Desde 1984, año en el que aparecieron los primeros casos de VIH/SIDA en el país, la tendencia ha ido en crecimiento. Según el sistema de proyección adoptado por organismos internacionales y aplicados por FEDAEPS, en el Ecuador existen 12010 personas que contrajeron el virus, entre enero y septiembre de este año, siendo esta cifra superior a las presentadas en los años anteriores.

Las cifras demuestran que la provincia del Guayas sigue siendo la más afectada con una prevalencia del 55,4% en el año 2006, a esta le siguen Pichincha y Manabí, pero no deja de sorprendernos el aumento en esta tasa que ha sufrido la provincia de Los Ríos alcanzando el 4.3% en relación al 1.9% del 2005.

La realidad del subregistro no es exclusiva del Ecuador y por ello los organismos internacionales especializados recomiendan –sobre todo en realidades socioeconómicas como la nuestra– multiplicar hasta por 10 las cifras que se reportan oficialmente. Las cifras desarrolladas por FEDAEPS aplican esta proyección.

El Síndrome afecta especialmente a la población joven de los sectores con ingresos económicos bajos, es decir, aquellos grupos sociales que tienen menor grado de acceso a la salud y, por ende, al tratamiento de la afección.

Según  FEDAEPS basados en datos del MSP entre enero y septiembre del 2006, de las personas que viven con VIH/SIDA en el Ecuador, un 92.7% pertenecen al grupo de edad comprendido entre los 15 y los 49 años.

Los índices de progresión del virus en el Ecuador y en el mundo demuestran que la principal vía de transmisión continúa siendo la sexual.

Cabe señalar a este respecto, que a partir de 1991 se produce una tendencia creciente de prevalencia entre heterosexuales. Para el año 2006 de las personas viviendo con VIH/SIDA que se reportaron, el 11% se declara bisexual, el 9.4% homosexual y el 79.60% dice ser heterosexual. No obstante, es posible que las cifras referentes a las dos primeras categorías sufran, como ya se mencionó, de subregistro debido a la homofobia que subyace a la problemática.

FEDAEPS está consciente de que el combate al VIH/SIDA debe ser parte de una política pública integral de Estado, que con una visión de largo plazo emprenda campañas masivas y sostenidas de prevención holística y de sensibilización en torno a la afección, que redunden en un cambio de la tendencia actual de la epidemia y garanticen una mejor calidad de vida a las personas que viven con VIH/SIDA.

Ninguna campaña de información y de prevención en torno al VIH/SIDA resultará exitosa de no contar con la participación decidida de la ciudadanía en su conjunto y de las instancias de salud, educación, bienestar social, gobierno, finanzas, el gobierno central, los gobiernos seccionales y, sin ninguna duda: los medios de comunicación.

Es imperativo que toda política pública y, por tanto, la que tiene que ver con la salud en general y con el combate del VIH/SIDA en particular, se centren en las necesidades de la población y no prioricen el lucro, más aún cuando se pretende imponer la adopción mundial de un modelo reconocido por polarizar las desigualdades y de acuerdos comerciales –como los de la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Tratado de Libre Comercio andino (TLC)– que trastocan la filosofía de los derechos humanos al apuntar, por ejemplo, a una mayor mercantilización de la salud y a la apropiación privada de los servicios, los recursos y el conocimiento.

FEDAEPS organización comprometida con la defensa de los derechos y la igualdad de todas las personas, considera igualmente que la aplicación del principio Constitucional de no discriminación por ningún motivo, es un elemento indispensable para lograr la erradicación de esta afección, pues en buena parte su propagación radica en los prejuicios que la rodean.

En este primero de diciembre, FEDAEPS está encaminando al nuevo Presidente electo Economista Rafael Correa, la propuesta de plan piloto:  VIH-SIDA: Una Propuesta para la Acción, en la cual recomienda la adopción de distintas políticas de Estado encaminadas a desarrollar la prevención del VIH-SIDA y facilitar la atención integral de las personas afectadas.  Pues el Ecuador, al ser un país de relativa incidencia de la afección podría, con voluntad política, convertirse en un país pionero en la erradicación de la afección.