilo si no dijese aquí que debemos encontrar una solución justa, con Brasil, sobre la cuestión de la presa de Itaipú. No creemos que un tratado leonino, firmado cuando había dictaduras en nuestros dos países, pueda seguir vigente. Nuestros amigos brasileños no pueden decir que no son justas nuestras reivindicaciones de cambios en el tratado. Tiene que ser un tratado de igual a igual. No puede ser desigual. Es la concepción de la integración que nosotros tenemos.

Yo les pido a ustedes que trabajen también en la integración de los movimientos sociales de Suramérica. Para que cesen algunas injusticias históricas. Por ejemplo, yo creo que es injusto que Bolivia no tenga derecho a un acceso al mar. Y lo mismo digo para Paraguay, nosotros también tenemos derecho a un acceso al mar.
La integración, repito, es creatividad en las iniciativas para construir una Suramérica más justa, más solidaria y en la que encuentren fin viejas injusticias.
A veces me dicen que hay que tener paciencia. Yo digo que en América Latina, después de tanto tiempo de sufrimiento y de injusticias, lo que debemos tener es impaciencia. Porque estamos impacientes de edificar por fin la América Latina que queremos.

Necesitamos el apoyo de los movimientos sociales y de toda la izquierda mundial aqui representada en el Foro Social Mundial. Y queremos agracecerle al Foro todo lo que nos ha aportado, porque aqui hemos bebido de las ideas, de los programas, de los análisis para proponer el cambio en nuestro país.»

3) Evo Morales, Bolivia

«Yo llegué a pensar que ustedes se habían olvidado de mi. Porque aquí, al Foro Social Mundial, yo había venido y me habían invitado; pero desde que estoy de Presidente, ya no me invitaron. Y yo pensaba que ya no les interesaba. Así que les agradezco esta invitación, porque llevo años esperándola.

Aquí están mis profesores. En los Foros, yo he aprendido y he comprendido. Si nosotros hemos llegado a Presidente es, en parte, gracias al Foro Social Mundial. Porque de aquí sacamos ideas, establecimos contactos y redes. Así que les agradezco y quiero solidarizarme con el Movimiento de los Sin-Tierra y con el movimiento indígena de Brasil, de la Amazonia y de toda América.

Y yo pido también el apoyo de los movimientos de izquierda a nuestro proceso. Nosotros podemos cometer errores, y estamos dispuestos a rectificar y a debatir para mejorar nuestro proceso de progreso. Pero la derecha quiere derrocar este proceso, quiere interrumpirlo. En Bolivia, hay grupos que no aceptan nuestra elección y los cambios que estamos impulsando; grupos racistas. Pero con el apoyo de los movimientos sociales bolivianos hemos podido avanzar.

No solo la prensa de derechas nos ataca, también la Iglesia Católica, en todo caso la jerarquía de la Iglesia.
Per
o nosotros decimos que los servicios públicos no son negociables; decimos que la defensa de la vida y la lucha por la paz no es negociable; la defensa del medio ambiente y del planeta Tierra no es negociable.

Pedimos cambios. Y les pedimos que nos apoyen para avanzar en esos cambios. Pero también decimos que para cambiar la sociedad, cada uno de nosotros tiene que empezar a cambiar, empezando por sí mismo. Si cada uno de nosotros cambia, toda la sociedad habrá cambiado.

4) Hugo Chávez, Venezuela

«Quisiera empezar citando a Fidel Castro, quién es como el padre de todos nosotros. Hablando, ya por 2001, de este Foro Social Mundial, Fidel dijo que «este Foro es como la expresión de las generaciones emergentes». Y el Sub-Comandante Marcos, que además de revolucionario es poeta, ha dicho que «el Foro es como un nido de sueños».
Cuando estos Foros comenzaron, en 2001, yo ya era presidente desde hacía dos años, desde el 2 de febrero de 1999 exactamente, dentro de unos días se cumplen los diez años de aquella elección. Diez años que han marcado el nacimiento de una época. Ya el pueblo venezolano se había alzado, en 1989, contra el neoliberalismo. Fue uno de los primeros pueblos que derramó su sangre para impedir la imposición de ese nefasto modelo neoliberal.

