Pueblos Indígenas: Buenas nuevas
- Opinión
Estos días han sido pródigos de buenas nuevas para los pueblos indígenas. El pasado 29 de junio, en Ginebra, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, por 30 votos a favor, doce abstenciones y dos votos en contra (Canadá y Rusia). Días después, del 15 al 17 de julio, la ciudad de Cusco, Perú, fue escenario del I Congreso de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, en cuyo marco se confirmó la realización en Guatemala, del 21 al 26 de marzo de 2007, de la III Cumbre de Nacionalidades y Pueblos Indígenas del continente.
Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas
Desde 1977, cuando hicieron oír por primera vez su voz en el organismo mundial, los pueblos indígenas han venido reclamando el espacio y reconocimiento que les corresponde en el escenario internacional. El primer resultado de sus persistentes esfuerzos se dio en 1982, cuando la ONU estableció el Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas (CTPI), instancia que tres años después da inicio al proceso de redacción de una Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas que se extendió hasta 1993.
En ese mismo año, Naciones Unidas proclamó el “Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo”, señalando que uno de sus objetivos principales sería la adopción de la Declaración. Pero ha sido preciso que transcurran más de 20 años para que, finalmente, el flamante Consejo de Derechos Humanos se pronuncie a favor. Ahora tan solo falta la sanción final de la Asamblea General del organismo mundial que inicia el próximo mes de septiembre.
Como señaló el Presidente-Relator del GTPI, el peruano Luís Enrique Chávez, al presentar el texto de la Declaración, ésta substancialmente “aporta las bases para un nuevo tipo de relación entre Estados y pueblos indígenas, lo que entenderá eliminar los factores de tensión que hoy son fuentes de conflicto, fortaleciéndose al mismo tiempo a los propios Estados”.
La Declaración comienza por establecer que “los pueblos indígenas tienen el derecho, colectiva o individualmente, al disfrute pleno de todos los derechos humanos libertades fundamentales reconocidos por la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y el derecho internacional relativo a los derechos humanos”.
Reconoce además el derecho de los pueblos indígenas a su autodeterminación y, por tanto, a la autonomía o el autogobierno en las cuestiones relacionadas con sus asuntos internos y locales, así como para financiar sus funciones autónomas. Y en esta misma línea, a “conservar y reforzar sus propias instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales, manteniendo a la vez sus derechos a participar plenamente, si lo desean, en la vida política, económica, social y cultural del Estado”. Con el añadido de que no podrán ser desplazados por la fuerza de sus tierras o territorios.
Otros artículos disponen que los pueblos indígenas “tienen derechos a establecer sus propios medios de información en sus propios idiomas y a acceder a todos los demás medios de información sin discriminación”, correspondiendo a los Estados adoptar medidas eficaces para asegurar que los medios estatales reflejen debidamente la diversidad cultural indígena.
De igual manera prescribe que los “pueblos indígenas tienen derecho a participar en la adopción de decisiones en las cuestiones que afecten a sus derechos, vidas y destinos, por conducto de representantes elegidos por ellos de conformidad con sus propios procedimientos, así como a mantener y desarrollar sus propias instituciones de adopción de decisiones”. Pero además, que tienen el derecho a determinar y a elaborar prioridades y estrategias para el ejercicio de su derecho al desarrollo.
La Declaración también señala que los pueblos indígenas tienen derecho a las tierras, territorios y recursos que poseen en razón de la propiedad tradicional u otra forma tradicional de ocupación o utilización, así como a las que hayan adquirido de otra forma, correspondiendo a los Estados asegurar “el reconocimiento y protección jurídicos de esas tierras, territorios y recursos. Dicho reconocimiento respetará debidamente las costumbres, las tradiciones y los sistemas de tenencia de tierra de los pueblos indígenas de que se trate”.
Además dispone que los pueblos indígenas “tienen derecho a la reparación, por medios que pueden incluir la restitución o, cuando ello no sea posible, una indemnización justa, imparcial y equitativa, por las tierras, los territorios y los recursos que tradicionalmente hayan poseído u ocupado o utilizado de otra forma y que hayan sido confiscados, tomados, ocupados, utilizados o dañados sin su consentimiento libre, previos e informado”.
