V Encuentro Hemisférico contra el ALCA y TLCs:

Por un mundo mejor

25/04/2006
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  • Opinión
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La Campaña Continental Contra el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) y los TLCs (Tratados de Libre Comercio) ha pasado a constituir la iniciativa de mayor trascendencia que han impulsado los movimientos sociales de la región, tanto por sus logros, como por el carácter inédito de su desarrollo y de sus mecanismos de articulación en tanto “campaña de campañas”.  

Esta campaña irrumpió el 4 de febrero de 2002, en el marco del II FSM en Porto Alegre, cuando parecía inevitable la suscripción del Acuerdo, asumiéndose como un proceso para articular fuerzas y acciones contrarias al ALCA y para proponer la construcción de nuevos caminos de integración continental basados en la democracia, la igualdad, la solidaridad, el respeto al medio ambiente y a los derechos humanos.  Como prioridades estableció la conformación de comités o plataformas nacionales, la implementación de consultas nacionales, el monitoreo, seguimiento y vigilancia de las negociaciones, la realización de campañas sobre puntos específicos contemplados en el ALCA, la articulación con otras campañas afines (deuda, militarización, etc.), el fortalecimiento de los mecanismos de comunicación y divulgación, entre otras.  A partir de estas orientaciones comunes, cada país se encargó de darles forma de acuerdo a sus particularidades y dinámicas locales, respetando las iniciativas propias de las organizaciones y entidades involucradas.

Con un enorme “trabajo de hormigas”, expresado en reuniones, talleres, encuentros, producción de materiales, etc., esta iniciativa fue tomando cuerpo y desarrollando una gran capacidad de movilización social, la cual fue gravitante para que en enero 2005 no se suscriba el ALCA como previamente había establecido Washington, como también lo fue para que no prospere el intento del presidente Bush para descongelarlo en la Cumbre de Mar del Plata, Argentina, en noviembre pasado.

Persiste la amenaza

A fin de evaluar el proceso y afinar derroteros y estrategias, asumiendo sobre todo que en la región se está diseñando un nuevo mapa político, del 12 al 15 de abril de 2006 se realizó en La Habana, Cuba, el Quinto Encuentro Hemisférico de Movimientos Sociales, Redes y Organizaciones que luchan contra el ALCA y los Tratados de Libre Comercio y porque una América mejor sea posible”, convocado por la Alianza Social Continental (ASC).  

En esta ocasión, la programación dio prioridad al debate y construcción colectiva, tanto al interior de las redes y campañas como en los espacios subregionales, siendo que una característica clave de este nuevo escenario es, como anotara Osvaldo Martínez, presidente del comité organizador, que: “Como virus maligno el ALCA ha mutado al encontrar resistencia el gran proyecto abarcador de 34 países en una  sola Área de Libre Comercio.  Ahora el ALCA mantiene la esencia del proyecto de dominación para apoderarse del petróleo y el gas, el agua, la biodiversidad, los mercados y la fuerza de trabajo de la región, pero su rostro es el de Tratados de Libre Comercio envueltos en la propaganda de la liberalización comercial.  Estos tratados de Libre Comercio bilaterales o plurilaterales son pequeños ALCAs en los que se condensan los contenidos del paquete de política neoliberal, y en los cuales el énfasis propagandístico se pone en las bondades del libre comercio.  Sean estos Tratados con Estados Unidos o con Europa, lo sustancial de ellos no cambia.  En ellos, el neoliberalismo queda consagrado como política económica, y convertido en obligación jurídica de los estados”.

En su balance, Martínez también se encargó de destacar que: “Al igual que hace un año, la respuesta del gobierno de Bush a los múltiples problemas mundiales es la militarización y la represión.  La militarización aparece crudamente en un gasto militar de unos 500 mil millones de dólares, más de la mitad del gasto militar mundial, aunque incapaz de evitar lo que ya es una evidente derrota en Iraq, y la represión se expresa de variadas formas, desde una Ley Patriota que mutila los derechos ciudadanos en Estados Unidos y fortalece la acción de un estado policía, las restricciones contra los inmigrantes, hasta la escandalosa práctica de la tortura a prisioneros como sistema, mientras al mismo tiempo, el discurso en supuesta defensa de los derechos humanos, establece marcas de hipocresía espectaculares”.

