Un precio justo para el gas boliviano
Morales y Lula se sientan a negociar en Brasilia
14/02/2007
- Opinión
El presidente boliviano se reunirá hoy con Lula Da Silva para tratar una agenda abierta, aunque el precio del gas será el tema más relevante del encuentro. Evo Morales sostiene que su país ya no puede subsidiar el desarrollo brasileño.
El encuentro entre los presidentes Evo Morales y Luiz Inácio Lula Da Silva estaba previsto desde fines del año pasado, pero en los últimos días se puso en duda el viaje del mandatario boliviano a Brasilia por diferencias en el precio del gas natural. El canciller David Choquehuanca boliviano había condicionado la visita oficial a los avances en las negociaciones para obtener un aumento del hidrocarburo que se le vende a Brasil, lo que generó diferentes reacciones en el Palacio Itamaraty.
Sin embargo, ayer por la tarde, luego de una reunión con Morales, el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, aseguró que el presidente se reunirá hoy con Lula Da Silva para tratar “una agenda absolutamente abierta y, obviamente, uno de los temas de esta agenda tiene que ver con los precios del gas".
La confirmación del viaje supone, por lo menos, una predisposición por parte de Lula Da Silva para escuchar las demandas del gobierno boliviano, a pesar de las señales transmitidas por la jefa de Gabinete de Brasil, Dilma Rousseff, y el director financiero de Petrobrás, Almir Barbassa, quienes descartaron un posible ajuste en el valor del hidrocarburo.
Las demandas a Brasil por un precio justo se iniciaron poco después de la asunción presidencial de Evo Morales e incluso se llegó a conformar una comisión binacional con plazo hasta abril de 2007 para negociar el asunto. Pero, hasta el momento, los representantes de ambas partes no lograron ponerse de acuerdo.
Bolivia, que exporta a San Pablo y a la región de Cuiabá (estado de Mato Grosso) alrededor de 27 millones de metros cúbicos de gas natural por día, quiere fijar el precio en cinco dólares por cada millón de unidades termales británicas (BTU), medida internacional que establece el volumen del hidrocarburo (un metro cúbico equivale a 37.000 BTU).
Actualmente, Petrobrás paga 4,32 dólares por cada millón de BTU que el país andino bombea a San Pablo. Pero las mayores diferencias surgen por el abastecimiento del Mato Grosso, donde la empresa Pantanal Energía sólo abona 1,90 dólares.
De ahí que el presidente Evo Morales haya insistido en diversas oportunidades, como lo hizo en la última cumbre del Mercosur, realizada en Río de Janeiro, que Bolivia no puede seguir subvencionando a Brasil con gas barato.
Este fin de semana el mandatario volvió a repetir el concepto para que su posición quedara clara días antes del viaje oficial a Brasilia.
“No es posible que un país pobre subvencione a un país rico. Respetamos el liderazgo regional de Brasil, su desarrollo, su industria, pero desde un punto de vista nuestro no puede seguir subvencionándose el gas a Brasil, especialmente a la zona de Cuiabá”, advirtió Morales.
No obstante, el mandatario boliviano expresó su esperanza en Lula Da Silva para revertir la situación y establecer, por la vía política, un precio más justo para el gas natural, tal como se logró negociar con el gobierno argentino de Néstor Kirchner, que paga cinco dólares por cada millón de BTU.
En la reunión de hoy se verá si los presidentes pueden llegar a un acuerdo favorable, cuestión que no será fácil si se tiene en cuenta que, para ello, Lula deberá vencer la fuerte resistencia de las petroleras y los industriales brasileños.
Por el momento, desde Brasil sólo se confirmó la firma de unos 14 convenios de cooperación en el rubro agropecuario, así como algunos acuerdos para la protección de la zona amazónica común.
Además, está previsto que Lula Da Silva anuncie una condonación de la deuda de Bolivia con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estimada en unos 1.300 millones de dólares.
En materia energética, también es probable que se aborde la construcción de una central termoeléctrica binacional sobre el río Madera, en la frontera entre ambos países. Aunque se trata de un tema sensible, ya que, según se desprende de algunos informaciones de prensa, las autoridades brasileñas pretendían utilizar este proyecto para compensar su rechazo a los reclamos bolivianos por un aumento del precio del gas.