“Los pueblos indígenas –establece otro artículo- tienen derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar su patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales, sus expresiones culturales tradicionales y las manifestaciones de sus ciencias, tecnologías, así como las de sus ciencias, tecnologías y culturas, comprendidos los recursos humanos y genéticos, las semillas, las medicinas, el conocimiento de las propiedades de la fauna y la flora, las tradiciones orales, las literaturas, los diseños, los deportes y juegos tradicionales, y las artes visuales e interpretativas. También tienen derecho a mantener, controlar y proteger y desarrollar su propiedad intelectual de su patrimonio intelectual, sus conocimientos tradicionales y sus manifestaciones culturales tradicionales”.
Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas
Con la participación de unos 500 delegados y delegadas oficiales de pueblos quechua, kichwa, aymara, mapuche y otros, procedentes de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile, del 15 al 17 de julio se realizó en el Centro del Tahuantinsuyo (Cusco- Perú), el I Congreso de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas.
Este congreso fundacional fue precedido por una fase de intercambios y reflexiones conjuntas desarrollada en los últimos ocho años entre la Confederación de los Pueblos y Nacionalidades Kichwas de Ecuador (ECUARUNARI), la Confederación de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI), el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ- Bolivia), la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y la Coordinación de Identidades Territoriales Mapuche (CITEM – Chile). Como informó el Coordinador Político saliente, Humberto Cholango (Ecuarunari), este proceso ha permitido que “después de 514 años de fragmentación y creación de fronteras artificiales, volvamos a reencontrarnos y hermanarnos con la finalidad de discutir, analizar y proponer políticas territoriales, desarrollo de una economía propia, recuperación y valoración de los conocimientos y sabidurías ancestrales vigentes hasta nuestros días”.
Este es el inicio de nuevos tiempos, estamos nuevamente uniéndonos aquí; no hemos venido a protestar, hemos venido a proponer, a proponer que nos respeten y nos reconozcan porque estamos aquí, presentes, se remarcó durante la ceremonia espiritual y de inauguración celebrada en el legendario lugar sagrado Sacsayhuamán, en los alrededores del Cusco, y esa tónica marcó el desarrollo del evento.
“Hoy los pueblos indígenas han demostrado que tienen capacidades, que tienen pensamientos, que tienen capacidad para construir nuevas sociedades que puedan ser democracias reales, incluyentes y pluriculturales”, sostuvo Luís Evelis, presidente de la (ONIC), para luego acotar: “hemos dado un salto cualitativo, estamos adelante en lo político, tenemos que avanzar hacia adelante y por eso se requiere mucha fortaleza, mucha organización, mucha coordinación y mucha claridad. Eso es lo que esperamos que se pueda plantear para que nuestro trabajo siga creciendo”.
Blanca Chancoso, líder indígena kichwa del Ecuador y candidata al Premio Príncipe de Asturias 2006, por su parte, puntualizó que “hoy en día es como el anuncio de la buena nueva, porque estamos en una nueva etapa de nuestras luchas que nos ha permitido demostrar que tenemos nuevas alternativas¼ porque las agendas de los pueblos indígenas no se están armando solamente para los pueblos indígenas, sino para que podamos construir Estados Plurinacionales donde sea reconocida nuestra territorialidad”.
En las deliberaciones, la lectura del momento destacó la existencia de un contexto político positivo, marcado por logros como la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, el triunfo presidencial del líder indígena Evo Morales en Bolivia y de otros mandatarios progresistas en la región, el descarrilamiento del ALCA y las luchas de resistencia que persisten frente a la firma de los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, en las cuales se conjugan los avances organizativos y las convergencias con otros movimientos sociales, entre otro puntos. Pero, a la vez, también se dejó en claro que los factores adversos no han perdido fuerza y continúan, como el saqueo de las riquezas, de los bosques, de las minas, de las semillas, del conocimiento ancestral, etc.; el incremento de la militarización; la criminalización de la protesta social, sistemáticamente orientada hacia los líderes indígenas; el racismo, la exclusión y la invisibilización de las organizaciones indígenas y sociales, etc.