Agenda común

Al V Encuentro se dieron cita unos/as 400 delegados/as, particularmente de Alianza Social Continental, Jubileo Sur, Marcha Mundial de Mujeres – Red de Mujeres Transformando la Economía (REMTE), Campaña por la Desmilitarización de las Américas (CADA), Red en Defensa de la Humanidad, Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC), OCLAE, y COMPA, que internamente debatieron sobre sus mecanismos de coordinación, propuestas de acción y construcción de alternativas cuyos acuerdos fueron socializados en plenaria para la elaboración de la agenda común.

La programación también incluyó como eje transversal el tema de la comunicación e información, con miras a “establecer las bases para nuestra política de comunicación y movilización de todos los sectores sociales que comparten nuestra lucha”.  Al respecto, la Minga Informativa de Movimientos Sociales presento un aporte en el cual señala que el desafío es “encarar la comunicación como un factor constitutivo y constituyente de los procesos organizativos de los movimientos sociales, entendiendo que es un espacio de disputa estratégica”.

El V Encuentro concluyó con la lectura de la Declaración Final (texto adjunto) y del Plan de Acción que tendrá como primera movilización concertada el boicot global contra los productos estadounidenses a realizarse en el 1 de mayo, en respaldo a las demandas de los inmigrantes en el país del  Norte.

El Tratado de Comercio de los Pueblos

Este evento también fue ocasión para que se presente formalmente la propuesta del presidente boliviano Evo Morales sobre el “Tratado de Comercio de los Pueblos para alcanzar una verdadera integración entre los pueblos, que trascienda los campos comercial y económico, teniendo en cuenta las diferencias de cada nación, pero protegiendo siempre la producción y las empresas nacionales.  Un tratado que anteponga por sobre todo el bienestar de la gente y respeto a su historia y sus culturas”, cuyos 10 principios son los siguientes:

1. El Tratado de Comercio entre los Pueblos –propuesto por el presidente Evo Morales– es una respuesta al agotamiento del modelo neoliberal, fundado en la desregulación, la privatización y la apertura indiscriminada de los mercados.

2. El TCP entiende al comercio y la inversión no como fines en sí mismos sino como medios del desarrollo, por eso su objetivo no es la liberalización absoluta de los mercados y el “achicamiento” de los Estados sino el beneficio para los pueblos.

3. El TCP promueve un modelo de integración comercial entre los pueblos que limite y regule los derechos de los inversionistas extranjeros y las transnacionales para que estén en función del desarrollo productivo de nuestro nacional.

4. El TCP no prohíbe el uso de mecanismos para fomentar la industrialización ni impide proteger las áreas del mercado interno que sean necesarias para preservar a los sectores más vulnerables.

5. El TCP reconoce el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas agrícolas y alimentarias; a proteger y reglamentar la producción agropecuaria nacional para evitar que su mercado doméstico sea inundado por excedentes de otros países.

6. El TCP considera que los servicios vitales dependen de empresas públicas como proveedoras exclusivas, reguladas por los Estados. La negociación de cualquier acuerdo de integración debe tener presente que la mayoría de los servicios básicos son bienes públicos que no pueden ser entregados al mercado.

7. El TCP postula la complementariedad frente a la competencia; la convivencia con la naturaleza en contraposición con la explotación irracional de recursos; la defensa de la propiedad social frente a la privatización extrema.

8. El TCP insta a los países participantes de un proceso de integración solidario a dar prioridad a las empresas nacionales como proveedoras exclusivas de los entes públicos.

9. Con la propuesta de un Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), Bolivia se propone alcanzar una verdadera integración que trascienda los campos comercial y económico –cuya filosofía es alcanzar el  desarrollo endógeno justo y sustentable en base a principios comunitarios– que tenga en cuenta las diferencias nacionales.
10. El TCP plantea otra lógica de relacionamiento entre los seres humanos, es decir un modelo de convivencia distinto que no se asiente en la competencia y el afán de acumulación que aprovecha/explota al máximo la mano de obra y los recursos naturales.

https://www.alainet.org/de/node/120860?language=en
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