Captura y desaparición forzada de una generación
- Opinión
El movimiento estudiantil de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) fue duramente castigado por las dictaduras militares. Periódicamente se ejecutaba extrajudicialmente o se capturaba y desaparecía a centenas de estudiantes. Las acciones de las fuerzas represivas iban encaminadas a desarticular cualquier oposición que pudiera haber en las aulas, eso significa que las víctimas en la mayoría de los casos, eran dirigentes del movimiento estudiantil.
La década de los 80´s fue caracterizada por acciones terroristas de las fuerzas de seguridad contra estudiantes, docentes y profesionales de la USAC, el movimiento estudiantil fue prácticamente aniquilado en algunos momentos. La Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) se vio en la necesidad de cerrar sus puertas durante algunos años, debido a que cualquier dirigente que fuera visto en sus cercanías corría el riesgo de perder la vida o la libertad.
Llegado el gobierno democratacristiano, la sociedad universitaria pensó ilusamente que su situación cambiaría y se reabrió la AEU, el movimiento estudiantil volvió a participar activamente y se reabrieron los contactos con organizaciones sociales y con la población en general.
Lo que no se previó, es que Vinicio Cerezo a la cabeza del gobierno, era simplemente una fachada, era un gobierno con tutela y quién ejercía esa tutela era el ejército nacional, que continuaba con la práctica de contrainsurgencia y de ataques a las organizaciones sociales, manteniendo en la mira a la USAC.
Para 1989, el movimiento estudiantil vinculado con otras organizaciones sociales, realizaba protestas constantes demandando la agilización de las negociaciones a favor de la paz, justicia social, mejor distribución de la riqueza, además se había comprometido en un proceso de reforma universitaria, que perseguía vincular aun más a la USAC con los sectores mas desposeídos, además de mejorar el nivel académico que se había deteriorado, producto de los constantes ataques a la comunidad universitaria.
Esta dinámica había provocado que se conociera a la dirigencia estudiantil, que había estado en la clandestinidad durante algunos años. Las fuerzas de seguridad, conociendo la identidad de los dirigentes, que además eran dinámicos, contó con la posibilidad de infiltrar el movimiento y desde dentro preparar una agresión que volvería a lastimar al movimiento estudiantil, que venía recomponiéndose luego de largos periodos de persecución.
La estrategia, perseguía golpear no solo al movimiento estudiantil, sino a todas las organizaciones que tuvieran vínculos con este. Así que empezaron atacando al Grupo de Apoyo Mutuo, que sufrió la captura de una de sus dirigentes: María Rumalda Camey el 15 de agosto de aquel año. Horas más tarde sus instalaciones fueron bombardeadas por integrantes de las fuerzas armadas.
Pocos días más tarde, empezaría la cacería contra los estudiantes, entre el 21 y el 24 de agosto una decena de dirigentes estudiantiles serían capturados ilegalmente, cinco de ellos aparecieron presentando crueles señales de tortura, en tanto que el resto permanecen privados de su libertad hasta ahora.
Las víctimas eran luchadores sociales, patriotas que soñaban con una Guatemala diferente, ofrendaron su vida y su libertad en aras de la construcción de un mundo más justo. No deben ser olvidados por las actuales y las futuras generaciones.
- Iván Ernesto González Funes
- Carlos Ernesto Contreras Conde,
- Hugo Leonel Gramajo,
- Silvia María Azurdia Urtrera,
-
Víctor Hugo Rodríguez Jaramillo,
- Aarón Ubaldo Ochoa,
- Mario Arturo de León,
- Carlos Leonel Chuta Camey,
- Carlos Humberto Cabrera Rivera y
- Eduardo Antonio López.
Los responsables por su lado, ambiciosos y con la intención de aprovecharse del erario publico robando todo lo que pudieran, no les importó que continuaran las violaciones a los derechos humanos, incluso buscaron la forma de proteger a los responsables autorizando leyes de amnistía.
Señalar al gobierno democristiano de ser responsable de al menos 15 masacres y de centenas de asesinatos políticos o desapariciones forzadas no tiene ninguna connotación política como se ha hecho creer, es simplemente señalar la necesidad de que haya justicia y de que se tome en cuenta que había una cadena de mando, que el comandante general de ejército es el presidente de la República y por lo mismo, el responsable de cualquier atrocidad cometida por las fuerzas armadas.
Hacer una lista de víctimas del terrorismo de Estado durante el periodo de gobierno democristiano nos puede llevar muchas páginas, por lo que nos concretaremos a señalar que el GAM no descansará hasta que estos crímenes sean esclarecidos. Asimismo nos comprometemos a continuar adelante con la intención de abrir procesos judiciales contra los responsables de estas muertes y desapariciones forzadas, sin importar si estos son civiles o militares.
- Grupo
de Apoyo Mutuo (GAM) 8a Calle 3-11 Zona 1
Ciudad de
Guatemala
gam@gam.org.gt
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