Temas como: tierra, territorio y recursos naturales; reforma del Estado -Asamblea Constituyente-; derechos colectivos, Convenio 169 de la OIT; articulación e integración de los pueblos indígenas y participación en foros; reconstitución política de los pueblos y nacionalidades del Tawantinsuyu; participación política; y cuestiones orgánicas internas, merecieron un espacio específico cuyos aportes fueron integrados en la Declaración Final.
Boaventura de Sousa Santos, el científico social portugués invitado al evento, se refirió a éste como un “acontecimiento histórico¼ que es importante para los pueblos indígenas, como para todo el mundo, porque en el convergen caminos milenarios y tiempos más recientes de lucha”. Haciendo un vínculo con el Foro Social Mundial, dijo tener la sensación de que “hay un llamado a la unidad sin precedentes, es un acto fundacional y como todos los actos fundacionales es originario y es incompleto. Es originario porque aquí vemos como la otra voluntad política de crear un actor político que es una referencia del continente que se está creando, que se está constituyendo; pero es incompleto porque faltan los amazónicos, los costeños”, pero abre la ventana para que después se articulen desde la Patagonia hasta el Canadá y luego, probablemente, con otros continentes que tienen a sus pueblos excluidos.
Se trata de un primer paso, reconoció Miguel Paladín Quispe (CONACAMI), el nuevo Coordinador General, pues el proceso de unidad sigue. La Declaración de Cusco, dice, es un documento inicial en la cual se recogen temas como territorio y recursos naturales, el planteamiento de la refundación de los Estados, los derechos colectivos y la autodeterminación, la reconstitución e integración de los pueblos y nacionalidades, la participación política indígena, entre otros.
En el marco de este evento también se confirmó que la III Cumbre de Nacionalidades y Pueblos Indígenas de las Américas tendrá lugar en Guatemala, del 21 al 26 de marzo 2007, como un eslabón más para avanzar en el proceso de unidad y construcción de la agenda común de los pueblos indígenas de Abya Yala. Para facilitar este encuentro se ha conformado una comisión integrada por la Coordinadora Nacional Indígena Campesina (CONIC), la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA), el Movimiento de Jóvenes Mayas ( MOJOMAYAS) y la Asociación Maya, UK’UX B’E (Corazón del Camino).
Declaración del Cusco
Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas
“No es que los Estados nos den una mano, sino que nos quiten sus manos de encima”
Hacia la construcción de Estados Plurinacionales y Sociedades Interculturales
Las organizaciones representativas de las Nacionalidades y Pueblos Quechuas, Kichwas, Aymaras, Mapuches, así como de los Cayambis, Saraguros, Guambianos, Koris, Lafquenches, Killakas, Urus, Larecajas, Kallawayas, Chuwis, Chinchaycochas, k’anas, y demás Pueblos Indígenas Originarios de la región Andina, reunidos en el Cusco, del 15 al 17 de julio del 2006, durante el I Tantachawi/ Congreso Fundacional de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, manifestamos a nuestros hermanos y hermanas de nuestras Comunidades, Ayllus, Markas, Cabildos y demás formas organizativas de nuestros Pueblos; así como a los explotados y oprimidos de los Países andinos y a la opinión pública internacional, la siguiente Declaración que resume el sentido de nuestros debates y nuestros objetivos trazados en este I Congreso/Tantachawi.
RECHAZAMOS la nueva estrategia de colonización capitalista y neoliberal, a través de los TLC, los cuales no son simplemente para regular intercambios comerciales, sino sobre todo para imponer nuevos mecanismos de subordinación del viejo “Estado-Nación”, como son el de detener los controles a los abusos de las Transnacionales, bajo el pretexto de ser “expropiaciones indirectas” que serían denunciadas en tribunales arbítrales extranjeros, sin control público y fuera la leyes y sociedad nacionales. La historia del despojo continúa entonces: luego de imponernos Estados criollos “independientes” pero que mantuvieron la misma sociedad colonial de exclusión; y ahora, cien años después, a pesar de ser Estados fracasados, aceptan el control imperial, en especial para el saqueo de los recursos naturales : agua, minerales, hidrocarburos, madera, biodiversidad, entre otros.