El encuentro entre los presidentes Evo Morales y Luiz Inácio Lula Da Silva estaba previsto desde fines del año pasado, pero en los últimos días se puso en duda el viaje del mandatario boliviano a Brasilia por diferencias en el precio del gas natural. El canciller David Choquehuanca boliviano había condicionado la visita oficial a los avances en las negociaciones para obtener un aumento del hidrocarburo que se le vende a Brasil, lo que generó diferentes reacciones en el Palacio Itamaraty.
Sin embargo, ayer por la tarde, luego de una reunión con Morales, el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, aseguró que el presidente se reunirá hoy con Lula Da Silva para tratar “una agenda absolutamente abierta y, obviamente, uno de los temas de esta agenda tiene que ver con los precios del gas".
La confirmación del viaje supone, por lo menos, una predisposición por parte de Lula Da Silva para escuchar las demandas del gobierno boliviano, a pesar de las señales transmitidas por la jefa de Gabinete de Brasil, Dilma Rousseff, y el director financiero de Petrobrás, Almir Barbassa, quienes descartaron un posible ajuste en el valor del hidrocarburo.
Las demandas a Brasil por un precio justo se iniciaron poco después de la asunción presidencial de Evo Morales e incluso se llegó a conformar una comisión binacional con plazo hasta abril de 2007 para negociar el asunto. Pero, hasta el momento, los representantes de ambas partes no lograron ponerse de acuerdo.
Bolivia, que exporta a San Pablo y a la región de Cuiabá (estado de Mato Grosso) alrededor de 27 millones de metros cúbicos de gas natural por día, quiere fijar el precio en cinco dólares por cada millón de unidades termales británicas (BTU), medida internacional que establece el volumen del hidrocarburo (un metro cúbico equivale a 37.000 BTU).
Actualmente, Petrobrás paga 4,32 dólares por cada millón de BTU que el país andino bombea a San Pablo. Pero las mayores diferencias surgen por el abastecimiento del Mato Grosso, donde la empresa Pantanal Energía sólo abona 1,90 dólares.
De ahí que el presidente Evo Morales haya insistido en diversas oportunidades, como lo hizo en la última cumbre del Mercosur, realizada en Río de Janeiro, que Bolivia no puede seguir subvencionando a Brasil con gas barato.
Este fin de semana el mandatario volvió a repetir el concepto para que su posición quedara clara días antes del viaje oficial a Brasilia.
“No es posible que un país pobre subvencione a un país rico. Respetamos el liderazgo regional de Brasil, su desarrollo, su industria, pero desde un punto de vista nuestro no puede seguir subvencionándose el gas a Brasil, especialmente a la zona de Cuiabá”, advirtió Morales.
No obstante, el mandatario boliviano expresó su esperanza en Lula Da Silva para revertir la situación y establecer, por la vía política, un precio más justo para el gas natural, tal como se logró negociar con el gobierno argentino de Néstor Kirchner, que paga cinco dólares por cada millón de BTU.
En la reunión de hoy se verá si los presidentes pueden llegar a un acuerdo favorable, cuestión que no será fácil si se tiene en cuenta que, para ello, Lula deberá vencer la fuerte resistencia de las petroleras y los industriales brasileños.
Por el momento, desde Brasil sólo se confirmó la firma de unos 14 convenios de cooperación en el rubro agropecuario, así como algunos acuerdos para la protección de la zona amazónica común.
Además, está previsto que Lula Da Silva anuncie una condonación de la deuda de Bolivia con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estimada en unos 1.300 millones de dólares.
En materia energética, también es probable que se aborde la construcción de una central termoeléctrica binacional sobre el río Madera, en la frontera entre ambos países. Aunque se trata de un tema sensible, ya que, según se desprende de algunos informaciones de prensa, las autoridades brasileñas pretendían utilizar este proyecto para compensar su rechazo a los reclamos bolivianos por un aumento del precio del gas.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
https://www.alainet.org/de/node/119253?language=es
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