La vida del Foro, hasta ahora, ha coincidido casi exactamente con los dos mandatos del presidente de Estados Unidos, George W. Bush. Un personaje abominable que debería ser juzgado por un Tribunal Penal Internacional por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Con el nuevo presidente de EE.UU, Barack Obama, estaremos a la espera, observando su actuación, la de su gobierno, que por el momento tiene un grave problema interno con la crisis económica y financiera. Una crisis de la que solo se puede salir por la vía del socialismo. Aquí, con ocasión de un precedente Foro al que yo fui invitado en Porto Alegre, declaré por primera vez el carácter socialista de la revolución bolivariana. Es socialismo es la única vía para salir de esta crisis, de este «crack perfecto», y construir una economía más justa y solidaria.

A Obama le pedimos respeto. Porque él ya ha empezado mal, haciendo declaraciones y diciendo que «Chávez es un obstáculo». Pero, repito, estamos a la espera; a ver como actúa. Sin prejuicios por nuestra parte. Aplaudimos al cierre del penal de Guantánamo; pero podría hacer más, devolver el territorio de la base a Cuba y a su pueblo; o por lo menos, empezar a retirar las tropas de la base, desmilitarizarla. Sería un signo positivo. Una señal de buena vecindad hacia toda América Latina.

Aquí, un mundo nuevo está naciendo. El que tenga ojos que venga y lo vea. La Utopía de Tomás Moro –lo decía ya Bolívar– está aquí, en América Latina; la utopía de un mundo mejor, de un nuevo mundo está naciendo aquí. Pero es como un bebé, necesita protección y apoyo. Y Venezuela está dispuesta a aportar todo su apoyo a los procesos de transformación social en curso. Y a trabajar en la consolidación de todos los procesos de integración de Suramérica. Porque solo la integración de los países, de los pueblos y de los movimientos sociales nos hará más fuertes, más resistentes y más progresistas.»




A modo de conclusión:

Joao Pedro Stedile, del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST)
«Los gobiernos de la izquierda latinoamericana aquí representados deben hacer más cambios estructurales que es lo que necesitan los pueblos. Hablar de «transformación social» y de «procesos de cambio» está muy bien, pero no deben ser solo discursos. Hay que hacer cambios estructurales. Para que no haya marcha atrás.

Hay que nacionalizar la banca. El Estado debe tomar el control de todos los mecanismos financieros.

Hay que construir una moneda suramericana, que nosotros proponemos que se llame «maíz», porque es el símbolo de la soberanía alimentaria histórica de los pueblos originarios.

Hay que hacer una verdadera reforma agraria para garantizar la soberana alimentaria de nuestros pueblos con una agricultura de nuevo tipo respetuosa del medio ambiente, y no orientada exclusivamente a la exportación.

Hay que construir un nuevo modelo económico.

Hay que democratizar los medios de comunicación.

Los movimientos sociales siempre apoyarán a los gobiernos de la verdadera izquierda suramericana que se comprometan y avancen en la realización de estos cambios estructurales indispensables para construir el socialismo del Siglo XXI que todos necesitamos. 

[1] Los principales movimientos sociales invitantes eran :
por Brasil : Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST, perteneciente a la red planetaria Via Campesina) ; CUT (Central Unitaria de los Trabajadores) ; Federación de los Metalurgistas de Rio Grande do Sul ; Confederación de Trabajadores de la educación ; Central de Trabajadores de Brasil ; Asociación Latibnoamericana de Juristas ; Grito de los excluidos ; Movimiento de los Afectados por las represas ; Movimiento Nacional de Lucha por la vivienda ;
Por el resto de Suramérica : Via Campesina ; Marcha Mundial de las Mujeres ; Confederación andina de las organizaciones indigenas (CAOI) ; Minga de las comunicaciones alternativas ; CLACSO ; Organización de estudiantes laninoamericanos (OCLAI) ; Convergencia de movimientos de los pueblos de América (COMPA), Alianza Social Continental ; Red Latinoamericana de mujeres trabajando en la economía (REMTE) ; ALAI ; Confederación Latinoamericana de organizaciones del Campo (CLOC) y Jubileo Sur

- Ignacio Ramonet es Presidente de l’association Mémoire des Luttes
Mémoire des luttes: http://www.medelu.org/spip.php?article172

https://www.alainet.org/de/node/132252?language=en
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