COMPROBAMOS que esa neo colonización, revela la caducidad de las estructuras políticas, económicas y sociales de los llamados “Estado-Nación”, de los Estados Uni Nacionales, Uni-Culturales, que se han formado y siguen actuando, sobre la base de la exclusión de la amplia diversidad de Pueblos, Naciones y Comunidades Andinas; y que no han podido tampoco establecer ni menos defender a las sociedades, economías y culturas de los países andinos, y ni siquiera ya de su propios mercados internos.
NOS AFIRMAMOS en nuestro orgullo social y cultural, basado en nuestras sabidurías, conocimientos, valores, éticas, tecnologías, en armonía con la madre naturaleza, la historia y propias espiritualidades; y que se expresan en la resistencia de prácticas de solidaridad, dualidad, complementariedad, reciprocidad, de control social de todo tipo de autoridad, como fuentes vivas de alternativas para la reconstitución sobre nuevas bases de los países andinos. Lo cual es más urgente aún, ahora que esos estados, son cada vez menos “nacionales” y menos “democráticos” luego de más de cien años de venir intentándolo bajo grupos de poder aliados del capital transnacional y sus agencias.
FUNDAMOS en este histórico reencuentro bajo el grito de Túpac Katari de “Volveré... y seré millones” la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas integrada por ECUARUNARI-Confederación de las Nacionalidades y Pueblos Kichwas del Ecuador, CONACAMI- Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería , CONAMAQ-Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo de Bolivia, CITEM-Coordinadora de Identidades Territoriales Mapuche, ONIC - Organización Nacional Indígena de Colombia, CCP – Confederación Campesina del Perú; CNA- Confederación Nacional Agraria; y con la adhesión fraterna de organizaciones participantes que se indican más adelante, y bajo los principios ancestrales de Ama Sua (Honradez), Ama Llulla (Veracidad), Ama Quella (Laboriosidad), Dualidad Complementaria, Reciprocidad, Equidad y Solidaridad
El I Congreso de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas propone la siguiente Agenda Indígena Andina para que sea en función a ella, que se procese el debate institucional y político en nuestros países. Basta ya de que otros nos “traduzcan” o “interpreten”, o que nuestra “participación” sea de comentaristas de la agenda de otros (Banco Mundial, BID, CAN, Estados, Ministerios, ONGs). Debe ser al revés: ahora nosotros los invitamos a debatir el sentir y las propuestas de nuestros Pueblos.
Territorialidad y recursos naturales
Declarar la intangibilidad de los territorios de los Pueblos Indígenas
No a la privatización ni mercantilización del agua y de la madre tierra
Articular estrategias de lucha para expulsar a las transnacionales en nuestros territorios.
Estado pluri nacional y otra institucionalidad
Refundaciones como Estados Pluri Nacionales que nos incluyan y en base a los principios de equilibrio en igualdad de condiciones, rotación, reciprocidad y redistribución.
Reconstituir los territorios e institucionalidades de los Pueblos Indígenas,
Conformación de Asambleas Constituyentes, con representantes desde los Ayllus, Markas y Comunidades, no vía partidos ni elecciones tradicionales
Derechos colectivos y autodeterminación
Suscripción, ratificación y aplicación del Convenio 169 de la OIT, y que cada Estado presente informes de su cumplimiento.
Respeto a la autonomía y a nuestras propias maneras de organizarnos y gobernarnos y que ello se reconozca a través de un nuevo contrato social
Vigencia de nuestros derechos colectivos a la cultura, identidad, salud y educación de acuerdo a nuestros usos y costumbres
Vigencia del derecho a la consulta y consentimiento en toda política y proyecto sobre los recursos naturales
Reconstitución e integración de los pueblos y nacionalidades
Hacia la confederación de Nacionalidades y Pueblos Indígenas del Tawantinsuyo y Abya Yala
Desarrollo de la Educación Bilingüe e Intercultural para lograr modelos de vida de autoconsumo y comercio justo entre Pueblos Indígenas
Participación política indígena
Participación política en procesos nacionales, basada en el trabajo de las comunidades, para que ellas lo direcciones y tomen las decisiones
REITERAMOS que la estructura de la COORDINADORA ANDINA recoge los principios comunitarios e indígenas del control colectivo, la rotación, “mandar obedeciendo”, unidad en la diversidad representada por los delegados y delegadas de las organizaciones de cada uno de los países integrantes.
LLAMAMOS a las mujeres y hombres, explotados, oprimidos y marginados, campesinos, cocaleros, ribereños, afro americanos, fabelas, ranchos, barriadas, los “informales”, estudiantes, obreros, intelectuales; y todos los demás grupos sociales en la diversidad de formas organizativas de la ciudad y el campo, que resisten al salvajismo capitalista neoliberal, a unirnos por una liberación de todos contra todo tipo de explotación y opresión, para la cual esta Agenda Indígena es un insumo, que los invitamos a analizar y llegar articular los procesos más amplios de unidad en la diversidad.
RECHAZAMOS toda forma de política intervencionista y guerrerista, de persecución política por los estados en contra de líderes y autoridades originarias, por alzar la voz a favor de los derechos de los Pueblos y denunciamos el asesinato selectivo de los líderes indígenas. No a la criminalización de las luchas de los pueblos indígenas y movimientos sociales.
PROPONEMOS que todas las instancias internacionales (Multilaterales, NN.UU y otras) dejen de invisibilizarnos y sustituirnos, y tomen en cuenta nuestros derechos, y en particular que la Comunidad Andina de Naciones y MERCOSUR, en todos sus procesos y decisiones, respeten nuestros Derechos Colectivos con la debida consulta y consentimiento. Igualmente que la Organización Mundial del Comercio (OMC), respete nuestros derechos de Territorialidad, Autonomía y patrimonio intelectual y cultural, y su carácter colectivo y trans generacional.
RATIFICAMOS nuestro respaldo y participación activa en los procesos de alianzas internacionales, como el Foro Social de las Américas; Foro Social Mundial y en la III Cumbre Continental de los Pueblos Indígenas que se realizará en marzo del 2007 y para la articulación de Otros Mundos Posibles alternativos al sistema neoliberal globalizante.
REITERAMOS nuestra solidaridad con los procesos sociales y gobiernos progresistas de Venezuela, Cuba y Bolivia que buscan abrir nuevos caminos alternativos para los pueblos, así como nuestra exigencia de libertad a los luchadores sociales de todo el mundo.
Se resuelve que la sede del II Tantachawi/ Congreso de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, se efectuará en Quito, Ecuador.
¡ Cortaron nuestras ramas, hojas... pero no las raíces.... y ahora Volvemos !
¡ Diez Veces nos golpearon.... diez veces nos levantaremos !
Cusco, 17 de julio del 2006
Tomás Huanacu Tito Presidente del I Tantachawi/Congreso
COORDINADORA ANDINA DE ORGANIZACIONES INDÍGENAS
ECUARUNARI, Confederación de las Nacionalidades y Pueblos Kichwas del Ecuador
CONACAMI, Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería
CONAMAQ, Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo de Bolivia.
CITEM, Coordinación de Identidades Territoriales Mapuche
ONIC, Organización Nacional Indígena de Colombia
ONPIA, Organización Nacional de Pueblos Indígenas de Argentina
Consejo Nacional Aymara de Chile
CCP – Confederación Campesina del Perú
CNA- Confederación Nacional Agraria
CSUTCB – Confederación Sindical Única de Trabajadores y Campesinos de Bolivia
Federación Nacional de Mujeres BARTOLINA SISA del Qullasuyu.
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